La Cajita Feliz, la nueva creación dramatúrgica de Milagros Tupiño bajo la dirección de Bea Heredia, llega al Teatro Barranco para ofrecer una mirada honesta, íntima y profundamente humana sobre las luchas emocionales que atraviesan muchos adolescentes hoy. La obra propone un viaje sensible hacia lo que evitamos mirar, pero necesitamos nombrar.
Una historia sobre lo que no se dice, pero pesa
La puesta en escena sigue a Rafaela y Ernesto, dos jóvenes que se esfuerzan por sostener una versión perfecta de sí mismos: esa “cajita feliz” que muchos creamos para mostrar al mundo, incluso cuando por dentro todo está desordenado. Conforme los silencios se vuelven más pesados, emergen temas como la depresión adolescente, los trastornos alimenticios, la presión familiar, el consumo de sustancias, la búsqueda de identidad y los pensamientos intrusivos.
A través de un lenguaje teatral que combina intimidad, ritmo y verdad emocional, La Cajita Feliz nos invita a cuestionarnos qué mostramos… y qué ocultamos.
Un equipo joven que apuesta por la verdad emocional
Dirigida por Bea Heredia, la obra cuenta con las actuaciones de Aric Bernal, Verónica Infantes y Diego Zúñiga, quienes interpretan personajes vulnerables y profundamente empáticos.
La dramaturgia es de Milagros Tupiño, la iluminación está a cargo de Claudia Salcedo, y la escenografía y vestuario, que construyen el mundo íntimo de cada personaje, son creación de Claudia Castro.
La producción general está a cargo de TRIARTE Producciones, conformada por Camila Pérez, Milagros Tupiño e Inti Carbajal.