En un momento clave para la transformación empresarial, la organización Common Consulting Community llevó a cabo la mesa redonda «Criterios Ambientales, Sociales, de Gobernanza y Salud empresarial (ASG+S) en las empresas mexicanas: del reto regulatorio a la ventaja competitiva», reuniendo a referentes de distintos sectores para dialogar sobre el papel actual y futuro de las empresas en la regeneración social, económica y ambiental de México.
El evento, realizado en las instalaciones de CRIT Sonora y moderado por el periodista sonorense Edgar Molina, contó con la participación de portavoces de las empresas Carte Arquitectos, FERSA, Ario Publicidad, el Sindicato de Mujeres Hiaki, así como la organización anfitriona, Common Consulting Community para poner sobre la mesa cómo estos retos, deben trascender su enfoque regulatorio y convertirse en una palanca real de transformación empresarial.
Según el Foro Económico Mundial, el 83% de los inversionistas institucionales considera que los riesgos ASG tienen un impacto directo en el desempeño financiero a largo plazo. Sin embargo, en México, menos del 30% de las empresas integran efectivamente estos criterios en su estrategia de negocio.
Del ASG al rediseño del modelo empresarial
Iniciando la conversación, los ponentes coincidieron en que dichos criterios han sido abordados por muchas empresas solamente como un «checklist» de cumplimiento. «Desde Common Consulting Community creemos que las empresas deben rediseñarse no solo para mejorar el mercado, sino para ser realmente adecuadas para el mundo. Esto implica replantear cómo generan riqueza y cómo cumplen su propósito, desde un enfoque que también repara lo dañado», afirmó Eduardo Almada, CEO y cofundador de la Common Consulting Community. De igual forma, esta organización, está impulsando el concepto de liderazgo regenerativo, el cual plantea que el verdadero liderazgo no solo construye, sino que también sana, alineando empresa, familia y gobierno.
Regulación VS. transformación sistémica
Si bien, los retos ASG nacieron como una respuesta al cumplimiento normativo, el verdadero cambio ocurre cuando las empresas los adoptan como una guía para evolucionar su modelo de negocio con conciencia y responsabilidad social. Esto implica no solo ajustar prácticas, sino también revisar los sistemas de liderazgo, la cultura organizacional y la relación con los grupos históricamente excluidos.
Alejandra Millán, fundadora y presidenta del Sindicato de Mexicano Hiaki, resaltó la necesidad de salir del discurso nostálgico de los «tiempos pasados» para adaptarse a las nuevas formas de trabajar. «Nos cuesta mucho entenderlo, pero ya no podemos vivir en los tiempos de antes. Hoy se trata de inspirar y activar a los jóvenes desde otro tipo de liderazgo, más cercano y menos autoritario». Su organización disruptiva capacita mujeres en oficios técnicos, como plomería o mantenimiento de paneles solares, de forma independiente al gobierno. «Si rescatamos a una mujer, rescatamos una familia. Cada quien puede hacer su parte».
ASG como ventaja competitiva regenerativa
Si bien, se ha pensado que cumplir con estos retos es solamente una carga operativa, los portavoces debatieron sobre la gran ventaja competitiva que representa. Las empresas que lo hacen desarrollan mejores relaciones con sus comunidades, reducen riesgos y aumentan su capacidad de innovar. Por su parte, Ario Bojórquez, CEO y fundador de Ario Publicidad subrayó que muchas soluciones deben venir desde fuera de la organización para poder adaptarse a las necesidades del mundo actual en un contexto digitalizado: «Nos hace falta admitir que necesitamos acompañamiento, capacitación, mentoría externa. El cambio empieza en el líder, reconociendo que no lo sabe todo… hoy en día, estamos en una amalgama de generaciones, y eso nos obliga a transmitir valores humanos en medio de tanta transformación digital».
Hacia un liderazgo regenerativo
En un contexto donde conviven diferentes generaciones en los espacios laborales —cada una con sus propios valores, ritmos y expectativas— el liderazgo regenerativo también debe asumir un rol de mediador. Según Deloitte, el 49% de los jóvenes de la Generación Z considera que sus valores están en conflicto con los de sus empleadores, lo que refleja la necesidad de renovar no solo los procesos, sino también la cultura empresarial.
En este tenor, Luisa Siqueiros, CEO y fundadora de FERSA, Contenedores marítimos compartió su experiencia liderando una empresa familiar multigeneracional. «Me di cuenta de que muchas veces el problema no está en los colaboradores, sino en el liderazgo. Si el ambiente no está bien, la gente se va, aunque la empresa sea exitosa». Apostar por escuchar, empoderar y formar entornos seguros es, para ella, la base de la permanencia: «No se trata solo de ganar dinero, sino de dejar un legado. Las empresas que perduran son las que construyen desde el respeto y la conexión con las personas».
Por su parte Juan Pablo Camou, CEO y fundador de Carte Arquitectos, habló sobre el desafío de conectar con nuevas generaciones sin perder el valor del esfuerzo. «El reto está en cómo embonar lo nuevo con quienes venimos de otra escuela. Hoy muchos jóvenes no quieren horarios ni estructuras, pero también hay que decirlo: sin un mínimo de esfuerzo no se avanza. Se trata de encontrar un punto medio. Si cada quien pone su porcentaje, se puede armar una buena receta».
Enfoque: una sostenibilidad que no excluye la rentabilidad
La mesa redonda concluyó con una visión común: integrar la sostenibilidad en la estrategia no significa renunciar a la rentabilidad, sino redefinirla en términos más amplios y compartidos, reafirmando así el compromiso de seguir trabajando desde la empresas por una transición hacia modelos más conscientes.
Este espacio dejó claro que la transformación no depende únicamente de regulaciones externas, sino del liderazgo interno y del valor de crear organizaciones que trasciendan su función económica para convertirse en agentes de cambio, ya que las empresas tienen hoy una oportunidad histórica de reconstruir confianza, regenerar sus entornos y contribuir activamente a una sociedad más equitativa, resiliente y colaborativa.