Este primer trimestre del año 2020, ha sido sumamente turbulento en cuanto al aspecto económico se refiere, no solo por la crisis generada por el coronavirus sino también por la guerra que existe entre Arabia Saudita y Rusia en donde ambos quieren imponer su propio criterio en cuanto a los precios del petróleo se refiere.
Estas acciones han generado una sobreoferta de crudo en el mercado ya que aunque este no se venda, se sigue extrayendo de manera normal y es la gran problemática que se está presentando actualmente.
Situación actual del petróleo en el mundo
Podría pensarse que la existencia de la OPEP garantiza la estabilidad de los precios del petróleo, sin embargo la existencia de variables externas como lo es la pandemia del coronavirus, ha hecho que se desplomen estos precios del barril de crudo y esto está generando pérdidas ya que para países como Venezuela es más costoso producirlo que venderlo.
Por otra parte, la guerra de precios y de egos que existe entre el primer mandatario de Rusia y el rey de Arabia Saudí, puso de rodillas a la OPEP ya que el presidente Putin establece que la producción no debe disminuir, es decir, que debe mantenerse la oferta, y por otra parte el rey árabe manifiesta que debe realizarse un recorte para lograr que se refloten los precios.
Como estas dos potencias petroleras no han logrado ponerse de acuerdo, se calcula que en el mercado hay 9 millones de barriles de petróleo que se ofertan diariamente y que no tienen colocación, dicho de otra manera no hay quien pueda comprar este excedente.
Ahora bien, un pozo petrolero o yacimiento nunca se cierra indistintamente del costo que esto pueda tener, esto es lo que esta sucediente en la actualidad y aunque se calcula que la capacidad de almacenamiento global es de aproximadamente 900 millones de barriles, esta consideración indica que dentro de aproximadamente 60 días no abra en el mundo un lugar donde almacenar crudo.
Oferta versus demanda petrolera
Un recorte de la producción de petróleo necesariamente conlleva a una serie de acciones que implican la estabilidad del propio yacimiento, es decir, se tendría que cambiar la presión original del reservorio y al hacerlo no se puede a futuro reactivar dicha presión por lo que se perdería la capacidad de extraer más barriles de crudo.
Si se sigue produciendo la misma cantidad de petróleo pero hay una demanda menor como por ejemplo, en el combustible de los aviones que por efecto del coronavirus no están volando o se está consumiendo menos gasolina porque los automóviles no están circulando por la cuarentena, es fácil entender porque razón disminuyó la demanda.
Por otra parte, la actitud radical de Rusia y Arabia Saudita de no querer disminuir la oferta para que esto equilibre la demanda, mantiene los mismos niveles de hace tres meses atrás cuando China e India se encontraban en pleno proceso de aceleración de sus economías.
Dicho de otra manera, no se puede pretender que después de lo vivido por China a raíz del coronavirus y el gran daño que esto ha causado en la India, en estos países sigan manejando los mismos niveles de consumo de energía.
En tal sentido, ya que la economía es cíclica en el momento que descienden los precios del petróleo de manera abrupta, se genera un desplome de las bolsas del mundo y esto a su vez incide en los precios del petróleo.
Solución a corto plazo
Más allá de la caída de los precios del petróleo, la situación que debe preocupar a los países productores, es que cada día está mermando la capacidad de almacenamiento.
Por lo general, los países petroleros tienen una cantidad importante de crudo almacenada que va entre el 5 y 10% de la producción y esto se utiliza como un plan de contingencia en caso que aumente drásticamente la demanda en el mercado porque con esto se estaría cumpliendo con aquellos clientes que tradicionalmente compran a los países productores.
El petróleo almacenado, más el excedente diario, más la disminución de la demanda genera un problema en la capacidad para los depósitos. En todo caso es necesario tomar medidas a corto plazo para solventar esta situación.
Estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, establecen que el 76% del almacenamiento mundial se encuentra copado actualmente y esto haría que en un plazo máximo a dos meses el mundo se quedará sin lugar para guardar el crudo.
Es por ello que se hace imperioso que se realicen recortes en la producción de por lo menos 9 millones de barriles diarios, por otra parte, debe realizarse un comunicado conjunto emitido por Rusia y Arabia Saudí en el que manifiesten su conformidad con la reducción petrolera y su compromiso de respetar dichos recortes.
Así mismo, debe buscarse la forma de cerrar los yacimientos más jóvenes que se tengan, de esta manera a futuro no se compromete la explotación del crudo, también debe tratar de colocarse el excedente que se encuentra almacenado mediante negociaciones directas con los representantes de la India y China.
En el caso de China, a raíz de haber controlado el coronavirus, necesitará acelerar su economía por lo que las empresas manufactureras requerirán de más combustible por lo que podría llegarse a un acuerdo en cuanto a forma de pago y tiempos de entregas por mencionar algunos.
También podrían comprometerse aquellos países que extraen el crudo extra pesado, a disminuir la cantidad para poder ofertar en el mercado el crudo extra liviano que requiere menos costos para su refinamiento.
Sea cuales fuesen las decisiones que los países OPEP y los no miembros decidan tomar, deben hacerlo a la mayor brevedad posible ya que de no corregirlo a tiempo, el mundo podría vivir una crisis ambiental sin precedentes.
El planeta Tierra después de haber recuperado un poco el medio ambiente gracias a las cuarentenas impuestas por los países víctimas de la pandemia del coronavirus, sería lamentable que alcanzara otra vez niveles de contaminación nunca antes vistos por lo que se espera que los jerarcas petroleros decidan salvar al mundo.