Salvador Cienfuegos Zepeda es un militar mexicano que ocupó el cargo de secretario de la Defensa Nacional. Fue apresado el mes pasado por la Administración de Control de Drogas (DEA) en el aeropuerto de Los Angeles.
Su detención se debe a que se le vincula con el cartel de Sinaloa, específicamente con el Chapo Guzmán. Para el gobierno de los Estados Unidos este militar mexicano se aprovechó de su cargo con el fin de facilitar el tráfico de droga entre estas dos naciones.
Todo lo que hay que saber sobre el caso Cienfuegos
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Posición del gobierno mexicano
El General Salvador Cienfuegos es considerado un militar con ascendencia no solo en la oficialidad, sino también en la tropa. Su detención por parte del gobierno de Donad Trump ha causado cierta fricción diplomática entre ambos países.
Por su parte, dentro de la Fuerza Armada Mexicana se emitió un comunicado fechado el 23 de octubre, donde se prohíbe comentar cualquier tipo de tema que se relacione al caso Cienfuegos. La intención, según han manifestado, es evitar especulaciones a fin de no generar un daño en la moral del personal castrense mexicano.
Según comentan algunos de sus compañeros, el General tiene derecho a la defensa y en las cortes de New York tendrá menos posibilidad de demostrar su inocencia ante los hechos que se le imputan.
Para el gobierno de México, en caso de que el antiguo secretario de defensa sea responsable de haber cometido hechos delictivos, debe ser extraditado y enjuiciado en su país, ya que este cometió un delito federal que se inicia en este territorio y concluye en los Estados Unidos.
Algunos voceros no oficiales dicen que es una humillación que la administración Trump capturara a Cienfuegos sin informar al gobierno de López Obrador de sus intenciones.
Esta detención pone en duda la seriedad y compromiso que tiene el gobierno mexicano en su lucha contra el narcotráfico. De igual manera, ridiculiza a los juzgados del país. En tanto, al conocerse la detención del general, de manera inmediata se procedió a realizar los trámites pertinentes para solicitar su extradición.
En una declaración conjunta, entre los fiscales generales de los Estados Unidos de Norteamérica y del gobierno mexicano, se hizo pública la intención por parte del departamento de justicia estadounidense de desestimar los cargos penales de los cuales había sido acusado Cienfuegos. Por lo que se procedería a revocarle la visa para lograr enviarlo a su país de origen.
El Padrino
Según informes de la DEA, el exsecretario de defensa de México era conocido como El Padrino y, usando su cargo, permitió la salida de aeronaves cargadas de cocaína hacia los Estados Unidos. De igual manera colaboró con la legitimación de capitales o lavado de dinero en este territorio.
Según el fiscal que lleva el caso de Cienfuegos, la colaboración de este fue fundamental para enviar a suelo estadounidense toneladas de cocaína, heroína y marihuana entre los años 2012 y 2018.
De igual forma. El Padrino utilizó su cargo para prohibir operativos militares en contra del cartel de Sinaloa. Además, se comenta que ordenó a algunos efectivos castrenses, permitir la salida de aeronaves de distintos aeropuertos sin realizar las debidas revisiones.
Así mismo, la DEA dice tener pruebas de que Cienfuegos era el brazo ejecutor del cartel de Sinaloa. Es decir, estos le otorgaban información de carteles rivales para que el general enviara al ejército, eliminando de esta manera la competencia del cartel del Chapo Guzmán.
Se estima que recibía una alta suma de dinero por concepto de protección y que incluso pudo haber invertido en cocaína para ser comercializada en los Estados Unidos.
Extradición en puerta
Salvador Cienfuegos al ser apresado se declaró inocente de todos los cargos y la juez Carol Amon de la corte del Distrito Este de New York, desestimó los cargos presentados en su contra. Siendo esto según algunos juristas, el paso inicial para que sea extraditado a su país.
Según se cree, el hecho que el gobierno de López Obrador haya intercedido directamente ante Trump para lograr la extradición, se debe a la presión generada por un grupo de militares activos que expresaron que es humillante ver al general tras las rejas en una cárcel estadounidense cuando el gobierno mexicano no tiene ni siquiera una investigación pendiente en su contra.
Fuentes oficiales del gobierno mexicano expresaron que de ser aprobada la extradición, en el momento en que Cienfuegos llegue al país, se iniciará una investigación exhaustiva para tratar de lograr obtener la verdad.
Impunidad o justicia
Con la detención del exsecretario y su posible extradición a México lo que se busca es que lo juzguen de una forma mucho más benigna. Como se sabe, las leyes y tribunales en los Estados Unidos han demostrado a lo largo de los años que son imparciales y no admiten ningún tipo de coacción.
Es decir, en las cortes de New York el general Cienfuegos es un ciudadano más sin ningún tipo de privilegios, en tanto en México, no solo conserva su grado de general, sino que cuenta con el respaldo casi absoluto del ejército, adicional al cargo que ostentó como secretario de la defensa nacional.
Ante todo esto, es muy probable que la investigación que lleve a cabo el gobierno mexicano no demuestre su responsabilidad en los delitos señalados por los Estados Unidos.
Es importante resaltar que Cienfuegos llegará a México como un hombre libre. Es decir, en territorio mexicano no tiene ningún cargo criminal, aunque se supone que esa situación debería cambiar en los próximos días ya que las averiguaciones que lleven a cabo las instituciones de ese país amparadas en las pruebas entregadas por la DEA, deberían señalar algún tipo de responsabilidad penal.
En caso de no ser así, quedaría claramente demostrado que no existió justicia sino un hecho de impunidad y que la intención del gobierno de López Obrador al solicitar la extradición de Cienfuegos se debió a una táctica política para protegerlo y no para investigarlo y enjuiciarlo.
Según expresaron voceros no oficiales del ejército, el hecho de enjuiciar a un general de la Fuerza Armada Mexicana en territorio de los Estados Unidos pone en riesgo cualquier tipo de cooperación bilateral que pueda existir.