Este año todos los planes de comunicación y marketing han cambiado. La llegada del Covid-19 a la vida empresarial, con cambios en la forma de trabajo, de facturación e incluso de previsión, ha hecho que todo cambie en lo que a planificaciones se refiere y mucho más en los proyectos en marcha del campo de la comunicación y marketing.
Septiembre se espera el verdadero arranque de la nueva normalidad empresarial, con lo que ello conlleva. Eso supondrá volver a establecer nuevos retos para tratar de salvar las cuentas anuales y reorganizar la estructura de la propia plantilla para adaptar a las necesidades reales de la demanda todo el proceso de producción.
Aunque los augurios no son del todo positivos a nivel económico, las compañías van a tener un último intento de conseguir sacar adelante un año raro. Y eso no se consigue dejando de apostar por la comunicación y marketing como algunos piensan para ahorrar cierta partida, sino todo lo contrario, apostando más que nunca por dotarse de una capacidad de mensaje que llegue al usuario final.
¿Cómo llegar al consumidor en este momento?
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Recordando que ahí se sigue
Muchos usuarios tienen dudas de cuáles son las empresas que siguen funcionando con normalidad, cuáles tienen parte de su plantilla y cuáles han tenido que tirar la toalla ante la incertidumbre que llegó a partir de marzo.
En este contexto, es imporante utilizar todos los medios posibles para poder llegar a ellos y recordar que la compañía sigue funcionando, que aunque el tiempo haya hecho que la comunicación no sea tan fluida, los productos y servicios que se ofrecen siguen vigentes.
Hablar de los nuevos protocolos
Es necesario comunicar cuáles son los nuevos protocolos que se están siguiendo en los procesos empresariales. Ya se sea una fábrica o una oficina, es necesario poner en conocimiento del público cómo ha cambiado la forma de actuar y cuáles son los pasos y protocolos instaurados para garantizar la máxima salubridad de productos y, sobre todo, personal.
Solo consiguiendo transmitir confianza es como el cliente volverá a tener en cuenta a la compañía.
No se trata de decir el decálogo de geles hidroalcohólicos o mascarillas que se usan, se trata de los cambios reales que han surgido con este nuevo escenario social y empresarial, cómo se ha buscado garantizar a trabajadores, clientes y demás personal implicado que es un lugar seguro en el que trabajar y que responderá por ellos.
Comunicar cuáles serán los objetivos hasta final de año
Decir que todo está como siempre no es real y la gente lo percibirá como tal. Una de las claves de la comunicación en este momento pasa por empatizar.
Si hay que intentar mejorar los resultados, hay que decir qué medidas se van a instaurar para conseguirlo: promociones, facilidades de pago, facilidades de compra, etc. Todo esto tiene que llegar hasta el consumidor para que entienda el momento de la organización y, si así lo desea, colabore directa o indirectamente en llegar a metas planteadas.
Solidarizarse con clientes, proveedores y sociedad
Este año ha puesto en relieve que la Responsabilidad Social Corporativa no solo es algo bonito en el papel, sino de necesaria ejecución real.
Las empresas que han colaborado de forma estrecha con sus stakeholders cercanos han acabado siendo percibidas como parte de la comunidad y, por tanto, premiadas con la fidelización y percepción de imagen positiva.
La escucha activa se convierte en la clave de la supervivencia.