Hace ya bastante tiempo que se está hablando de la función de los textos diseñados y redactados por un copywriter para las empresas.
De hecho, el copywriting es el heredero en lo que a innovación en puesto de trabajo se refiere del Community Manager de hace unos años.
En realidad, poca gente termina de entender la relevancia de esta función dentro de la empresa y, sobre todo, dentro del departamento de Marketing y Comunicación, pero, sin duda, es quizá, junto con quien diseña las campañas de SEO y SEM – por cierto, deben trabajar en esto codo a codo – una de las claves del éxito para la compañía.
Un copywriter es la persona encargada de dar con los textos publicitarios que motiven al público a moverse, saber más y, por ende, acabar consumiendo el producto o servicio que ofrece la compañía. ¿Se trata solamente de un eslógan?
Nada más lejos de la realidad. Aunque parezca algo sencillo, dar con una persona capaz de entender cuál es el mensaje para desintegrarlo y volver a crear algo que sea llamativo, que impacte de verdad en el público sin ser excesivamente agresivo y que de verdad haga que se fijen en ello es, en realidad, algo complicadísimo.
Hay que tener en cuenta que el mundo en el que actualmente nos movemos no para de buscar el impacto en el consumidor: cuñas de radio, anuncios en televisión, banners, pop ups, vallas publicitarias, sms… Solo saliendo de casa la cantidad de información publicitaria que llega al consumidor es tremenda.
De ahí la relevancia de contar con un buen copywriter que sea capaz de traducir todo ello tanto dentro de la empresa como a través del gabinete de prensa externo.
Los 5 mandamientos que todo copywriter y empresa debería tener en cuenta
Contenido del artículo:
Devorar libros, textos y publicidad
Para escribir, nada como leer. Aunque esto es algo lógico, nunca antes fue tan importante. La claridad que ofrecen los distintos formatos y textos permite que, un buen copywriter, sea capaz de adaptarse a cada formato de forma correcta. Impactar en verso puede ser una forma original de ganar a los competidores. La rima, el rap, un texto como si de un tratado medieval se tratara…todo vale en el mundo de la publicidad corporativa. Y si es en forma de texto, más. De ahí que la persona que se haga cargo de la parte creativa de los textos debe ser un consumidor de literatura casi casi para llevar a terapia.
Hay que pensar que no se trata solo de textos de anuncios, sino del resto de textos que se utilizarán a nivel corporativo en cualquier documento.
Creatividad y persuasión
La creatividad es la clave de cualquier profesional que se dedica al marketing. Para conseguir darle la vuelta al mensaje, es necesario ser capaz de entenderlo de forma completa.
El ser capaz de traducir a un lenguaje que sea persuasivo el contenido informativo de la empresa pasa precisamente por la originalidad, la creatividad y la persuasión.
De ahí que el copywriter sea un perfil muy concreto, con ideas muy dispares que sean capaces de dar ese toque original a toda la comunicación, pero para ello hay también que dejarle hacer, no marcar pautas cerradas porque eso provocaría que no pudiera desarrollar todo ese componente distinto a lo que se ha hecho antes.
Filtro de la información
Una de las principales funciones que tiene este tipo de perfil de trabajo y el copywriting en general es el conseguir que la audiencia se mueva.
Para ello, debe ser capaz de filtrar la información y quitar toda la paja de alrededor. Es decir, el mensaje debe ser claro, conciso y estar desnudo de cualquier distracción.
Por norma general quienes no se dedican a esto buscan incluir datos y datos y datos con la excusa de «ya que estamos, podemos meter esto también». ¡No!
La función está clara: para dar ese toque irrepetible para la marca hay que alejarse de lo que se hacía antes y apostar por mensajes que, desde la originalidad y el contexto propio, destaquen por ser directos y sencillos.
Un copywriter no es un creador de contenidos
El copywriter es original, es el redactor creativo, el que rompe con lo que es tradicional. Por ello no debe confundirse con el creador de contenidos al uso, tradicional y que solo debe meter información en los blogs como si de un mantra se tratara.
La función de este perfil concreto es, precisamente, de lo que el resto de redactores publica, sacar la punta y llevarse a su terreno una idea que destaque del resto para conseguir revertir en una promoción efectiva para la empresa.
El copy busca esa idea creativa como si de una bombilla se tratase que de repente se alumbra.
Se trata de promoción, no venta
No se puede en realidad trasladar el trabajo de copywriting a una hoja de resultados porque sería un error. La función es promocionar de forma creativa la empresa y sus productos, mover al consumidor, pero para conseguir la venta está tanto la parte de marketing puro como la parte comercial.
Es clave entender esto. El copy da marca, crea marca, diferencia marca, pero la marca debe vender por sí misma.