El sector inmobiliario tiene una serie de contradicciones que hablan de que no se puede llegar a generalizar del todo cuando se habla de él en un país como España que dispone de una serie de características que diferencian mucho unas ciudades de otras.
Mientras que Madrid y Barcelona ven la necesidad de volver a poner en marcha las grúas de obra para la creación de vivienda nueva ante la demanda y en las que el alquiler no para de crecer, se encuentran, por el contrario, ciudades como Ávila que ya en 2018 contaba con más viviendas que habitantes y donde la compraventa se ha ido ralentizando hasta el punto de que el alquiler es una de las opciones más habituales para no tener que rebajar el precio pese a que subiera en 2022 por encima del 2%.
Sin embargo, en este campo del alquiler, está habiendo una nueva tendencia que pasa, precisamente, por el minimalismo o incluso por dar los inmuebles sin mobiliario para que cada persona que se instale pueda hacer de ella su casa. De ahí la alta demanda que hay actualmente en la ciudad por conseguir un alquiler de guardamuebles que, de una vez a otra, permita mover todos los enseres y guardarlos de forma segura.
“Es la mejor forma de conseguir un inquilino y cumplir con sus requisitos. Los hay que necesitan amueblar el salón pero prefieren hacer ellos su dormitorio con sus enseres. Los hay que vienen con todos los muebles de otra vivienda o incluso de la suya propia porque se hayan cambiado de ciudad…Ávila está en pleno crecimiento y eso significa adaptarse a lo que se necesita” explican desde el sector.
¿Será la segunda vivienda entonces el salvavidas de Ávila?
La tendencia parece que irá por esa vía ya que, gracias a precios contenidos y a su cercanía con Madrid, puede ser el enclave perfecto para quienes no buscan un entorno rural pero sí una capital más pequeña, llena de planes y con posibilidades de ser un lugar en el que disfrutar del fin de semana y épocas festivas. Todo un reto en el que poder poner la vista para llenar la ciudad de visitantes durante los fines de semana.