Hablar de Manuel Moreno es hacerlo de uno de los periodistas que más experiencia y conocimientos tiene no sólo de internet sino de las redes sociales. Al frente de Trece bits desde hace más de una década, ha visto cómo ha ido evolucionando no solo la digitalización corporativa sino la forma de afrontar los retos en redes sociales desde las empresas y, también, por qué no decirlo, desde perfiles particulares.
Acaba de lanzar al mercado el que es su quinto libro, Followers, y hemos querido aprovechar para conocer un poco más a fondo qué opina de todo lo que se está viviendo actualmente con la entrada de la IA y con la evolución de los seguidores.
En primer lugar, enhorabuena por el lanzamiento del que ya es tu quinto libro, Followers. En él tratas de dar ciertos consejos no para conseguir seguidores de forma artificial sino para gestionar las comunidades que se crean. ¿Se ha pasado entonces de la cantidad a la calidad en redes sociales?
Así es, la calidad es lo que verdaderamente importa, la creación de lazos de afinidad con otras personas en las redes sociales, con las que podamos compartir intereses en común y a las que podamos aportar valor. Si somos capaces de crear comunidades de seguidores basadas en ese principio, podremos conseguir aquello que nos propongamos en Internet: obtener más relevancia, cambiar de trabajo, dar a conocer nuestros productos y servicios e incluso ganar dinero, que también se puede.
Si nos dejamos llevar únicamente por la cantidad, lo que haremos será satisfacer nuestro ego al ver una cifra crecer, pero si no construimos esas relaciones con los seguidores, no interactuarán con nosotros, no atraerán a otros miembros a la comunidad, no les interesarán nuestros productos y servicios… Debemos dejar de lado la cantidad para centrarnos en trabajar la calidad.
¿Por qué es importante un libro como este hoy en día cuando se compran también los followers desde cientos de plataformas internacionales?
Precisamente por lo que indicaba anteriormente. Esos seguidores comprados, que en muchos casos son perfiles vacíos, sin foto de perfil ni publicaciones, no interactuarán con nosotros, realmente no les interesarán nuestros productos, ni lo que publiquemos… sólo ayudarán a aumentar una cifra, pero no nos permitirán lograr ese objetivo que nos hemos propuesto.
Comprar seguidores sólo sirve para engañarnos a nosotros mismos. Quizá en algún momento puntual también engañemos a otra persona o alguna empresa que confíe en nosotros, pero será fácil que se den cuenta al poco tiempo de que nuestro perfil ha sido engrosado con cuentas artificiales. Entonces quedaremos en ridículo.
En él pretendes ofrecer una guía para que, de verdad, se saque partido a esos seguidores. ¿Cuál es el verdadero enfoque de estas nuevas comunidades de seguidores que sería útil para una marca o perfil?
El enfoque debe estar compuesto siempre por dos ingredientes: honestidad y transparencia. Y debemos desarrollar ese enfoque con la fórmula antes mencionada: mediante la creación de comunidades de seguidores online reales, activas y en las que se generen lazos de afinidad y confianza. La verdadera influencia en Internet es la que está basada en comunidades de seguidores reales, no en números engrosados de manera fácil y rápida, por un puñado de euros.
¿Cómo definirías, con la experiencia de décadas, la evolución de las redes hasta hoy? ¿Cuál es el papel de las marcas en este nuevo medio? ¿Han sido pioneras o han ido a remolque de figuras que, como influencers, han ido marcando el camino?
Ha habido de todo. Ha sido un camino tortuoso y no siempre fácil. Desde la creación de los primeros perfiles corporativos en redes sociales, a finales de la década de los 2000, se empezó a hablar de la figura del Community Manager. Lo que en un principio traía mucho humo y promesas a las empresas de obtener beneficios sólo por abrir perfiles sociales, fue convirtiéndose en una pieza fundamental en el engranaje de cualquier compañía. Ha costado casi 15 años -y aún queda- que muchas empresas entiendan que esta figura ha de ser un profesional, formado y cualificado, para que puedan conseguir realmente sacar partido a las redes sociales.
Aunque haya excepciones, es una buena noticia la profesionalización del Community Manager y la manera en la que las empresas están cambiando su mentalidad para entender que necesitan apostar por los canales sociales de una manera profesional si quieren obtener resultados. En el contexto actual, vivir de espaldas a las redes sociales supone no abrirse al mayor escaparate mundial, en el que están ya de forma activa tus clientes y potenciales clientes. Por eso la práctica totalidad de empresas debe entender la mejor manera de estar en ellas y sacarles partido.
En cualquiera de las plataformas existen cuentas llenas de seguidores, pero que parecen fantasmas por la poca interacción que se consigue, ¿cómo se consigue partir de ahí para crear comunidad?
Conseguir esa interacción, que los seguidores comenten, compartan, recomienden… y formen parte de una comunidad activa no es fácil. Requiere mucho esfuerzo y trabajo. En el libro desarrollo un método para, paso a paso, ir creando y consolidando una comunidad. Pero aviso que no es trabajo fácil. Por eso es imposible crear comunidad gastando unos euros y comprando un paquete de seguidores. Eso es sencillo, pero no da resultado. Si fuera tan fácil, todos lo haríamos. Yo no invertiría meses en escribir un libro, simplemente tendría que recomendar comprar seguidores y todos seríamos influencers… pero no es así. Y en realidad, me alegra que así sea, que no se pueda comprar la influencia real con dinero.
Desde el portal TreceBits.com has visto en más de 10 años cómo ha evolucionado la digitalización, ¿cuáles serán los retos con la llegada de la IA? ¿Qué se puede esperar del periodismo digital en la era de las redes?
Espero sobre todo que -una vez más- se apueste por la calidad y no por la cantidad. Una IA te puede generar miles de textos en segundos, pero de momento es incapaz de ofrecer calidad periodística real. Sus contenidos suelen ser refritos e incluyen repeticiones y datos inexactos.
Esto no quiere decir que esté en contra de la IA ni del avance tecnológico. Creo que los periodistas debemos usar la tecnología para que nos haga más fácil nuestro trabajo, y esto es posible. La IA nos puede ayudar a hacer textos mucho más ricos, pero siempre tendremos que aportar nosotros valor, ofrecer contenidos de calidad, contrastados… para que el oficio perdure y continúe. Hay periodistas que copian y pegan contenidos de Google Bard o ChatGPT… esos sí que tienen que temer por su futuro profesional, porque no están aportando nada más. Sin embargo, aquellos que empleen las herramientas de IA para hacer mejor aún su trabajo, no tienen nada que temer, al menos en el contexto actual.
Muchos piensan que las redes sociales son solo para jóvenes y millenials. Sin embargo, por las ventas de tus anteriores libros, en los que también abordas cómo gestionar redes para profesionales y para usuarios más particulares, se podría decir que hay cabida para todos. ¿Tienen de verdad edad?
Las redes sociales no son para un determinado grupo de edad en concreto. Cualquier persona que utilice Internet y quiera lograr un objetivo concreto, puede emplearlas y sacarles el máximo partido.
Obviamente lo que querrá conseguir una empresa será distinto a lo que quiere lograr en Internet un joven o una persona de la tercera edad. Pero todos pueden encontrar beneficio en el uso de las redes sociales si las emplean adecuadamente y en base a un objetivo. Por ejemplo, en Facebook el grupo de edad que más crece son las señoras mayores de 55 años, quizá porque buscan relacionarse allí con sus hijos, o porque buscan personas con intereses afines. Quizá Facebook ya no es la plataforma donde están principalmente los jóvenes, estarán en otras… Cada cual busca aquellas que más se adecúan a lo que quiere conseguir, independientemente de su edad.
También estás en contacto, desde un perfil docente, con gente que quiere aprender de esto. ¿Qué diferencia ves en los interesados en este tipo de formación con respecto a hace años? ¿Cómo ha evolucionado ese afán por conocer las redes? ¿Cuál es el papel del nuevo profesional de los medios digitales?
El aspecto positivo es la mayor profesionalización, la mayor conciencia de que es necesario formarse para realmente sacar partido a las plataformas digitales, no solo a las redes sociales. Si quieres crear un podcast, una newsletter… cualquier vía en la que crear una comunidad online, necesitas formarte, aprender… Y sobre todo, si quieres gestionar los perfiles corporativos de una empresa o institución en Internet.
Las empresas han visto un filón a la hora de contactar con su público objetivo por estas nuevas plataformas. Con los nuevos cambios que están ofreciendo desde las principales empresas, ¿Cuáles serán los retos estos próximos años a nivel corporativo? ¿Cuál es la red más interesante para captar la atención?
Es imposible señalar una red como “la más interesante”. Si existiese como tal, todos nos iríamos a utilizarla. Por eso es tan importante definir una estrategia -tanto a nivel personal como corporativo – al estar en las redes sociales. ¿Qué quieres conseguir? En base a tu objetivo, la red más interesante para ti será una u otra. Si quieres cambiar de trabajo, posiblemente sea LinkedIn. Pero no podemos decir en general que “LinkedIn es la más interesante» porque el que quiera retomar el contacto con sus compañeros del colegio o ligar más (objetivos muy lícitos en las redes sociales) no encontrará en LinkedIn aquello que busca.
¿Cómo ves el futuro de los influencers y microinfuencers? ¿Habrá una nueva revolución parecida con la llegada de la realidad virtual o de la IA?
Creo que seguirán siendo vitales en las estrategias de marketing en muchas compañías y que seguirán triunfando -y ganándose bien la vida con ello- aquellos que realmente creen comunidades de seguidores reales, en los que generan una influencia real. El futuro -y el desarrollo tecnológico- hará todavía más fácil descubrir aquellos que realmente no son influencers, por lo que miro hacia el futuro con optimismo.