El grupo inversor Granja Digital Al Andaluz S.L. ha denunciado que el ciudadano belga Amine El Ghazi habría sustraído la base de datos de inversores y diversa información confidencial del grupo, haciéndose pasar por uno de sus socios fundadores durante una celebración en la finca adquirida recientemente en Jaén.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de julio, cuando la compañía reunió a más de un centenar de socios y familiares para celebrar la compra de una finca de 1.400 hectáreas en la provincia, adquirida a Agropecuaria Guadalmena por unos 22 millones de euros.
La explotación contempla la continuidad de la actividad ganadera —con más de 500 cabezas bovinas, ampliables hasta 5.000, y unas 8.000 ovejas destinadas a la producción cárnica—, además de 42.000 olivos y 350 hectáreas de coto de caza. El grupo también gestiona los trámites ante la Administración para instalar una planta de biogás.
Para la ocasión, los organizadores reservaron de forma exclusiva un hotel durante una semana para alojar a los socios e invitados.
Según la denuncia, El Ghazi, quien se había presentado previamente como potencial inversor y participó en la fiesta, accedió a las oficinas situadas en la finca haciéndose pasar por un socio fundador. Engañó a la secretaria del grupo, quien, sin sospechar del fraude, le permitió el acceso y le facilitó incluso las claves de la red Wi-Fi.
El atestado policial recoge el siguiente testimonio: “Ante el desconocimiento de quién es el nuevo jefe de la empresa, y tras acreditarse este señor como tal, la denunciante le permitió el acceso a la oficina, instalándose en el despacho con su propio ordenador. A las 15:00 horas, la secretaria finalizó su jornada y abandonó el lugar, facilitándole las claves Wi-Fi a petición suya. Posteriormente, las cámaras registran cómo el individuo abre el segundo cajón de su mesa, extrae un disco duro y se dirige al despacho principal, del que sale minutos después sin el dispositivo”.
Las grabaciones de seguridad, revisadas posteriormente, confirmaron el robo del disco duro externo que contenía la base de datos de los inversores y otros archivos internos del grupo.
El material sustraído habría sido utilizado para difundir información confidencial desde Marruecos y otros países fuera de la Unión Europea, a través del canal de YouTube de Mohammed el Moubarek, también reportero de Kifache, con fines de chantaje y amenazas de muerte dirigidas a varios socios.
La denuncia fue presentada el 29 de agosto, tras analizar las imágenes de videovigilancia que evidencian la secuencia completa del robo.
Las autoridades mantienen abierta la investigación ya que hay más implicados en la trama que pretende conseguir que se paralicen las inversiones en este país para llevarlas a otros destinos.