Francia sigue siendo uno de los destinos favoritos para los españoles. Su proximidad y una historia conjunta une estos dos países pese a las rencillas que siempre se ha dicho que había entre sus gentes.
De los aproximadamente 8 millones de viajes al extranjero que se registraron el año pasado, casi 2.4 millones tuvieron como destino alguna ciudad gala.
No hay que olvidar que muchos de los emigrantes durante la guerra buscaron refugio en ciudades como Burdeos, dejando allí parte de su juventud y experiencia, un reclamo que, décadas después, ha servido para que los familiares y amigos hayan llegado a este destino dispuestos a conocer sus calles y disfrutar de todo lo que la ciudad francesa tiene que ofrecer.
Y es que Burdeos se está posicionando como uno de los destinos, por detrás de París, preferido por los españoles. Con más de un 60% de ocupación durante todo el año, algo más de la mitad del turismo que recibe es español.
“Estamos viendo una demanda creciente además en este último año de españoles dispuestos a descubrir las calles de la ciudad con planes tan amenos como las catas de vino y queso, los tours gastronómicos y los free tours por los principales hitos históricos y monumentos de la ciudad. El turista de esta nacionalidad disfruta al apuntarse a nuestras propuestas porque viene con ganas de conocer más” explican desde Free Walking Tours Bordeaux, que explican que su público también es parte de ese 56% de españoles que llegan de turismo de negocios.
¿Qué hace un español en Burdeos?
Esta localidad de carácter vitivinícola del suroeste de Francia tiene mucho que ofrecer a quien se decante por visitarla.
Una de las principales ventajas, que está haciendo que empiece a ser un destino de moda, es la conexión aérea que tiene con nuestro país, que hace que sea sencillo llegar hasta ella.
Una vez allí, tan solo serán necesarios dos o tres días para disfrutar de lo básico que tiene que ofrecer.
La Place de la Bourse, la Catedral de Saint André, la Puerta CAilhau, el Gran Teatro, el Puente de Pierre…son muchos los hitos monumentales, pero también está su gastronomía y, sobre todo, uno de los planes que más convence al turismo: la cata de vinos.
El vino de Burdeos, con su riqueza aromática y su rojo intenso, conquista los paladares del público español en sus distintas variedades, que van del Cabernet Sauvignon al Cabernet Franc o el Merlot. Disfrutar de un tour por alguno de los Chateaux y viñedos de la zona se convierte en toda una experiencia para los sentidos que no deja de ser la excusa perfecta para poner rumbo a este destino.