Para ayudar a reducir el impacto de los fertilizantes y pesticidas químicos en el medio ambiente y garantizar la productividad frente a las amenazas del cambio climático —contribuyendo así a la sostenibilidad de la producción alimentaria mundial — la startup InEdita Bio ha creado una plataforma de edición del genoma aplicable a todos los cultivos agrícolas. Con esta plataforma es posible desarrollar variedades resistentes a plagas y enfermedades, variedades con mayor capacidad de fijación biológica de nitrógeno y variedades más resilientes a la sequía y a las altas temperaturas. La startup actúa como una empresa de inteligencia en Ciencias de la Vida, utilizando ingeniería molecular para aumentar la sostenibilidad del agronegocio.
La plataforma de InEdita Bio permite la edición de genes vegetales claves involucrados en el metabolismo y el desarrollo celular, lo que posibilita mejorar cualquier característica agronómica deseable. La plataforma InEdita puede utilizarse con cualquier método de transfección celular, incluidas tecnologías que emplean herramientas biológicas como Agrobacterium tumefaciens, o herramientas físicas como la biobalística de micropartículas o los nanotubos de carbono.
“Las plantas editadas genéticamente por InEdita Bio requieren menos agua y menos aplicaciones de fertilizantes y pesticidas químicos que los cultivos convencionales”, explica el profesor Paulo Arruda, cofundador y CEO de InEdita Bio.
Para poner en perspectiva el potencial impacto positivo: el 70% del consumo de agua dulce del planeta se utiliza para la producción de alimentos, según datos de la ONU. En Brasil, donde la actividad agrícola es extremadamente intensa, este porcentaje puede ser aún mayor. Además, la producción de granos tiene actualmente un alto costo debido a los insumos utilizados. Por este motivo, soluciones como las de InEdita Bio pueden representar un punto de inflexión en la producción de alimentos en Brasil y en el mundo, ya que la biotecnología ha demostrado ser una herramienta clave para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.
“Hoy, alrededor del 90% del maíz, algodón y soja cultivados en Estados Unidos incorporan biotecnología —y los agricultores están adoptando cada vez más la biotecnología en otros cultivos como la alfalfa, la remolacha azucarera y la canola”, añade el investigador. “Brasil, con su clima extremadamente favorable, tiene el potencial de aumentar aún más la producción de los principales cultivos. Pero necesitamos mejorar significativamente la sostenibilidad de nuestra agricultura, y para ello necesitamos soluciones que consideren la preservación ambiental, la productividad y la eficiencia en el campo. Brasil es uno de los mayores productores agrícolas del mundo, líder en la producción de soja y responsable del 40% de la producción global. Sin embargo, nuestra soja depende en gran medida de los pesticidas químicos, con un costo económico cercano a los 3 mil millones de dólares al año”, explica Arruda.
Fundada en 2022, InEdita Bio está formada por cinco científicos, todos doctores en biotecnología. La empresa forma parte del portafolio de Vesper Ventures, un fondo venture builder enfocado en biotecnología avanzada, que proporcionó la primera inversión pre-seed. La inversión inicial permitió a los investigadores establecer la prueba de concepto. Ahora, con una plataforma validada y una patente internacional presentada ante la USPTO, la empresa ha comenzado negociaciones para licenciar sus soluciones. “Hemos atraído la atención de empresas comprometidas con el desarrollo de alimentos sostenibles y también interesadas en preservar la biodiversidad”, comenta Viviane Silva, Chief Scientific Officer de la startup.