Las erupciones volcánicas son un conjunto de explosiones en las que se arrojan a la superficie lava y cenizas. De hecho, esto se produce por efecto del calentamiento del magma que se encuentra ubicado en la parte interior del planeta y que busca salida a través del volcán. Se estima, según han podido comentar los expertos, que la lava puede llegar a alcanzar los 1.000 grados Celsius.
También pueden arrojar, como está sucediendo en La Palma durante los últimos días, a gran distancia rocas de lava y gases tóxicos que, indudablemente, pueden llegar a causar daños en la salud de las personas, sobre todo a nivel pulmonar y afecciones de la piel que no representan gravedad si no se está expuesto durante mucho tiempo a este fenómeno. Hace días se supo que fue necesario confinar a parte de la población ante la llegada de la lava a un almacén con materiales inflamables que estaba echando al aire materiales tóxicos.
Una historia que no acaba
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Erupción volcánica en la isla de La Palma
Se estima que, desde que inició el proceso de erupción de este volcán, ha arrojado ya más de 90.000 toneladas de dióxido de azufre, situación que ha puesto en alerta a las autoridades de las Islas Canarias, en España, evitando que personas no provistas de equipos especiales que puedan acercarse hasta el lugar para evitar males mayores.
La lava ha estado saliendo de este volcán hasta que, el martes 28 de septiembre, llegó al Océano Atlántico generando inmensas columnas de vapor de dióxido de azufre y ganando terreno al mar. Es por ello, que las autoridades ordenaron la evacuación de los pueblos cercanos al lugar.
En tal sentido a las poblaciones de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa se les solicito hacer confinamiento, debido a que los efectos de los gases producto de la unión de la lava y el mar no están comprobados, así lo expreso el director del Comité de respuesta del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias.
Juan Rodríguez Acosta, alcalde del pueblo costero Tazacorte informó que, como consecuencia de la erupción, todas las carreteras que llevan al sur de la isla se encuentran bloqueadas y que los residentes que vivan en 2 kilómetros a la redonda deben abandonar sus casas y se estableció también prohibición de navegación.
Roca fundida vs Agua
La temperatura de la lava es superior a los 1.000 grados Celsius y al encontrase con el mar cuya temperatura oscila entre los 20 y 25 grados, ocurre inmediatamente un proceso de macro vaporización que envía al aire una gran cantidad de vapores o gases, que contiene sustancias que pueden ser nocivas para la salud.
Posteriormente a esta interacción se genera la solidificación de pequeñas partículas de lava, que producen astillas similares a pequeñas agujas que pueden ocasionar problemas graves si se alojan en un ojo o pueden llegar a ser mortales, para los animales si estos llegan a ingerirlos.
El proceso de evaporación puede durar varios minutos – dependiendo de la cantidad de lava que haga contacto con el mar – y generar pequeñas nubes que se encuentran a baja altura. Esto se debe a que se forman con gran cantidad de ácido clorhídrico, que se desprende de la sal marina que se encuentra en el agua.
En el momento en que el magma toca el mar, pueden producirse una serie de explosiones en cadena y, comienza de manera inmediata, la emisión de gases nocivos compuestos de cloruros, sulfatos, carbonatos, flúor e iodo, que reaccionan químicamente liberando a su vez otros compuestos químicos.
Evento impredecible
El tiempo que puede durar una erupción no es posible establecerlo, por lo que las autoridades no sabrán hasta cuándo la lava estará llegando al mar produciendo nubes toxicas, aunque dependiendo de la intensidad el curso del magma pueden cambiar, dirigiéndose hacia otra zona o simplemente haciendo un gran lago.
Si la erupción se interrumpe, este cúmulo de lava termina solidificándose, produciendo rocas que se hacen parte de los suelos.
Ahora, si el proceso de explosión volcánica continua, entonces la lava termina en ríos, mares o cayendo por los acantilados, dependiendo de la dirección que esta tome.
El proceso de erupción ocurre cuando el magma se encuentra en el interior del volcán represado, a una distancia de unos diez o quince kilómetros de profundidad aproximadamente, al ser una sustancia que se encuentra a más de 1.200 grados compuesta de gases volátiles disueltos compuestos, se sufre una reacción química.
Esta interacción hace que el carbono y el azufre empujen la lava hacia arriba, comenzando a liberar grandes cantidades de burbujas que se van estallando y haciéndose cada vez más grandes. Cuando estas burbujas alcanzan suficiente energía, el magma es liberado hacia la superficie por la salida del volcán.
El magma está compuesto por un 95% de líquido y 5% de gases aproximadamente, aunque esto no es una constante que se cumple para todos los casos. Es por ello, que muchos volcanes solo arrojan cenizas y humo durante su erupción, sin llegar a expulsar grandes cantidades de lava tal como ocurre con el volcán de La Palma.
Consecuencias para el ecosistema
En la mayoría de los casos cuando va a ocurrir una erupción, se presentan pequeños movimientos telúricos con intensidades inferiores a los 3 grados en la escala de Richter, que ocurren varias veces al día cerca de la zona volcánica, esto se debe a la presión de la corteza oceánica ejercida por el magma al querer salir a la superficie.
La gran cantidad de sustancias toxicas que posee la lava se mezclan con el agua, pudiendo causar la muerte de algunas especies marinas. También algunos pájaros pueden morir por la intoxicación producida por la ingesta de peces contaminados e incluso, de los pequeños cristales que se forman por la solidificación de los gases.
En todo caso es recomendable acatar las instrucciones de los organismos de protección, con el fin de evitar poner en riesgo la salud. El proceso de contaminación del mar después de terminado la erupción dura aproximad 72 horas, pudiendo quedar ligeros focos de tóxicos en arrecifes y corales cercanos.
Las autoridades creen que todavía queda mucho material o magma en la parte interna del volcán, por lo que se estima que durante la próxima semana deberían seguir produciéndose pulsos explosivos, que mantendrá la erupción del volcán aunque disminuyendo el caudal de lava.