El grupo de los 20 países más industrializados del mundo o G-20, decidió en su reunión de Arabia Saudita, tomar todas las medidas necesarias para que la vacuna contra el coronavirus sea entregada a todas las naciones de forma justa y equilibrada.
Los líderes de los países que conforman este grupo, decidieron que debe existir igualdad de condiciones entre los países más y menos desarrollados para hacer frente a la pandemia.
Claves de la última reunión del G-20
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Distribución equitativa de la vacuna
Se estima que, para que la vacuna sea de carácter universal, se necesitan 4.200 millones de dosis antes de que concluya el 2020. Es por ello que en la cumbre virtual que mantuvo el G-20 se llegó al acuerdo de que todos los integrantes deben apoyar no solo la investigación y desarrollo, sino también la distribución de la inyección.
En este sentido se plantea establecer un plan de distribución masivo, comenzando por las naciones que se han visto más afectadas por el patógeno. Por otra parte, el grupo de países también acordó realizar un plan que permita congelar las deudas de las naciones menos desarrolladas del mundo.
Esto tiene como finalidad, que estos países puedan utilizar todos sus recursos para superar las secuelas en los ámbitos económicos y sociales que dejará a su paso el Covid-19.
La intención fundamental del G-20 es que en la medida que se distribuya la vacuna pueda reactivarse el aparato productivo y, por ende, pueda disminuir la recesión económica que existe en el planeta.
Otro hecho sin precedentes en la reunión de este grupo, fue que hicieron una solicitud al Fondo Monetario Internacional para que diseñe un programa de financiamiento a todos aquellos países que se encuentran en el umbral de la pobreza.
La idea es que dicho financiamiento ofrezca alternativas de pago que sean posibles y viables para estas naciones, dejando a un lado la intención de lucro del organismo multilateral financiero.
Posición de los principales líderes del mundo
A partir del acuerdo expresado por el G-20 en que más allá de comercializar la vacuna, debe ser puesta al alcance de todas las naciones sin distingo. Los principales líderes del mundo coincidieron con esto.
Por ejemplo, el rey de Arabia Saudí, Salman Bin, expresó que todas las naciones sin diferencia alguna deben hacer esfuerzos de manera tal que la repartición de la vacuna sea un proceso equitativo y que bajo ningún concepto puede prelar el poderío económico o militar de algunas naciones sobre otras.
En tanto, el presidente chino Xi Jinping, expresó que su nación se encuentra realizando un arduo trabajo para lograr que la vacuna se convierta en un bien público que esté al alcance de todos los países para que puedan usarla y pagarla.
Así mismo, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que después de la producción de la vacuna el mundo se enfrentará a una terrible batalla por permitir que la cura para el Covid-19 sea de acceso universal.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin, expresó que su nación está en disposición de hacer entrega inmediata de la vacuna Sputnik-V a las naciones que la necesitan. Además en la actualidad los científicos de su país siguen trabajando para tratar de mejorar al máximo dicha vacuna.
Apoyo de la ONU para distribuir la vacuna
El G-20, aunque ha expresado públicamente su intención de crear un frente unido para lograr no solo distribuir las vacunas de forma justa a los países, sino también para combatir las consecuencias que ha producido por el mundo el Covid-19, han manifestado que requieren del esfuerzo de la ONU de manera tal que su papel se limite a ser mucho más activo de lo que ha sido hasta ahora.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud en los últimos meses ha sido muy cuestionada y esto se debe al discreto papel que ha desempeñado durante la pandemia.
Aunque este organismo multilateral de salud ha expresado su disposición a dirigir la distribución de las vacunas, en la cumbre del G-20 se estableció que si bien es cierto debe crearse un fondo global contra el coronavirus, la OMS debería presentar un proyecto que explique la forma cómo plantean distribuir la vacuna y de qué manera se utilizará el dinero que se ha solicitado.
Por su parte la ONU manifestó que, con algunos recursos con los que cuenta, podrían pagar el medicamento contra el Covid-19 para ser entregado a los países más pobres. Esta declaración contó con el respaldo de Angela Merkel, quien expresó que Alemania ha aportado 600 millones de dólares a la ONU.
En todo caso, se estima que la Organización de las Naciones Unidas a través de la Organización Mundial de la Salud, debería tener información al respecto sobre cuáles son los países más vulnerable, así como los grupos más afectados por la pandemia.
G-20 y la recuperación económica mundial
Es innegable que el G-20 ha coincidido en que la contracción económica para el 2020 y el 2021 creará grandes problemas financieros a las naciones. Es por ello que han comprendido que se requiere un esfuerzo mancomunado de todos los países para permitir la reactivación económica.
Ninguna nación enferma podrá salir adelante y, ya que la economía es un movimiento cíclico que se encuentra estrechamente interrelacionado, si no se pone un alto al Covid-19, es imposible un repunte en el comercio internacional.
Los líderes del G-20 expresaron igualmente que han decidido apoyar un sistema de comercio multilateral y la creación de mercados abiertos. De esta manera las naciones del mundo podrán recibir todos los insumos y materia prima necesaria para reactivar sus aparatos productivos y, por ende, sus economías.
El G-20 desea involucrar en sus planes post coronavirus a la Organización Mundial del Comercio de manera tal que se pueda lograr en el mundo un consenso para convertir, no solo al comercio internacional sino también a las economías, en un sistema más justo para todos los países.
Al finalizar la cumbre mundial del G-20 quedó expresamente establecido que cada nación hará lo que considere necesario para mejorar la estabilidad del sistema financiero internacional.