La Copa América debía haberse realizado en junio de 2020, pero debido a la pandemia la CONMEBOL decidió aplazarla y realizarla en 2021. Los países escogidos fueron Colombia y Argentina, pero no podían garantizar la seguridad sanitaria ni de los jugadores en los estadios.
Es por ello que se traslado a Brasil, pero, al parecer, ese país tiene una condición económica y sanitaria tan difícil que no cuenta con recursos para poder llevar a cabo este importante evento futbolístico.
¿Se celebrará finalmente la Copa América en Brasil?
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Brasil el salvador de la copa
La CONMEBOL vio en Brasil el reemplazo perfecto, primero porque la tradición futbolística de esa nación lo ha llevado a construir grandes estadios que se encuentran en permanente mantenimiento, por lo que no era necesario hacer grandes obras para realizar la Copa América.
Y segundo porque el gobierno de Jair Bolsonaro había garantizado un fortalecimiento en el sistema sanitario y esto haría mucho más difícil el contagio de los participantes con coronavirus.
El problema se presenta debido a que miembros de la oposición de esa nación han manifestado que es una irresponsabilidad por parte del mandatario realizar la copa en Brasil.
Para ellos, lo del fortalecimiento del sistema sanitario es una burda mentira, ya que se estima que los muertos por Covid-19 pueden superar los 500.000 y se cree, que desde la aparición de la variante brasileña, ha habido un repunte importante en la cadena de contagios.
Lo que significa que de realizarse el torneo, la tasa de enfermos aumentaría considerablemente, pudiendo generar una ola de mayores proporciones que las que vivió el país a finales del 2020.
Posible veto
Se comenta con insistencia que algunos gobiernos sudamericanos estarían buscando la manera de evitar que sus respectivas selecciones participen en la Copa América.
De igual forma, piensan elevar una protesta ante la CONMEBOL, ya que se estima que el gigante del sur no está en condiciones de asumir la responsabilidad de llevar a cabo esta competición de fútbol.
Por ejemplo, en la última medición realizada, se registraron 860 víctimas en un día y se sabe que hasta la fecha hay, aproximadamente, 16,6 millones de casos confirmados de Covid-19.
Asimismo, algunos políticos de partidos de oposición han criticado que el proceso de vacunación es extremadamente lento y que las ciudades donde se pretenden jugar los partidos de la Copa América tienen una alta tasa de mortalidad, lo que pone en riesgo no solo a los participantes del evento, sino también a sus respectivas naciones.
División entre gobernadores brasileños
Los gobernadores de Brasil se encuentran totalmente divididos, ya que algunos no van a permitir que se realicen los juegos en sus respectivos estados. Por ejemplo, el primer mandatario de Pernambuco fue tajante al asegurar que bajo ningún concepto permitiría la realización de los juegos en su estado.
Además dijo que el gobierno central debería preocuparse de aumentar la cantidad de vacunas para disminuir de esta forma los niveles de contagio.
En tanto, el gobernador de Bahía dijo que él no se niega a que la copa se realice en su estado y que, aunque flexibilizara algunas restricciones, en cuanto a movilidad y grupos de reunión, no permitirá la presencia de personas en los estadios.
Por su parte, el gobernador de Sao Paulo y acérrimo enemigo de Jair Bolsonaro, dijo que la Copa debe realizarse, pero que no cree que deban levantarse los protocolos sanitarios establecidos, por lo que los partidos deben realizarse sin público.
El gobernador de Brasilia ha sido uno de los pocos que se ha mostrado entusiasta con la realización del torneo en su estado, y ya ha garantizado que en el estadio Mané Garrincha se realizarán varios partidos. Incluso, está estudiando la forma de permitir que un pequeño grupo de público pase a aupar a sus equipos favoritos.
Los gobernadores de los otros estados donde se realizaría el torneo no han expresado su opinión al respecto, pero el pasado 29 de mayo un grupo de ciudadanos salieron a las calles de varias ciudades a manifestarse, entre ellas a las de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Recife y Sao Paulo.
De igual forma, la Organización Brasil sin Miedo ha expresado que se han generado movilizaciones en más de 170 ciudades del país, rechazando la forma como el gobierno central ha manejado la pandemia.
Razones de Jair Bolsonaro para realizar la Copa América
El presidente brasileño manifestó que en su país se siguen realizando los partidos oficiales de los campeonatos estatales y nacionales. De igual manera, dijo que recientemente se realizaron juegos de la Copa Libertadores, por lo que es incoherente pensar que Brasil no está en disposición de realizar la Copa América.
Por la actitud asumida por el Partido de los Trabajadores de Brasil, la cual es la primera fuerza de oposición de Bolsonaro, pareciera que la razón es más política que social.
Si bien es cierto que en el país hay un incremento en las tasas de mortalidad y contagio, en ningún momento se ha planteado suspender los campeonatos locales, aún cuando la pandemia se encuentra en su tercera ola y existe gran déficit de suministros médicos, oxígeno, respiradores artificiales y camas.
Julio Delgado, Diputado del Partido Socialista, informó que presentará una demanda ante la Corte Suprema de Justicia con el fin de que emita una orden para que la Copa América no se realice.
Es poco probable que faltando tan pocos días para el inicio del torneo de fútbol, los tribunales puedan emitir una medida en contra de la realización del evento, pero es innegable que el presidente Bolsonaro está apostando bastante fuerte.
Ya que por un lado, si la Copa América se realiza con total normalidad, quedará ante los ojos de la opinión internacional como un presidente que tiene el control de su nación.
Por otro lado, si después de finalizado el evento deportivo hay un momento drástico en las tasas de infectados y fallecidos por Covid-19, entonces será visto como cierto lo expresado por la diputada Gleisi Hoffmann.
Quien dijo que es una decisión de un psicópata y una locura total pretender realizar un evento deportivo que no hará sino incrementar las muertes de los ciudadanos brasileños.
Será al finalizar el evento de fútbol más antiguo del mundo, cuando se sabrá si la decisión de Bolsonaro de apoyar a la CONMEBOL fue la acertada o si, por el contrario, actuó de espalda a los intereses del pueblo agravando aún más su ya delicada situación sanitaria.