Aunque parezca algo obvio lo que vamos a exponer, son pocas las compañías que saben llevarlo a cabo de la manera adecuada. Empecemos por la frase en la que se basará este artículo: “La comunicación interna es básica para que nuestro equipo funcione de la forma correcta y se implique en los resultados”.
Obvio, ¿verdad? Pues la práctica deja bastante que desear. No se trata sólo de anunciar, mediante comunicados internos, las noticias más relevantes de la compañía (nombramientos, cambios, resultados, etc.), que también es importante, sino de que cada departamento tenga claro cuál es su función dentro del organigrama y sea capaz de hacer un procesamiento de su información de forma útil para el resto.
Pongamos un ejemplo: Si el call center o el servicio post venta que atiende a nuestros clientes no realiza de forma adecuada y puntual los informes de cuáles son las quejas o incidencias más habituales, el servicio de atención al cliente y el resto de departamentos no podrá mejorar los procesos, el producto o servicio para lograr una satisfacción optima de nuestros clientes.
Insistimos, parece algo básico, pero cada vez es más necesario para las compañías, y más tras los últimos años, realizar una auditoría externa de procesos acerca de cómo están funcionando las distintas áreas, cómo podrían beneficiarse de esa información otros departamentos (Marketing, Comunicación, Finanzas, Atención al Cliente, etc) y cómo optimizar así los resultados.
Hace años estas auditorías servían para poner en marcha los cambios que se veían llegar con la puesta en marcha de la empresa en su vertiente online. Hoy, sin embargo, deberían estar más orientadas a conseguir mejor productividad, resultados y calidad de servicio.
Contar con un proceso de evaluación externo permite que, desde una parte no implicada en el desarrollo de las funciones propias de la compañía, se puedan detectar los procesos que no están funcionando como deberían.
Gracias a poder detectar estos fallos, la compañía, los diferentes departamentos, los trabajadores y, por ende, los resultados, mejorarán considerablemente.
No hay que tener miedo a buscar los puntos flacos, puesto que nuestra debilidad puede convertirse en fortaleza tan sólo teniendo claro cómo mejorar el trabajo de nuestros empleados, facilitándoles con claridad sus funciones y cómo realizarlas en el día a día para que sea útil para el resto de los departamentos desde un liderazgo compartido y participativo.
Esto, además, mejora la productividad porque el equipo de colaboradores siente que el esfuerzo es útil para el desarrollo de la propia empresa, que son recompensados, crea equipo y, sobre todo, hace que un empleado o colaborador vele por los intereses corporativos mediante el cumplimiento de sus objetivos individuales inicialmente y de los objetivos departamentales en un segundo nivel.
Estamos seguros de que una auditoría externa de comunicación y un análisis de los procesos de comunicación con tus clientes podrán resultar de gran ayuda para la consolidación o crecimiento de tu marca y empresa. Puedes contactar aquí con nuestro equipo.