El parquet es una de las opciones más elegantes y clásicas para revestir suelos en espacios interiores. Este tipo de revestimiento está compuesto por piezas de madera natural que se instalan formando patrones decorativos, como el espigado o el damero.
Su estética cálida y natural lo convierte en una elección popular para hogares y oficinas. Sin embargo, existen otras alternativas en el mercado que ofrecen ventajas específicas según las necesidades de cada usuario: flotante, laminado y tarimas.
Invertir en un buen suelo no solo mejora el aspecto de un espacio, sino que también incrementa su confort y valor. Con tantas opciones disponibles, encontrar la que mejor se adapte a las necesidades de cada persona es una oportunidad para transformar los ambientes y hacerlos más funcionales y acogedores.
En la instalación de parquet en Barcelona, es esencial considerar las particularidades del clima y las características del espacio donde se colocará. El parquet tradicional requiere ser adherido al suelo mediante un pegamento especial, lo que garantiza su estabilidad y durabilidad. Este tipo de instalación demanda un proceso más complejo y profesional, ya que la nivelación del suelo y el acabado de la madera son cruciales para obtener un resultado óptimo. Muchas empresas ofrecen servicios especializados que aseguran una instalación adecuada y de calidad.
En COM Parquets, comentan: “Además, debe recibir un tratamiento especial, que incluye lijado y barnizado, para resaltar su brillo y protegerlo del desgaste, lo que realza su atractivo visual y aumenta su longevidad”.
Por otro lado, el flotante se diferencia del tradicional porque no se fija directamente al suelo. En su lugar, se coloca sobre una base de espuma o aislante que proporciona amortiguación y aislamiento. Este sistema es más sencillo y rápido de instalar, lo que reduce costos y tiempo. Puede ser una opción ideal para quienes buscan una instalación menos permanente o que permita desmontarlo con facilidad.
El suelo laminado, aunque similar en apariencia, no está fabricado con madera natural. Este material se compone de varias capas de derivados de madera y un laminado superior que imita el aspecto. Su principal ventaja es su resistencia al desgaste, lo que lo hace perfecto para espacios con mucho tránsito o familias con niños y mascotas. Además, suele ser más económico que el tradicional y está disponible en una amplia gama de diseños y colores.
Las tarimas, por su parte, son paneles de madera maciza o multicapa que se instalan sobre rastreles o directamente sobre el suelo. Este tipo de suelo es ideal para exteriores, como terrazas o patios, ya que la madera utilizada suele ser más resistente a la intemperie. Las tarimas también pueden utilizarse en interiores, especialmente en espacios que buscan una estética rústica o industrial.
Elegir entre parquet, flotante, laminado o tarimas dependerá de factores como el presupuesto, el tipo de uso que se dará al espacio y las preferencias estéticas de cada usuario. Mientras que el tradicional ofrece una autenticidad y un valor estético único, el laminado destaca por su practicidad y durabilidad, y las tarimas son una opción versátil para exteriores e interiores.