En el año 2018, la marina de los Estados Unidos de Norteamérica recibió el portaviones USS Gerald R. Ford y, hasta la fecha, todavía se encuentra en labores de adecuación para que pueda participar en misiones reales.
Una de estas últimas adecuaciones se realizó y se probó hace poco, para lo que tuvo que ser sometido a varias explosiones que simularan un ataque en conflicto bélico.
Todo lo que hay que saber sobre el USS Gerald R. Ford
Contenido del artículo:
Pruebas de choque
La marina de los Estados Unidos dio luz verde para realizar una de las últimas pruebas que determinan si un buque de guerra está listo. El pasado 18 de junio se probó el portaviones USS Gerald R. Ford con una técnica llamada Full Ship Shock Trials.
Esta técnica consiste en desencadenar una gigantesca explosión cerca del buque, para comprobar si aun con un posible ataque de esta naturaleza, el barco puede seguir operando.
La explosión se contabilizó en 18.144 kilogramos y el servicio geológico de los Estados Unidos midió el movimiento telúrico causado en la prueba, en 3.9 grados de magnitud.
Los resultados de dicha prueba fueron satisfactorios, según expresó el comandante del portaviones Paul Lanzilotta, que dijo que todo el personal a bordo actuó conforme a los protocolos establecidos y que el barco continuó con su normal desempeño después de las pruebas realizadas.
De igual forma, el capitán expresó que el buque será sometido a una profunda revisión para saber si la explosión generó algún tipo de daños. Aunque para el comandante del portaviones, las condiciones de la nave en ese momento eran inmejorables.
La armada, por su parte, manifestó que las pruebas realizadas frente a las costas de Florida forman parte de un estricto cronograma que se lleva a cabo para poder garantizar la fiabilidad del buque. Asimismo dijo que las explosiones se realizaron respetando no solo la vida marina sino también evitando cualquier posible daño colateral.
En resumen, las pruebas se han considerado todo un éxito y, según un comunicado del alto mando de la marina estadounidense, se encuentran bastantes satisfechos con el desempeño mostrado tanto por la tripulación como por el portaviones.
Tres años de pruebas
El USS Gerald Ford, desde el momento de su entrega, ha presentado algunos inconvenientes que lo habían convertido en un buque poco fiable. Inicialmente presentó problemas con el sistema de despegue y aterrizaje de los aviones debido a que en el portaviones se había implementado un sistema de última generación que, al parecer, no habría dado los resultados esperados.
Por otra parte, el sistema de lanzamiento electromagnético y el equipo de detención no estarían a la altura de las exigencias. Esto impedía que se lanzaran aviones en rápida sucesión, lo que en una confrontación pondría al portaviones en desventaja.
Según se estima, durante estos tres años se han realizado once pruebas en el mar, siendo la de mayor satisfacción la llevada a cabo el pasado mes de junio, siendo probable que ahora la marina haga nuevas pruebas.
La idea es revisar próximamente el sistema de catapulta de energía electromagnética, con el fin de adecuar su funcionamiento y aumentar la capacidad de respuesta en el lanzamiento de los aviones.
Aunque los problemas de tipo técnico presentados en el portaviones siempre han existido desde la entrega del buque en 2018, la armada estadounidense estima que ya se ha avanzado lo suficiente en cuanto a las mejoras de los sistemas de despegue y aterrizaje.
Se estima que de ser satisfactorias las próximas pruebas que se realicen, entonces el portaviones USS Gerald Ford podría estar en pleno funcionamiento para mediados del 2022.
Poderío de los Estados Unidos
La clase Ford es un grupo de portaviones que tienen como fin reemplazar a las antiguas naves Enterprise. Uno de los aspectos más destacable de estos nuevos buques de guerra, se refiere al uso de catapultas electromagnéticas, así como a la automatización en el despegue de los aviones y en el cable de parada.
Por otra parte, cuenta con un reactor nuclear de tipo A1B, el cual otorgará no solo una mayor cantidad de energía a la nave, sino también una mayor autonomía.
Este portaviones también tendrá la capacidad de transportar hasta 90 aeronaves entre las que destacan, el súper Hornet, Boeing EA-18G, así como helicópteros SH60 Seahawk y vehículos aéreos no tripulados, tales como Northrop Grumman X-47B.
Asimismo, el poderío del USS Gerald Ford, está basado no solo en la cantidad de armas que posee sino también en la cantidad de avances tecnológicos que se han incorporado.
Se estima que este buque utilizará tan solo el 75% de la tripulación que se requiere para un navío de este tipo. Asimismo, en un conflicto bélico, tendrá capacidad de dar 160 salidas por día, lo que genera un importante aumento en comparación con los portaviones del tipo Enterprise.
Invisibilidad
Es una de las tecnologías incorporadas al poderoso barco de guerra USS Gerald Ford, la cual consiste en hacerse invisible para algunos radares, de tal manera que durante una guerra, aviones y barcos enemigos no puedan detectarlo.
Este sistema de invisibilidad le da mayor poder a este portaviones, por lo que se cree que estos navíos de la clase Gerad Ford revolucionarán la marina, no solo de los Estados Unidos sino también del mundo entero.
Con la puesta en servicio de esta nave, la Casa Blanca le está dando un claro mensaje a otras naciones, de que continua siendo el líder mundial en los avances militares.
Ahora solo se espera por el resultado de las evaluaciones llevadas a cabo en el USS Gerald Ford que, sin lugar a dudas, será el nuevo súper portaviones que se convertirá en el orgullo de la armada estadounidense.
Aunque los chinos enemigos políticos y militares de los Estados Unidos, durante algunos años han estado desarrollando un nuevo tipo de portaviones, están muy lejos de llegar a pensar en tener una máquina de guerra con el poderío del USS Gerald Ford.