Japón presentó su primer caso de coronavirus a mediados del mes de enero y hasta el pasado 10 de abril presentaba 6.009 casos confirmados con 1.353 pacientes recuperados y, lamentablemente, con 123 fallecidos.
Hasta la fecha, Japón había considerado que tenía la enfermedad bajo control pero por el aumento en la cantidad de fallecidos, el primer ministro Shinzo Abe expresó que se encuentran en la peor crisis desde el final de la II Guerra Mundial y que por ello había emitido la declaración de emergencia que estará vigente durante 30 días.
¿Por qué Japón no impone a su población el confinamiento?
A diferencia de otros países, Japón no puede obligar a su población a permanecer en casa, tampoco puede ejercer la fuerza pública para castigar a quienes incumplan el confinamiento.
Esto tiene su origen en la época anterior a la II Guerra Mundia, concretamente en la constitución utilizada por los japoneses hasta 1947, en la que el emperador era considerado un ser divino que podía eliminar, suspender o tutelar las libertades de los ciudadanos.
Esta situación llevó a grandes abusos de poder que en muchas ocasiones no eran cometidos ni siquiera por el emperador sino por las personas de su entorno, después del padecimiento de la población japonesa por la derrota en la guerra, la constitución nacional se cambió y se basó fundamentalmente en que los derechos humanos deberían ser respetados en cualquier situación, y dentro de estos derechos, se encuentra el derecho al libre tránsito o la libertad para desplazarse de un lugar a otro.
Es por esta razón que ningún decreto puede estar por encima de lo que dice la constitución y obligar a los japoneses a permanecer en sus casas. En todo caso, el primer ministro solicitó muy respetuosamente a la ciudadanía que se mantuvieran en sus hogares. Por otro lado, solicitó a los establecimientos comerciales no esenciales que cerraran sus puertas hasta nuevo aviso. Esta medida pretende evitar que el ciudadano japonés tenga que salir de su casa con la obligatoriedad de trabajar.
El gobierno de Japón no ha establecido cuanto tiempo puede durar la emergencia sanitaria por lo que puede extenderse del plazo inicialmente definido el cual consiste en 30 días, a partir del 10 de abril, por lo que se apelará a la conciencia y educación del pueblo para que limiten a lo estrictamente necesario sus salidas a la calle.
Posición del pueblo japonés ante las epidemias
Japón siempre se ha caracterizado por ser un país disciplinado y consiente de sus responsabilidades y deberes y, debido a la imposibilidad de establecer un confinamiento obligatorio, el gobierno ha estado trabajando para focalizar a los grupos de contagio desde que en China se presentó el virus y de esta manera evitar tener que apelar al aislamiento social.
Por otra parte, la cultura de los japoneses ante las enfermedades obliga a cada ciudadano a tomar medidas de protección que pueden ir desde el uso de mascarillas hasta un autoconfinamiento.
Otro detalle importante, es la higiene de los japoneses, que por tradición los lleva a lavarse constantemente las manos y alejarse de las demás personas en el momento en que van a estornudar.
También el hecho de que culturalmente no sea costumbre saludarse con abrazos y/o besos, hace que el Covid-19 se transmita más lentamente.
Otra actitud que asumen los japoneses es el uso de antibacterial cuando usan trenes, autobuses y transporte público en general, de igual manera lo hacen cuando visitan un supermercado u establecimiento comercial.
Todas estas medidas de higiene vienen desde antes de la II Guerra Mundial en donde se desató una epidemia de gripe en el país causando gran cantidad de muertes, lo que obligó a la población a confinarse en sus hogares y, aún así, la infección se había extendido por todo Japón, esto se puedo haber evitado si la población hubiese tomado las medidas sanitarias elementales a tiempo.
En Japón actualmente se estableció un plan básico que consiste en el cierre de colegios, universidades, bares y todos aquellos lugares donde pueda haber presencia masiva de personas, esto permitirá a los ciudadanos no tener contacto con otras personas y así evitar la propagación del virus.
Consecuencias para Japón si la ciudadanía no establece un confinamiento voluntario
A pesar de que Japón cuenta con uno de los sistemas de salud más completos del mundo, al igual que otros países, no tiene la capacidad para atender a toda la población enferma.
Su número de camas serían insuficientes para una de las naciones más densamente pobladas del mundo, recordemos que Japón tiene 112 millones de habitantes y tan solo unos pocos respiradores artificiales, por lo que no podría hacer frente a un contagio masivo.
Por otra parte, ya que esta enfermedad no tiene cura y la única solución inmediata es la prevención, los japoneses deben permanecer en sus casas indistintamente del costo económico que esto pueda generar a la nación.
Si Japón desarrolla la enfermedad como ha sucedido en países como Italia, España y Estados Unidos, puede ver diezmada su población. Así mismo, sería muy difícil controlar nuevos contagios lo que generaría un efecto cíclico que causarían graves daños.
El primer ministro Shinzo Abe es consciente de que el efecto económico de que el Covid-19 se propague a gran escala, causaría graves daños a la nación así como un retraso en las fechas de los Juegos Olímpicos, que debieron ser reprogramados para el 23 de julio del próximo año.
Así mismo, se podría presentar un cierre indefinido de colegios y universidades y para los japoneses es mucho más delicado y contraproducente cerrar las instituciones educativas a cerrar una fábrica por lo que deberían entonces replantear el periodo académico 2020.
Japón apuesta a que China, su vecino más cercano, pueda realmente controlar la pandemia para evitar nuevos contagios extranjeros y que de esta forma se pueda erradicar el coronavirus del país.