El año 2020 ha sido el año que pasará a la historia por lo insólito de los acontecimientos ocurridos. Por ejemplo, en Francia nunca antes un expresidente había sido llevado ante un tribunal penal en calidad de procesado.
Nicolas Sarkozy logró este dudoso honor, cuando el pasado 23 de noviembre fue acusado formalmente por corrupción y tráfico de influencias. Una situación que de ser cierta podría acabar llevándolo a la cárcel por largos años.
Todo lo que hay que saber sobre el juicio al que se enfrenta Nicolas Sarkozy
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Antecedentes
Durante una investigación realizada para establecer rumores sobre un financiamiento ilegal de la campaña electoral del otrora presidente, fue descubierto un supuesto soborno. Al profundizar en esto, se logró establecer financiamiento ilícito, malversación de fondos públicos y corrupción.
Todo esto data del año 2007, cuando se estima se utilizaron recursos para la campaña presidencial de Sarkozy, no pudiendo explicar el origen de los fondos, aunque algunos lo relacionan directamente con Muammar Gadafi.
Con base a las evidencias encontradas, se procedió a presentar cargos formales en octubre del año 2017 y el juicio contra el mandatario se inició en el año 2018.
Estrategia de la defensa
La defensa establece en el juicio que no existió conspiración criminal por parte de su defendido ya que nunca recibió fondos de gobiernos extranjeros para financiar su campaña. De igual manera, no se aprovechó de su cargo como presidente para malversar los fondos públicos ni para cometer actos de corrupción.
Por su parte, la justicia francesa cree que es suficiente que Sarkozy haya estado al tanto del origen de los fondos utilizados en su campaña, aún cuando este no interviniera directamente en el manejo. También se le relaciona con haber gastado dinero del estado francés para la reelección del 2012.
Ante todo esto, la defensa establece que el procedimiento de vigilancia telefónica al que fue objeto Sarkozy ha sido violatorio de sus derechos constitucionales. De igual manera se está politizando el juicio ya que la intención es enterrar la carrera política del expresidente.
Para la defensa, la supuesta grabación no señala absolutamente nada y se propone comprobar durante el desarrollo del juicio que su defendido jamás utilizó dinero del estado para financiar su campaña.
Escuchas telefónicas
El expresidente francés es señalado de haber intentado obtener de manera ilegal información concerniente a una investigación en su contra.
Según la justicia francesa, el abogado Thierry Herzog, junto a Nicolas Sarkozy, abordaron al entonces juez Gilbert Azibert, prometiéndole que le darían un empleo en el principado de Mónaco, si otorgaba información referente a la investigación sobre el financiamiento ilegal de la campaña presidencial.
Según los investigadores, tanto el expresidente como su abogado cometieron el delito con plena alevosía ya que, para evitar ser detectados, utilizaron teléfonos móviles que estaban a nombre de otras personas. De esta forma creían poder mantener conversaciones sin temor a que los organismos de seguridad del estado pudiesen estar interceptando las llamadas.
En tanto, la conversación telefónica que muestra el tribunal como elemento acusatorio, es donde el abogado de Sarkozy le dice que le había prometido al juez que el expresidente lo recibirá, a lo que el mandatario le dijo que se encargaría que dicho juez fuese ascendido y le daría un empleo en Mónaco, ya que en los próximos días se reuniría con el príncipe de ese país y se lo plantearia.
La defensa alega que dicha evidencia se trata de una simple promesa u oferta laboral. Pero para la fiscalía se trata de un delito de corrupción que debe ser castigado, ya que el otrora presidente incluso se aprovechó del poder político que ostentaba para cambiar el rumbo del sonado caso Bettencourt.
Caso Liliane Bettencourt
En febrero del 2014, el tribunal de casación habría solicitado las agendas y libros contables, donde se establecían las donaciones recibidas para la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy.
Según se estima, la dueña de L’Oreal, Lilian Bettencourt, había realizado grandes donaciones al partido del expresidente con el fin de lograr en un futuro apoyo de este, ante cualquier tipo de disputa familiar por el control de la empresa multinacional de cosméticos.
Al parecer, en esas agendas pertenecientes a Sarkozy, existían notas a pie de página que lo involucraban enormemente con hechos turbios relacionados con la dueña del imperio L’Oreal.
Es por ello, que el expresidente necesitaba desesperadamente hacerse con dichas agendas por lo que intentó que el exjuez Gilbert Azibert desestimara su uso como prueba en el juicio.
Posibles resultados del juicio
De ser hallado culpable, Nicolas Sarkozy podría ser condenado a 10 años de prisión y una multa de 1 millón de euros. Pero quizás, lo que mayor daño causaría al expresidente sería la destrucción total de su imagen y su salida inmediata del escenario político francés.
El juicio se espera sea uno de los más largos y mediáticos de la historia reciente de Francia y, algunos han expresado, que son tácticas dilatorias de parte de la defensa. Sin embargo, otros alegan que se trata de un hecho de humanidad.
Lo que sí es cierto, es que el exjuez Gilbert Azibert, de 73 años, ha expresado que debido a su avanzada edad y a problemas cardíacos y respiratorios, no puede arriesgarse a abandonar su domicilio debido a la actual pandemia, lo que sin duda dificulta la realización del juicio.
Para la justicia francesa, es un punto de honor que se logre la condena de Sarkozy y de su abogado ya que estos causaron grave daño a la imagen del país frente al resto del mundo.
Incluso, en caso de ser cierto que compraron los teléfonos para cometer un delito, esto demostraría que el expresidente preveía que en cualquier momento pudiese ser investigado y descubierto.
Es por ello que algunos juristas establecen que es muy difícil que los acusados salgan airosos del juicio. Y que, incluso la fiscalía, no aceptará ningún tipo de trato con los imputados.
Ante todo esto, existe una gran verdad, y es que el respeto que se había ganado Sarkozy por parte de la población francesa se vendrá abajo, ya que indudablemente, aún si es declarado inocente, las personas lo recordarán como el presidente que fue capaz de recibir apoyo financiero de un dictador y que actuó como un delincuente, usando móviles a nombre de otras personas para evitar que sus conversaciones fueses escuchadas.