Se habla mucho y largo de las estrategias de marketing, de cómo llevar el mensaje al público interesado en él, en los productos o servicios de un sector determinado.
Análisis de big data, definición de nichos, uso de redes sociales, acciones con microinfluencers…pero, ¿dónde está de verdad la clave para que cualquier campaña funcione y cumpla con los objetivos impuestos?
En realidad, es sencillo: la clave es definir al cliente. Y, en esa sencillez, es donde estriba precisamente la dificultad.
¿Cómo se define al cliente? Lo primero a tener en cuenta es la tendencia de compra, cada vez más enfocada en la vertiente online. Aproximadamente el 77% de los compradores han realizado de forma habitual compras online.
Nunca antes se habían tenido más datos para poder hacerlo. A través de las búsquedas en los principales buscadores de la red, se pueden sacar muchos datos y conclusiones que son capaces de darle información a las empresas.
El uso consentido de este tipo de información está más que bien pagado hoy en día a través de campañas que son capaces, en redes sociales o incluso en los propios anuncios y promos de los buscadores, de buscar a ese consumidor final, de filtrar todo el ruido para ponerle delante el estilo de producto que quiere, en el momento en el que está interesado.
A todo este cúmulo de información hay que interpretarla y, por ello, se habla de definir al cliente. Pero todo ello, debe llevar de la mano una estrategia de comunicación capaz de hablar con el mismo.
Tres tipos de cliente
Contenido del artículo:
El cliente estacional y ocasional
Es el cliente que busca, de forma ocasional, un producto o servicio por una necesidad concreta. Normalmente, este tipo de cliente busca ese servicio para solucionar algo puntual. Estar presente cuando lo busque, posicionando la marca entre los primeros resultados, trabajando bien las palabras clave y, sobre todo, haciendo que la web sea clara. Probablemente el tipo de empresa que da este tipo de producto o servicio tan concreto en tiempo y forma debe estar a la búsqueda del cliente de forma continuada. Así es como se debe plantear siempre la estrategia, en términos de búsqueda orgánica y posicionamiento SEO.
El cliente fiel
Es un cliente que, gracias a la experiencia previa, sirve de altavoz de la marca y siempre vuelve a ella para buscar sus novedades. Este tipo de empresa que cuenta con este perfil de usuario suele tener productos que son perecederos bien por consumo bien por moda y, su estrategia, debería centrarse sobre todo en conseguir esa fidelización a través de promociones, emailing y también en el servicio de atención al cliente.
El cliente que llega desde la publicidad
Es el ideal siempre que se entienda su demanda. Todo el que llega a través de un anuncio online lo ha hecho atraido por un producto, un precio o un mensaje. Hay que ser fiel a eso. Hay que saber conjugar, en caso de tener multicanalidad en la propia compañía, es decir, tienda física y online, que es probable que el usuario sea el mismo utilizando indistintamente ambos canales. De ahí la importancia de coordinar estrategias que aúnen ambas opciones. Este tipo de perfil es el que hay que buscar en redes, haciendo campañas con filtros y selecciones concretas.