Venezuela, considerada durante los años 80 como una de las economías más pujantes de América, se encuentra hoy en día devastada. Lo que sucede en esta nación solo es comparable con países en guerra o aquellos que han sufrido grandes cataclismos naturales.
Sin embargo, la destrucción de este país se debe al régimen chavista que ha gobernado durante 20 años.
Motivos por los que las elecciones venezolanas han resultado ser tan polémicas
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Elecciones legislativas en Venezuela
El régimen de Nicolás Maduro necesita, de forma desesperada, justificar ante el mundo que su gobierno es de carácter democrático y no totalitario como realmente lo es.
Es por ello que, a pesar de la gran cantidad de casos de Covid-19 que existe en esa nación y de estar pasando por una inflación de 1800%, el líder del régimen se ha empeñado en llevar a cabo las votaciones con el fin de escoger un nuevo parlamento.
Para muchos es, quizás, la elección más fraudulenta realizada por el régimen venezolano. Esto se debe a que participará una oposición hecha a la medida de Nicolás Maduro, que son parte de una gran farsa, para mostrar a los venezolanos y al mundo que existe pluralidad.
Las autoridades electorales casi duplicaron la cantidad de escaños legislativos. Por otra parte, la presidenta del CNE, Indira Alfonzo, fue escogida mediante hechos turbios por el Tribunal Supremo de Justicia, organismo controlado también por la dictadura y que se encarga de emitir sentencias que favorezcan al régimen.
Nicolás Maduro y las elecciones legislativas
El dictador venezolano esta tan seguro de que logrará el triunfo en las próximas elecciones legislativas, que hace pocos días aseguró que renunciaría a la presidencia si la oposición logra mayoría en las elecciones.
El régimen chavista sabe que el gran protagonista de las elecciones será la abstención y, es por ello, que ha invertido gran cantidad de recursos para tratar de estimular a los votantes para que participen en los comicios.
Incluso, a Nicolás Maduro no le ha importado cometer delito al utilizar los recursos de la nació, para convencer a sus propios partidarios de ir a votar, expresando que la región con menos abstención recibiría un premio por parte del gobierno.
Vale recordar que las elecciones legislativas del año 2015 le dieron mayoría a la oposición, pero esta mayoría fue anulada casi de inmediato por una decisión del Tribunal Supremo.
Por aquel entonces suspendieron arbitrariamente a 4 diputados con la excusa de que la situación de estos no era clara, por lo que deberían presentarse nuevamente a elecciones.
Esta situación nunca ocurrió ya que Maduro creó una Asamblea Nacional paralela a la que atribuyó poderes plenipotenciarios para que pudieran anular cualquier decisión de la auténtica Asamblea Nacional.
Oposición venezolana
El Tribunal Supremo de Justicia, cuyo presidente es un exconvicto acusado de asesinato, ha emitido en los últimos meses una serie de medidas para hacerse con el control de los principales partidos de oposición venezolanos.
Tanto Acción Democrática como Primero Justicia han sido entregados a políticos ligados al régimen de Maduro, que no representan en absoluto a la militancia de estos partidos.
Los principales líderes políticos del país se han negado a participar en las elecciones, argumentando que no existen garantías suficientes de equidad en dichos comicios.
De igual forma, antiguos miembros del chavismo o los llamados chavistas disidentes, ya habían vaticinado antes de su celebración, que tuvo lugar el pasado 6 de diciembre, que las elecciones serían un completo fraude y que estarían llenas de irregularidades.
25 partidos opositores se negaron a inscribirse en las elecciones por lo que la dictadura de Maduro se ha visto en la obligación de inventar líderes regionales para tratar de darle cierto equilibrio a los comicios y que no se vea como una elección interna del partido de gobierno.
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV)
El máximo organismo católico venezolano expresó en un comunicado que las elecciones del 6 de diciembre, no aportarían nada bueno a la grave crisis económica, política y social que vive la nación. Por el contrario, agravarían aún más la brecha de desigualdad política que existe en Venezuela.
Según la CEV, el pueblo tiene pleno derecho a expresarse utilizando para ello el voto. Sin embargo, en la actualidad no existen las condiciones necesarias para ir a una consulta popular ya que el gobierno maneja todas las instituciones del estado, incluyendo al Consejo Nacional Electoral.
De igual forma, el máximo organismo católico de Venezuela vaticinó que la elección de una nueva Asamblea Nacional bajo estas circunstancias, a la larga causará más perjuicios que beneficios y que el empeño del régimen por llevar a cabo estas fraudulentas elecciones se debe más a una estrategia de carácter político que al respeto que debe dársele al pueblo venezolano.
Los obispos venezolanos fueron categóricos cuando expresaron que votar no ayuda en absoluto desde ningún punto de vista a resolver la grave crisis por la que atraviesa el país.
Chantaje del chavismo
Como se comentó anteriormente, se esperaba la abstención más alta ocurrida en una elección legislativa, algo que sabía el régimen de Nicolás Maduro y, es por ello, que el número 2 del chavismo, Diosdado Cabello, amenazó a la población con limitar la entrega de alimentos si no iban a votar.
De forma textual dijo “quien no vote no come”. Debe recordarse que en Venezuela en muchas regiones, la alimentación depende estrictamente del gobierno mediante la entrega de bolsas de comida.
Es por ello, que se temía que de no quedar satisfechos con la participación electoral, la dictadura pudiera suspender la entrega de bolsas de comida como método de castigo o medida aleccionadora.
Sera difícil para el Consejo Nacional Electoral hacer creer a la comunidad internacional que hubo una masiva participación en las elecciones. Es por ello que voceros del gobierno ofrecieron premios a quienes lograran llevar mayor cantidad de personas a votar.
Aunque esta es una vieja práctica del gobierno, en estas elecciones lo han hecho de forma descarada, ya que saben que la participación sería mínima, incluso dentro de sus propias filas.
Diosdado Cabello calificó de traidor a aquel que no saliera a votar y expresó que no debía esperar nada por parte del gobierno.
Lo único cierto ante todo esto, es el triunfo del oficialismo en dichas elecciones ya que, Nicolás Maduro nunca se hubiese atrevido a asegurar que se retiraría de la presidencia, si la oposición ganara los comicios del 6 de diciembre.