Escribir una nota de prensa que sea de verdad efectiva para que los medios la repliquen y trabajen no es tan fácil como parece. Aunque en muchos sitios prometen que todo vale, no es cierto y la experiencia de más de una década avala nuestra argumentación.
Mientras que hace no tanto no era habitual saturar a las redacciones con miles de notas de prensa diarias, hoy en día parece que si no se hace, se pierde una oportunidad. Y ahí es donde está el verdadero fallo. Los redactores, cada vez menos en cada sección, se ven abrumados por la avalancha de mails que llegan y que, en su mayoría no aportan absolutamente nada útil para sus trabajos.
La distribución no solo tiene que ver con el contenido, sino también con el tiempo, el destinatario y cómo no, con el interés del tema en ese momento. Por eso es importante que sean profesionales quienes se encarguen de redactar el contenido, contextualizándolo y siendo capaces de aportar, de verdad, noticia y algo útil para cada sección a la que se destine.
Sin embargo, hay formas en las que, aunque todo debería funcionar, nada lo hace. ¿Por qué? Porque no se termina de enfocar el envío o se hace a destiempo.
Cómo no desaprovechar una nota de prensa
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Lo primero: redacta bien el contenido
Por mucho que el producto o la noticia sea interesante, si no está bien redactada y enfocada la nota, no tendrá repercusión alguna. Cuando en redacción se reciben a diario cientos de notas de prensa, basta con abrir el documento y leer un párrafo para saber si será de interés o no. Esos son los escasos dos o tres segundos que tiene para convencer. Y aquí también depende mucho de cómo se distribuya la info en la nota. La pirámide invertida, en la que en los primeros párrafos se habla de lo más noticiable sigue funcionando precisamente por el tiempo de descarte con el que se cuenta.
No se puede redactar a lo loco ni tampoco dejárselo a cualquiera. Se busca conseguir el mayor impacto en cada una de las palabras. De ahí que todo en ello tenga que estar cuidado. El estilo periodístico dista mucho del publicitario o promocional. Ese es el primer escollo al que cualquier agencia de noticias se enfrenta cuando diseña, junto con una empresa, el contenido. Ser capaces de crear una nota de prensa interesante no siempre es sencillo, pero sí vital.
Selecciona bien el formato en el que lo mandas
Para muchos, el PDF es fantástico porque piensan que así no podría «contaminarse» ni cambiar. Sin embargo, un periodista que recibe un PDF o es altamente importante o no perderá ni un segundo en gestionarlo.
Cada medio utiliza un sistema diferente para publicar noticias por el tipo de formatos y maquetación de su software.
Sus gestores de contenido o sus periodistas siguen una serie de pasos que pasa por la edición de texto, por añadir contenido que a lo mejor sirva para enlazar con alguna pieza en la que estuvieran previamente trabajando o por evitar párrafos que no les aportan a su pieza informativa nada (habitualmente son los que denominan comerciales o los que llevan los enlaces).
El PDF es el enemigo de eso ya que, intentar copiar su contenido, hará que haya que volver a trabajar su formato. Eso requiere tiempo y ganas y, si de partida es complicado, es más fácil descartar.
De ahí que o bien es de un anunciante o bien es de verdad importante, o será descartada de partida. Hay que ser realistas. El mejor formato sigue siendo el word o bien ya optimizado para html, aunque aquí volvemos al mismo punto que con el PDF.
Selecciona bien la imagen o material gráfico que se adjunta
Muchas empresas buscan meter un enlace a su site o producto a cualquier precio y la incluyen incluso en las imágenes, gráficas o audiovisuales que envían. Es un error. De hecho, es un grave error.
Si de verdad aporta información y suma al contenido, será el medio quien lo incluya. Sino, será considerado publicidad y se descartará y se publicará, si es que es interesante el contenido de la nota, con una imagen genérica. Eso supondrá no poder optimizar la imagen también en términos de SEO en buscadores.
Por un momento, piensa en cómo recepcionan la info los periodistas. Lo primero, llega el mail y lo abren. ¿Qué ven? La imagen en miniatura y el documento. Si la imagen es publicidad, se acabó el interés. Hay que ser más curioso que eso y facilitar la labor periodística desde la agencia o empresa, no entorpecerlo.
Cuida el mail con el que se enviará
Algo tan básico como elegir bien el asunto, el texto del mail y no hacer un simple corta y pega de la nota puede marcar claramente la diferencia.
En este caso sí que es importante saber vender el contenido de forma llamativa, porque en realidad el mail funcionará como un spot. Si es capaz de llamar la atención es más sencillo que abran los adjuntos.
Es una forma de que ese contacto no pase desapercibido ni sea desaprovechado. Busca llamar la atención. Algo tan simple como eso puede conseguir una portada.
Y todo parte del propio asunto. Preguntas, rozar el titular agresivo, todo vale. Si se consigue que el receptor lo vuelva a leer una segunda vez, sonría o le impacte, casi se ha logrado el objetivo.
Luego el texto debería estar personalizado. Se supone que desde las agencias tienen conexión directa con los periodistas encargados de cada sección para poder agilizar los envíos. Eso es lo importante, personalizar el contenido o el enfoque dependiendo del sector. Una nota puede ser interesante para economía, y también por ejemplo para la sección de gastronomía si habla de un restaurante. Bastará con controlar el contenido y saber «venderlo».
Sin embargo y contado todo esto, nada tendría sentido si de verdad la nota de prensa no contuviera contenido noticioso, interesante, directo y no publicitario.