Nayib Bukele es considerado uno de los presidentes más polémicos de Centroamérica. Desde que asumió la primera magistratura en el año 2019, cambió totalmente la forma de hacer política en El Salvador.
Actualmente llevó a cabo una acción considerada por muchos como una violación a la carta magna, al destituir y reemplazar a los miembros de la sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia y, por si fuera poco, al Fiscal General, Raúl Melara.
Todo lo que hay que saber sobre las acciones llevadas a cabo por Nayid Bukele en El Salvador
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Causas de la destitución de los magistrados
La política salvadoreña siempre fue tradicionalista, pero, el actual mandatario, durante su campaña, se presentó con un estilo propio, por lo que fue catalogado como el candidato del cambio.
Bukele ha tomado algunas decisiones que han sido consideradas por los viejos políticos como radicales, pero destituir a los jueces de la sala constitucional ha sido, sin lugar a dudas, una de las más arriesgadas.
La Asamblea Legislativa controlada por el partido de gobierno, manifestó que los magistrados habían dejado a un lado el interés colectivo para dedicarse a atender asuntos particulares.
El presidente de El Salvador manifestó que, aunque él había querido establecer políticas especiales para atender la pandemia del Covid-19, la Corte Suprema, con una actitud mezquina y por intereses particulares, había frenado las leyes de emergencia propuestas por el mandatario.
Bukele expresó que esto no se puede permitir ya que mientras los jueces viven una vida holgada y tranquila, el resto de la población tiene que sufrir los embates del debacle económico.
Por otra parte, el presidente negó que su actitud fuese autoritaria y dijo que, bajo ningún concepto, intentaba controlar los poderes del estado, es decir, los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
El mandatario ya había mostrado cuál sería el camino que seguiría si la sala constitucional no apoyaba las leyes propuestas, ya que consideraba que había sido constantemente saboteado.
Es por ello dijo que estaba dispuesto a demandar a los miembros de dicho recinto judicial ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), puesto que estaban no solo violando el derecho a la vida, sino también comprometiendo la salud del pueblo salvadoreño.
Aunque el presidente sabe que la CIDH no tiene la competencia para resolver ningún tipo de controversia entre los poderes que conforman un estado, lo hizo más para preparar a los miembros de su partido sobre las acciones llevadas a cabo en contra del tribunal supremo.
Otras razones
Para muchos analistas salvadoreños, otra de las razones que puede tener el presidente para sustituir a los jueces, es el deseo de endurecer las condiciones de aislamiento de pandilleros encarcelados.
Como se sabe, Nayib Bukele ha sido extremadamente crítico con los delincuentes e incluso se han podido ver algunas celdas donde hay cientos de presos semidesnudos, esposados y sin ningún tipo de medidas que pueda protegerlos de la Covid-19.
Aunque por esta razón el primer mandatario ha sido muy criticado, este ha considerado que hay que tomar medidas drásticas para detener la violencia y la delincuencia de la nación.
La población ha respaldado al presidente por su postura ante las pandillas, aunque los partidos de oposición han calificado sus acciones como violatorias de los derechos humanos.
En la actualidad, la tasa de asesinatos ha aumentado de forma alarmante por lo que se cree que el primer mandatario podría emitir una serie de decretos y políticas a fin de lograr la reducción de la violencia.
Posición de los funcionarios destituidos
Tanto los magistrados de la sala constitucional, como el fiscal general, han calificado la acción llevada a cabo como inconstitucional y han añadido que, sencillamente, se trata de un golpe de estado que pretende controlar todas las instancias de El Salvador.
Por otra parte, las principales organizaciones de la sociedad civil del país se manifestaron en contra de la destitución de los jueces por parte de la asamblea. En tanto, la comunidad internacional ve con preocupación lo ocurrido.
La Casa Blanca expresó en un comunicado que un órgano judicial independiente representa los cimientos de toda democracia y que en todos los estados debe existir separación de poderes.
Ante esto, Bukele respondió que su deseo principal es trabajar de la mano de la comunidad internacional, pero que los salvadoreños se encontraban limpiando su casa y que cualquier acción que se lleve a cabo no es de la incumbencia de ningún extranjero.
De igual forma, analistas políticos del país dieron un espaldarazo a la acción del presidente, ya que dicen que por mandato constitucional, la Asamblea Legislativa puede destituir a los jueces ya que cuenta con la mayoría calificada para ello.
Nayib Bukele ha expresado que lograr la disminución de los niveles de pobreza y violencia, es la meta principal de su gobierno, ya que estas son las causas fundamentales que obligan a los salvadoreños a huir del país.
En tanto, la Organización de Estados Americanos manifestó que no está de acuerdo con las destituciones y que, aun cuando se sea mayoría, no se puede pretender establecer una visión única.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas condenó la reciente destitución de los magistrados y dijo que lo que se pretende es desmantelar y debilitar la independencia del poder judicial.
Nuevo Fiscal General
Al ser destituido el anterior fiscal, Raúl Melara, la Asamblea Legislativa designó a Rodolfo Delgado como nuevo titular de la fiscalía.
Según manifestaron los miembros del poder legislativo, el reemplazo se debió a que Melara tenía relaciones directas con los partidos de oposición y, de alguna manera, esto comprometía la ecuanimidad e independencia de sus acciones.
Asimismo, el nuevo fiscal expresó que trabajará en función de ordenar la casa para que las cosas comiencen a funcionar adecuadamente. También dijo saber hasta dónde llegan sus funciones, y una de estas es determinar cuál debe ser la política de persecución penal que hay que llevar a cabo para garantizar la tranquilidad del pueblo.
Aunque para muchos, el mandatario solo busca deshacerse de los contrapoderes que ponen en peligro su permanencia en el poder, para otros, Nayib Bukele está cumpliendo con la mayor de las promesas hechas durante su campaña presidencial, es decir, trabajar en función del bienestar y la seguridad del pueblo salvadoreño.