Andalucía está a la cabeza de viviendas heredadas, un escollo que no siempre es sencillo de gestionar cuando los herederos no se ponen de acuerdo en cómo gestionar las ventas o si dejarla o no en alquiler.
“Los últimos datos conocidos sitúan a Andalucía a la cabeza del cambio de titularidades por fallecimiento del principal. Eso es todo un reto para muchas inmobiliarias que tenemos que acompañar a los herederos en el proceso de venta una vez tienen todos los papeles en regla para que la transacción pueda realizarse. Además, se trata de llegar a acuerdos incluso entre ellos a la hora de valorar, tasar y definir las ventas” explican desde Inmo Costa Noroeste, una de las inmobiliarias que gestionan este tipo de inmuebles en la costa gaditana.
Pero, ¿qué papeles se deben tener en regla?
Una vez fallece una persona comienza todo el engranaje administrativo para repartir los bienes muebles e inmuebles.
En primer lugar, en el caso de una vivienda, es necesario garantizar que está completamente pagada y que, en caso de ser así, tiene la hipoteca cancelada. “Esto es algo que no siempre se cumple. Ahí empiezan los papeleos con el banco ya que es quien ha dado el préstamo hipotecario el que tiene que certificar, ante notario, el cierre de dicho crédito para poder limpiar las anotaciones del Registro de la Propiedad” explican.
Esto, que parece algo innecesario en algunos casos, puede ser un problema cuando los compradores, en la notaría, ven una anotación en la nota simple que habla del préstamo. Es un trámite necesario y cuanto antes se dé comienzo, mejor.
Una vez que esto se tiene, es necesario que la vivienda esté ya a nombre de los herederos que hayan aceptado dicho testamento. Es la forma de poder transmitir inter vivos la propiedad. Aunque se hayan pagado los impuestos de sucesión y todo lo que deriva de la propiedad (IBI, basuras…etc), es clave tener la escritura a nombre de los nuevos propietarios.
Es entonces, con la nota simple sin mención de la hipoteca y ya a nombre de los nuevos propietarios cuando no habrá en la notaría ninguna pega para firmar la compraventa.
Este proceso lleva tiempo, por lo que la paciencia y el asesoramiento por parte de especialistas es clave para conseguir llegar a buen puerto.
