La acción global, nacida de una iniciativa artística sudamericana, invita a millones de personas a unirse en silencio por la Paz el próximo 21 de septiembre
Desde principios de septiembre, pantallas publicitarias de varias ciudades de España, Portugal y Holanda comenzarán a reproducir una imagen sencilla pero poderosa: una vela encendida sin palabras, logotipos ni referencias políticas o religiosas. Esta imagen, que simboliza una llamada colectiva a la unidad, marca el inicio de una nueva edición de Ensayos para la Paz, una acción global que busca inspirar reflexión, empatía y conexión humana en el Día Internacional de la Paz, el próximo domingo 21 de septiembre.
Por segundo año consecutivo, la iniciativa convoca a personas, empresas, instituciones y organizaciones de todo el mundo a reemplazar los contenidos de sus pantallas —públicas y privadas, grandes o pequeñas— con la imagen de una vela encendida por la Paz, acompañada por repiques de campanas, meditaciones colectivas o simples momentos de silencio.
Una red global de luz y unidad espiritual
La edición 2024 fue un éxito inesperado. Más de 20.000 velas se reprodujeron en pantallas publicitarias y culturales en todos los husos horarios del planeta: desde Auckland, Nueva Delhi o Nueva York, hasta Buenos Aires, Barcelona, Ushuaia y Hawaii. La acción, iniciada hace más de veinte años en San Francisco, EE.UU. por el artista argentino Martín Bonadeo, se ha convertido en una red en expansión con miles de participantes, incluyendo ONGs por la Paz, empresas de medios, cámaras de publicidad exterior y ciudadanos que se suman como nodos globales de luz.
“Cada llama representa un alma que busca tranquilidad y se eleva como una oración por la solidaridad mundial cada 21 de septiembre”, afirman desde la organización.
Casos emblemáticos y aliados clave
En 2024, Argentina fue sede principal del proyecto, con participación de 30 museos federales en casi todas las provincias. Desde el Museo Nacional de Bellas Artes hasta espacios culturales más pequeños, las velas brillaron gracias a la gestión de Matilde Llambí Campbell.
En Ushuaia, la acción alcanzó incluso la Base Marambio en la Antártida, gracias al liderazgo de María Alejandra Rosell del Museo Marítimo local. En Valencia (España), el reconocido compositor Llorenç Barber compuso una partitura original que fue interpretada mediante repique de campanas al mediodía y medianoche, generando una atmósfera única de comunión sonora.
El proyecto también contó con el respaldo de organizaciones internacionales como International Cities of Peace, Pathways for Peace (PTP), Mil Milenios de Paz y Naciones Unidas. Cámaras globales como WOO (World Out of Home Organization), ALOOH (Latinoamérica), OAAA (EE.UU.), OHMSA (Sudáfrica) e IOAA (India) facilitaron la difusión masiva de la imagen en miles de pantallas alrededor del mundo.
“Si bien es difícil calcular el alcance exacto, se estima que millones de personas vieron las velas, dado que cada pantalla de OOH puede tener una audiencia de miles”, explicó Guillermo Caro, especialista en campañas con causa social y miembro del equipo.
La Hora de la Paz: las campanas también se unen
Las campanas, históricamente símbolos de llamado y comunión, se suman a esta acción global. La melodía compuesta por Llorenç Barber será ejecutada en campanarios de todo el mundo a las 12:00 y a las 00:00 h del 21 de septiembre.
Una ola de paz global en 2025
Este año, Ensayos para la Paz contará con un impulso aún mayor. Desde principios de septiembre, las primeras pantallas encendidas ya se verán en España, Portugal y Holanda, y a partir de mediados de mes, se sumarán más de 30 ciudades en todo el mundo. Sectores como el cultural, educativo y deportivo también se han unido, mostrando que este mensaje trasciende el ámbito publicitario.
“Este proyecto no tiene fronteras. Es una invitación abierta, diversa e inclusiva para resonar juntos con toda la humanidad”, concluyen desde la organización.
El próximo 21 de septiembre, apaga el ruido y enciende una luz.
Únete a la ola global de Paz.