La pandemia producida por el Covid-19 definitivamente ha reorganizado el escenario mundial, ya que se han modificado costumbres religiosas de miles de años. Por ejemplo, en Semana Santa miles de personas no pudieron congregarse en la Plaza de San Pedro para escuchar la bendición Urbi et Orbi.
Por otro lado, los peregrinos judíos no llenaron las calles de Tel Aviv para celebrar la Pascua Judía y aunque el pueblo israelí siempre se ha caracterizado por ser un pueblo de fe, en esta ocasión han decidido asumir acciones más terrenas y acatar el aislamiento social.
De igual manera, los musulmanes han tenido que hacer un alto a sus actividades religiosas debido a la presencia del coronavirus.
De qué forma celebrarán los musulmanes el Ramadán ante la pandemia
Los musulmanes, para los que el Ramadán comenzó el pasado 23 de abril, se han visto abocados a vivir una de sus fiestas religiosas más importantes en medio de la pandemia del coronavirus.
Recientemente se mencionó que existen posibilidades reales de celebrar el Ramadán ya que como se sabe este evento se realiza en el noveno mes del año musulmán y durante los 29 días que esta fiesta dura, los musulmanes deben tener abstención de alimentos, es decir, tiene que realizar un ayuno que comienza con la salida del sol y concluye al ocultarse este, tampoco pueden tener relaciones sexuales, fumar tabaco, ni usar perfumes.
Esta fiesta es de vital importancia ya que se cree que en esa fecha Mahoma recibió su primera revelación del Corán, y el ayuno es un sacrificio que realizan los musulmanes para acercarse más a Alá.
El ayuno impuesto durante el Ramadán se rompe en las noches, por lo que familiares y amigos se unen para alabar a Mahoma y Alá y comer alimentos específicos, pero con la existencia del coronavirus no se permiten las reuniones de dos o más personas.
Por otra parte, uno de los pilares fundamentales del Ramadán es acudir a las mezquitas para participar en la recitación del Corán, algo difícil de llevar a cabo teniendo en cuenta el aislamiento social al que estan sometidas muchas zonas, impidiendo la congregación en las mezquitas.
En todo caso, entre el 23 de abril y el 23 de mayo, los musulmanes podrán realizar sus oraciones en casa y celebrar el fin del ayuno sin romper el aislamiento, es decir, solo con las personas que habitan cada hogar.
En la actualidad y, pese a la alarma que existe por el coronavirus, los musulmanes necesitan salir a comprar los alimentos propios del Ramadán. Algunos países, como España, en los que existe un elevado número de practicantes de esta fe temen que los mercados se abarroten.
Es por ello que se está autorizando a la Comisión Islámica de España, a presentar un plan de desplazamiento para evitar que los musulmanes al romper la cuarentena puedan empeorar aún más la situación que tienen con el Covid-19.
La Pascua Judía y su celebración ante la pandemia
La Pascua Judía o Pésaj, es una festividad que recuerda la liberación del pueblo hebreo el cual estaba esclavizado por Egipto. Por lo general, esta celebración dura entre 7 y 8 días y comienza en el día 14 del mes hebreo de Nisán.
Durante 8 días está prohibido comer alimentos que sean derivados de cereales tales como cebada, avena o trigo, tampoco se pueden probar alimentos fermentados, por lo que solo se permite comer un pan sin leudar. En la primera noche de la festividad se realiza una tradicional cena durante la cual se relata a todos los presentes la historia de la salida del pueblo hebreo de Egipto.
En esta ocasión y, producto del confinamiento o cuarentena causada por la pandemia, la Pascua Judía no pudo ser celebrada como de costumbre dado que la celebración requiere tanto de reuniones sociales como de visitas a las sinagogas, algo que aumentaría el riesgo de contagio por Covid-19.
Pese a que los gobiernos del mundo han tenido presente la importancia de esta celebración, también tienen presente que cuidar a la población evitando contagios masivos es lo que debe primar, por lo que la Pascua Judía de este año ha sido diferente a todas las demás.
El uso de videoconferencias para recibir las enseñanzas de los rabinos, así como para compartir las historias durante la cena del Séder ha sido la solución planteada, sin embargo, esto ha generado problemas entre los judíos más conservadores ya que consideran esto una profanación.
La Semana Santa católica
Lamentablemente la Semana Santa debió ser suspendida por motivo de la situación generada por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, el Santo Padre Francisco invitó a todos los fieles a orar desde sus casas y a utilizar las redes sociales para seguir los actos religiosos.
La Pascua, que es la fiesta por excelencia del pueblo cristiano donde se conmemora la victoria de Jesús en la cruz y su resurrección, no pudo ser llevada a cabo como es tradición. Por su parte, el Vaticano instruyó a todas las arquidiócesis a evitar abrir los templos para de esta forma colaborar con la cuarentena o aislamiento social.
El Papa en su bendición especial de ese día, manifestó que se debía fortalecer la fe y que una fecha no marcaba a un cristiano de corazón, por lo que debería aprovecharse la situación de confinamiento para compartir en familia y orar a Dios para una pronta normalización de la situación. El Sumo Pontífice, dijo que para el año próximo se podrá celebrar nuevamente la Pascua con un corazón fortalecido por las vicisitudes ocurridas este año.
Para concluir, el secretario general de la ONU invitó a los líderes de todas las religiones a dejar a un lado las diferencias y unir fuerzas para derrotar a un enemigo común como es el Covid-19 que no distingue de raza, creencia o religión.
De igual manera expresó, que mientras se celebran sus respectivas fiestas religiosas desde los hogares, se debe pedir con mucha fe y fuerza por los heroicos trabajadores de la salud y por los científicos, para que estos puedan encontrar la vacuna para esta enfermedad que ha cobrado tantas vidas en todo el mundo.