La economía de Latinoamérica, sin duda alguna, está atravesando por una de las peores crisis de la historia contemporánea. Esto se debe a tres factores que establecen lo que se conoce como la tormenta perfecta.
Por un lado, la pandemia del coronavirus, por otro, la reducción en la demanda china y, por último, el desplome de los precios del petróleo.
Todo lo que hay que saber sobre la crisis económica latinoamericana
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Recesión en la economía latinoamericana
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimaba, para el fin del primer trimestre de este año, un crecimiento del 1,2%. Sin embargo, el avance inclemente del coronavirus, así como la inestabilidad de los precios del petróleo, han echado por tierra estas predicciones.
Se cree que en el año 2020, estos dos factores pudieron generar una caída del 8,1% del PIB en la región y, aunque naciones como Perú, Ecuador y Chile, habían presentado un ligero repunte a finales de ese año, la recesión en la economía china causó una reducción importante de las exportaciones hacia ese país, agravando aún más la crisis latinoamericana.
Se estima que hasta la fecha, los factores anteriormente mencionados han causado el cierre de 2.700.000 empresas en la región, lo que viene a representar el 20% del parque industrial.
Así mismo, se cree que el turismo y el comercio en conjunto, han tenido una caída del 36,8% lo que ha causado una gran cantidad de desempleos que ha afectado a la economía de los países en sumo grado.
Se cree que el 20,7% de las microempresas existentes en Latinoamérica desaparecerán y que aquellas actividades económicas consideradas no esenciales se mantendrán en descenso, tal como ocurrió en el mes de diciembre de 2020.
Un hecho que ha permitido mantener los niveles de empleo aceptables ha sido el llamado teletrabajo, método mediante el cual algunas personas realizan ciertas labores valiéndose para ello de internet.
Un sector de la economía latinoamericana que se ha visto francamente afectado ha sido el informal. Es decir, el sector donde trabajan todas aquellas personas que no poseen un contrato y tampoco tienen derechos laborales.
Aunque muchos estiman que su aporte a la economía no es relevante, basta comentar, por ejemplo, que el 73,2% de los trabajadores en Bolivia pertenecen a este sector. Esto indudablemente representa un duro golpe a la macroeconomía de las naciones, donde el segmento de la informalidad es muy amplio.
Deuda y déficit público
Es innegable que los ingresos de los países se han visto mermados con la crisis económica. Un hecho que agrava aún más la situación es que los gastos del sector público se han elevado considerablemente e incluso la recaudación de impuestos se ha visto afectada seriamente debido al cierre de las actividades laborales.
Algunas naciones establecieron durante el año 2020 acciones de ayuda para los más desposeídos, quienes se vieron seriamente afectados por el confinamiento social.
Ante todo esto, los gastos aumentaron y al no tener suficientes ingresos, la mayoría de los países han tenido que hacer uso de sus reservas, sobre todo para financiar los instrumentos de ayudas directas a los hogares.
Por ejemplo, se estima que Brasil y Argentina aumentaron su deuda interna en un nivel que se acerca casi al 100% del PIB y que el déficit público ronda el 10% de ese mismo indicador.
Por otra parte, las exportaciones cayeron un 10,1% en la región latinoamericana y, sumando a esto el desplome de los precios del petróleo, no es difícil entender la rozón de que naciones como Panamá, Colombia, Ecuador, Paraguay, México y El Salvador, hayan visto resentidas sus economías de tal forma que se cree que la recuperación de la misma no será posible sino hasta mediados del año 2022.
Caso aparte merece Venezuela que, como se sabe, desde el año 2018 vive una permanente crisis social y económica. Se estima que sus exportaciones hayan caído casi en un 78%, haciéndose esto más palpable en los últimos meses de 2020 y en el primer trimestre de 2021.
Así mismo, las remesas que reciben los ciudadanos venezolanos de parte de sus familiares que se encuentran en el extranjero, se redujeron aproximadamente un 21,3% durante el 2020, por lo que no se vislumbra ninguna salida favorable a la crisis.
Crisis económica incrementa la pobreza en latinoamerica
Destrucción del empleo, reducción del comercio, cierre del parque industrial y disminución en las inversiones, han generado uno de los mayores incrementos de la pobreza en la región latinoamericana.
Tan solo en el año 2020, se sumaron 28,7 millones de personas que pasaron a engrosar la lista del umbral de la pobreza, haciendo un total en Latinoamérica de 214 millones de ciudadanos.
La Comisión Económica para Ámerica Latina y el Caribe, organismo estadístico dependiente de la ONU, informó que, según sus proyecciones, de 620 millones de personas que viven en la región latinoamericana, para finales de este año podría haber un total de 220 millones de pobres.
A menos que los organismos multilaterales de financiamiento intervengan y se establezca un plan de acción económico coherente, para mediados del 2022, la cifra podría llegar a 240 millones de pobres.
Si bien es cierto que la prioridad de los países del mundo es proteger la salud de las personas y contener la propagación del Covid-19, si no se realizan acciones de forma paralela para proteger la economía, se estima en Latinoamérica una catástrofe humanitaria sin precedentes.
En tanto, las naciones de la región han comenzado a restructurar sus deudas pero es muy difícil que los inversores puedan ceder a las pretensiones de los países, los cuales desean condiciones favorables para poder pagar los créditos y a su vez establecer sistemas de ayuda para las familias más vulnerables.
China y Latinoamérica
En el año 2018, China pasó a convertirse en el segundo socio comercial de Latinoamérica, pero durante el 2020 redujo las importaciones con el fin de utilizar el inventario de insumos y materia prima que tenía almacenados. Esto generó que no se realizaran nuevas compras a los países latinoamericanos.
Aunque esta situación fue de carácter temporal, indudablemente, se vieron afectadas las exportaciones en los países de la región, agravando aún más la economía.
Para muchos economistas, la contracción económica en Latinoamérica será mayor que la esperada y, a menos que las naciones puedan tomar medidas macro, la recesión se mantendrá durante todo el 2021, permitiendo que el viejo fantasma del hambre se haga presente en la región.