Guste o no, las drogas forman parte del día a día de todos los que habitan el planeta. Y poco o nada importa que se trate de drogas legales o ilegales, pues su consumo es constante, alcanzándose en la actualidad picos de consumos de algunas sustancias que no dejan de ser sorprendentes para las autoridades de los países.
No obstante, y a pesar de que la legislación de los distintos países lo intentan dejar claro, lo cierto es que el cultivo y consumo de marihuana en España está ahí, algo de lo que ya nadie se sorprende pues los medios no dejan de mostrar incautaciones de plantas por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Y buena prueba de ello es la plantación captada desde un helicóptero que realizaba el seguimiento de la Vuelta Ciclista a España. El cultivo y consumo de marihuana existe, y poco o nada importan los motivos que cada uno tenga, pero lo cierto es que el uso de un vaporizador cannábico permite su consumo sin combustión ni alquitranes.
Mediante la utilización de un vaporizador cannábico se transforma el principio activo en vapor, sin alcanzar el punto de combustión de la celulosa y, por lo tanto, evitando de este modo la generación de sustancias nocivas.
Frank William Wood, más conocido como Eagle Bill Amato fue el inventor del vaporizador además de un activista de cannabis en Estados Unidos que se encargó de promover tanto la vaporización como sus beneficios al resto del mundo.
En esencia, la vaporización es un proceso que consiste en extraer los principios activos del cannabis mediante una corriente de calor controlada, evitando de este modo la generación de sustancias nocivas que se generarían con la combustión tradicional, y haciendo de esta forma de consumo la más saludable y barata, ya que al evitarse la combustión se puede degustar las sustancias durante más tiempo.
Pero, además, la vaporización es el método empleado mayoritariamente por aquellos que practican el consumo de cannabis medicinal, dado que de esta manera no hay desprendimiento ni de CO2 ni de CO, ya que no hay alquitranes.
Aunque a los que poco o nada tengan que ver con este mundo les pueda sorprender, existe una enorme variedad de vaporizadores y de parafernalia cannábica, elegir el artilugio más adecuado a las necesidades particulares es cuestión de gustos.