La industria de la estética ha presenciado una evolución significativa en los últimos años, especialmente en el cuidado de las uñas. Las técnicas tradicionales han dado paso a nuevas propuestas que ofrecen mayor duración y acabado profesional. Entre ellas, destaca el auge de la manicura semipermanente, una técnica que se ha instalado con fuerza en centros de belleza y entre quienes buscan una alternativa práctica y duradera al esmaltado convencional.
La manicura semipermanente se realiza mediante la aplicación de un esmalte especial que se fija con luz LED o UV, lo que permite que el color se mantenga intacto por hasta tres semanas. Esta durabilidad, junto con el brillo sostenido y la resistencia al quiebre, ha sido uno de los principales motivos de su creciente popularidad. Además, su aplicación no toma más de una hora, lo que la convierte en una opción conveniente para personas con rutinas exigentes que desean mantener una apariencia cuidada por más tiempo.
A diferencia de los esmaltes tradicionales que pueden descascararse en pocos días, este tipo de técnica responde mejor al desgaste diario, sin perder el acabado prolijo que caracteriza a las uñas recién pintadas. Esa estabilidad ha generado una alta demanda en salones de belleza, que han debido capacitar a su personal en técnicas específicas para su correcta aplicación y remoción. Esto ha impulsado también la profesionalización del rubro y la incorporación de nuevas tecnologías.
El mercado ha respondido a esta tendencia con una amplia oferta de productos diseñados especialmente. Marcas especializadas han desarrollado esmaltes de larga duración, top coats y bases protectoras que mejoran aún más la adherencia y reducen el riesgo de daño en la uña natural. Paralelamente, han aparecido kits para uso doméstico, lo que ha ampliado el acceso a esta técnica a personas que prefieren realizar su cuidado estético en casa, con resultados similares a los de un salón profesional.
Desde una perspectiva estética, ha ampliado el repertorio de diseños y colores disponibles. Gracias a su formulación, permite la creación de estilos más definidos, como líneas precisas, efectos metalizados, degradados y combinaciones personalizadas que se mantienen sin alteraciones durante varios días. En este sentido, en el salón de belleza, Cocco Beauty, comentan: “Esto ha permitido a los usuarios experimentar con mayor libertad, manteniendo una imagen pulida y acorde a diferentes contextos, desde el trabajo hasta eventos sociales”.
Algunos especialistas en dermatología han señalado la importancia de realizar este procedimiento con productos certificados y bajo normas de higiene estrictas, para evitar posibles efectos adversos en las uñas o la piel circundante. Asimismo, recomiendan realizar pausas periódicas entre aplicaciones para permitir la regeneración natural de la uña. En respuesta, muchos centros de estética han implementado protocolos específicos que equilibran la seguridad con los beneficios estéticos del procedimiento.
Por su parte, profesionales del sector valoran esta técnica no solo por su efectividad, sino también por el impulso económico que ha significado para el rubro. La demanda constante ha generado nuevas oportunidades laborales, tanto para técnicos en uñas como para distribuidores de productos especializados, contribuyendo a dinamizar una industria que no deja de innovar.
La expansión de la manicura semipermanente refleja un cambio en las preferencias de los consumidores, que buscan soluciones estéticas eficientes y de alta calidad. Esta técnica, que combina practicidad, duración y estilo, ha superado la categoría de moda pasajera para consolidarse como una opción habitual en el cuidado personal. Su evolución constante sugiere que seguirá adaptándose a nuevas demandas, reafirmando su lugar en la rutina de belleza de muchas personas.