Durante la historia de la humanidad las conquistas de las naciones se realizaban bajo cruentas batallas, pero en la actualidad parece ser que el instrumento de dominación del mundo es una vacuna.
Ni el más grande de los estrategas pudo imaginarse jamás que una pandemia fuese a poner de rodillas al mundo, y que la cura para la enfermedad podría llegar a convertirse en el recurso más codiciado para dominar a las naciones.
Todo lo que hay que saber sobre la nueva forma de conseguir aliados de Vladimir Putin
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Vacuna Sputnik V método de dominación
Es innegable que en el desarrollo de la vacuna contra la Covid-19 fue mayor el aspecto político que el sanitario. Vladimir Putin, el 11 de agosto del 2020, registró la vacuna Sputnik V cuando tan solo se habían completado dos fases de los ensayos clínicos.
Cale resaltar que el nombre colocado al medicamente recuerda el primer satélite enviado al espacio por la antigua Unión Soviética y con el cual se anotó una extraordinaria victoria en la carrera espacial contra los Estados Unidos.
Rusia está despachando en la actualidad grandes cantidades de su vacuna hacia algunos países de América Latina y el Caribe pero, se está rumoreando que antes de realizar el primer envío impone una serie de condiciones a las naciones con el fin de obligarlos a firmar acuerdos de tipo económico y político que los favorezcan.
Ya se sabe que existe una clara influencia de Rusia en países como Cuba, Argentina y Venezuela, pero se estima que gracias a la Sputnik V la hegemonía del kremlin se extienda por toda América pudiendo llegar incluso a México.
Como se sabe, esta vacuna, según lo expresado por científicos rusos, presenta ventajas que otras no ofrecen, siendo la principal que pueden ser almacenadas en un refrigerador normal, lo que abarata significativamente el costo de almacenamiento.
Se sabe que los rusos han firmado contratos bilaterales para la entrega de la vacuna con países como Hungría, Indonesia, Filipinas, Emiratos Árabes, Egipto, Perú, Brasil y México. Dichos contratos son tan solo el inicio de un proceso de influencia política que pretende llevar a cabo el gobierno de Putin.
Se estima que Rusia está utilizando una estrategia conocida como poder blando, con el cual impone sus criterios ideológicos a diferentes naciones. Esto podría llegar a generar un proceso de colonización disfrazado bajo el concepto de ayuda bilateral.
Rusia se aprovecha de los errores de la Unión Europea y Estados Unidos
Estados Unidos y la Unión Europea han sido criticados a nivel internacional por haber manejado de forma errónea la pandemia. Ante esta situación, un gobierno tan oportunista como el de Vladimir Putin, vio en la vacuna un método para controlar las voluntades de otros países.
Por ejemplo, en Europa se ha visto afectada la distribución de las vacunas de la empresa AstraZeneca. De igual forma se ha criticado que no se tomó en consideración las consecuencias del regreso a clase y la apertura de las fronteras.
En tanto, en los Estados Unidos durante el mandato del expresidente Trump se tomaron decisiones sanitarias equivocadas que llevaron al aumento de la mortalidad en ese país.
Todo esto supo capitalizarlo el Kremlin, quien ha transmitido al mundo la idea de que la Covid-19 se encuentra controlada en Rusia. De igual manera demostraron ser tan eficientes que lograron crear una vacuna en menor tiempo que sus competidores. Incluso estas son mucho más económicas y pueden ser aplicadas hasta en los sistemas sanitarios menos capacitados.
Así mismo, recientemente se manifestó que la vacuna Sputnik V actuaba perfectamente contra la nueva cepa del coronavirus, por lo que no era necesario desarrollar un nuevo medicamente.
Ahora los rusos quedan ante el mundo como la gran solución para combatir la pandemia y, si bien es cierto que debido a las erradas políticas diplomáticas del presidente Trump, el Kremlin fue ganando espacio en el ámbito internacional, la distribución y venta de la vacuna no hace sino mejorar su imagen y aumentar su influencia en aquellos países que poseen menos recursos.
Poderío científico de Rusia
Los rusos crearon la vacuna Sputnik V en total secreto y, para muchos violaron los preceptos establecidos por la Organización Mundial de la Salud para el desarrollo de un medicamento.
Algunos científicos han hecho cuestionamientos sobre la veracidad de los datos e incluso ponen en duda que se haya podido desarrollar en tan poco tiempo y sin la colaboración de otros países una vacuna que sea tan eficaz y cuyo método de conservación sea tan sencillo.
El poderío científico ruso para muchos está sobrevalorado y el secretismo que forma parte de la política de este país hace mucho más difícil creer en la efectividad de la vacuna Sputnik V.
En tanto, el pasado mes de febrero se publicó en la revista científica The Lancet resultados de estudios clínicos aplicados a la vacuna rusa y se comprobó una eficacia del 91,6%.
Esto echó por tierra, según un comunicado del Kremlin, cualquier duda que se tenga sobre la seguridad de esta dosis y ofreció su colaboración a países como Alemania y Francia para proveerles del medicamento.
Vacuna rusa menos complicada
La técnica que se utilizó para producir la vacuna rusa consistió en el llamado método del vector viral, con el cual se inyectaban virus diferentes a la proteína espiga del coronavirus para crear una respuesta inmunitaria.
Esto inicialmente le daba un porcentaje de protección del 90%, pero con los estudios se ha demostrado que este porcentaje aumenta según la nación donde se aplique.
De igual forma empresas como Pfizer y Moderna han fallado en cuanto a los plazos de entrega a las naciones donde se han comprometido a enviar sus vacunas. En este sentido, los rusos se han caracterizado por cumplir con las fechas, incluso, adelantándose a ellas.
A la larga los precios por dosis son mucho más económicos y los contratos que los rusos han firmado con las naciones les otorgan facilidades de pago, por lo que en este momento se convierte en el aliado perfecto para todo el que quiera comenzar un proceso de vacunación masiva.
Ante todo esto, no es difícil entender que es el momento propicio para que Vladimir Putin haga un tipo de diplomacia diferente, como lo es el crear dependencia de otros países hacia Rusia.