Mejorar la alimentación en busca del bienestar es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, aprender a integrar en el día a día una dieta más saludable no significa solo contar calorías o seguir la última tendencia en nutrición.
“Hoy en día, un enfoque integral, que incluye la dimensión holística del bienestar, ofrece una forma más equilibrada y sostenible de cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu” explica Cristina Calcerrada, quien ha integrado toda su formación en una consultoría de nutrición online en Murcia.
¿Cuáles son sus principales consejos para abordar los cambios?
- Optar por alimentos frescos y naturales
Uno de los primeros pasos para mejorar la alimentación es reducir el consumo de alimentos ultraprocesados ya que pueden contener altos niveles de azúcar, sodio, grasas trans y aditivos que afectan negativamente la salud. En su lugar, la recomendación, y más llegando desde una provincia con tradición hortofrutícola, es incorporar frutas, verduras, legumbres, granos integrales, frutos secos, proteínas magras y grasas saludables.
- La hidratación, clave en el bienestar
El agua es vital para todos los procesos del cuerpo. Mantener una hidratación adecuada favorece la digestión, mejora la piel, regula la temperatura corporal y ayuda en la eliminación de toxinas. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, aunque la necesidad puede variar según la actividad física, el clima y otros factores personales.
- Escucha activa de las necesidades
Una rutina y escucha consciente implica prestar atención a las señales internas de hambre, saciedad y necesidad. Comer lentamente, sin distracciones, permite que el cerebro registre la saciedad a tiempo, evitando el exceso. Este hábito también ayuda a disfrutar más los alimentos y a establecer una relación más saludable con la comida. Escuchar sus tiempos y necesidades fortalece el conocimiento real de la demanda de ingestas.
- Planificación real de los menús
Tener un plan de alimentación semanal ayuda a evitar decisiones impulsivas y poco saludables. Cocinar en casa permite tener control sobre los ingredientes y las porciones. Además, planificar puede ayudar a ahorrar tiempo y dinero, reduciendo la dependencia de comidas rápidas o poco nutritivas.
- Incorporación de la la perspectiva holística del bienestar
“La salud no depende únicamente de lo que se come. Un enfoque holístico reconoce la conexión entre cuerpo, mente y emociones. El estrés, el sueño, la actividad física y las relaciones personales también influyen en cómo se asimilan los alimentos y en el bienestar general” comentan.
Algunas prácticas holísticas como el yoga, la meditación, la aromaterapia y la respiración consciente pueden complementar una buena alimentación, reduciendo la ansiedad y promoviendo un estado mental más equilibrado.