Nos cansamos de oír en la mayoría de las reuniones que es necesario medir el impacto de las campañas de marketing que se ponen en marcha. Se piden cifras, números, estadísticas, métricas y una línea verde creciente a cada paso. ¿Tiene sentido?
Es cierto que las métricas son imprescindibles para saber valorar el éxito o la necesidad de mejora de determinados movimientos de los planes estratégicos de las empresas. En relidad es la forma de cuantificar el interés suscitado y el retorno de la acción, pero no siempre los números reflejan las cosas.
¿Somos de verdad, como consumidores, conscientes del verdadero impacto de una campaña de marketing bien hecha? ¿Nos preocupa de verdad el trabajo bien hecho o nos quedamos con la frase, lema o música?
El cambio social que comenzó hace unos pocos años y que está empezando a ser cada vez más real con la llegada al consumo y al mercado laboral de lo que se han llamado millenials – que no dejan de ser jóvenes preparados para un mundo digital que ellos llevan con naturalidad ya que son los nativos digitales, mientras otros hemos tenido que adaptarnos a pasos agigantados – ha dado también un vuelco a la forma de entender los entornos para las estrategias de ventas.
Ellos buscan mucho más lo emocional, esa marca que lleva una persona a la que sienten cercana aunque en muchos casos ni siquiera conocen personalmente. Con la que sienten empatía, que opina como ellos, que prioriza lo mismo que les interesa, que, en el fondo, les representa.
Es el dictado del influencer, no de los grandes solo, sino de pequeños microinfluencers que forman parte de los timelines de miles de personas. Pero más allá de la figura del influencer, es la forma que han descubierto las marcas para personalizar el mensaje sin estar casi presentes en el día a día.
Para comprender aún mejor hacia dónde va el marketing hay que tener en cuenta ciertas variables que detallaremos.
Cinco variables de marketing que ahora valen su peso en oro
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Las búsquedas
Mientras que antes el usuario buscaba en las tiendas físicas o incluso en los buscadores, hoy en día las páginas de comparativas y donde los propios usuarios dejan sus experiencias son una de las claves para la decisión de compra.
El usuario busca a otros que ya hayan probado el producto o servicio y quieren que les hablen de su experiencia, no tanto de sus características porque esas las encuentran en la web. Quieren personalizar la experiencia y proyectarla a sus expectativas.
De ahí que cada vez sea más importante incluir una parte más visual y audiovisual a cualquier mensaje. Algo que a golpe de vista llame la atención y le presten los sentidos a comprenderlo.
Plataformas
Hay que estar en todas partes, pero adecuando el mensaje a cada sitio concreto. si hay una red que no se conoce demasiado, mejor investigar antes de lanzarse. Pero en todas debería darse un poco de movimiento ya que cada una tiene su público y, en definitiva, el de todos.
Es clave llegar a la plataforma, red o web de consulta del público objetivo, pero cada una tiene un lenguaje y una forma de interacción distinta a la que ess necesario adecuarse.
Mientras antes bastaba con viralizar un contenido, hoy es mucho más importante que ese cliente que llegue entienda el mensaje y sea el que busca, que empatice y se convenza de que es lo que de verdad quiere.
Adecuar el slogan y la forma de presentarse a cada caso concreto es un punto ganado. Una nota de prensa a tiempo en el lugar adecuado publicada es vital. Da a conocer las opciones y posibilidades y permite al lector conocer los beneficios de su decisión y la mejora en las condiciones de compra.
Buscar al público también en los mercados emergentes
Aunque pensemos que el usuario está en la red, lo cierto es que la brecha entre unos mercados y otros aún es notable.
La previsión de los expertos dicen que esta se fundirá hacia 2020, sin embargo la llegada de un público masivo del este y de oriente próximo está cambiando también la forma de entender el marketing.¿Por qué grandes superficies tienen delegaciones especializadas en ese público en sus centros? Porque aunque distintos, son interesantes como compradores y traen una forma distinta de comprender las transacciones.
Apostar por buscar a ese público emergente y llevarlo a su idioma y lenguaje puede ser la clave para un crecimiento de vértigo, más aún si no se ponen límites geográficos sino que se atiende a la demanda online.
¿Has oído hablar de las técnicas del neuromarketing?
Parece que es una subdisciplina que llegó para quedarse, apelando al propio «core de marca».
Se trata de anticiparse al usuario y ofrecerle lo que de verdad mueve sus sentimientos. El futuro está aquí y hay cientos de estudios de conducta que avalan que es viable y posible hacerlo.
Unido con las pruebas que se han llevado a cabo a nivel científico y que han demostrado su efectividad, hace que apelar a las emociones sea el camino a seguir. De hecho, por lo que dicen los expertos, aún hay recorrido para hacerlo hasta 2023.
Procesar el big data
Aunque el marketing digital lo aparcaban las empresas solo para su estrategia en redes sociales, hay que contar con el crecimiento que está teniendo todo lo relacionado con las ventas online. Procesar y ser capaz de sacar partido a los datos que se disponen y aplicar también parte de la IA que está desarrollándose a nivel corporativo es vital para escuchar al usuario final y ofrecerle una experiencia que quiera repetir y recomendar.
Una realidad que cambiará la forma de interactuar, que permitirá solventar problemas mayores en el futuro y que permitirá seguir trabajando en la excelencia facilitando procesos.