La Festa da Filloa de Lestedo (A Coruña) no ha podido cerrar su 40ª edición con mejores cifras: más de 60.000 filloas ofrecidas, 40.000 visitantes y un millón de facturación.
Este postre, que muchos confunden con el crepe francés, tiene su origen en la época romana y forma parte de la gastronomía más tradicional de la región gallega.
Durante siglos, se ha ido adaptando hasta la receta actual. Sus ingredientes son sencillos y suman, a la receta francesa, la alegría del licor. Huevos, leche, harina, azúcar, una pizca de sal y un chorrito de anís. Ese es el secreto de uno de los postres más conocidos y que nada tiene que envidiar al éxito de los famosos franceses.
En realidad, la receta en sí poco ha cambiado, pero quizá sí la forma en la que se cocina y detalles como la incorporación de ingredientes que acercan este manjar a paladares que necesitan evitar dicha proteína presente en los cereales de secano.
Este año, además, el tradicional postre tuvo también su interpretación sin gluten, que permitió a los visitantes que se acercaron hasta la localidad de Lestero disfrutar de las filloas planteadas con harina de trigo sarraceno para cumplir con las necesidades de celíacos.
Las filloas: tradición dulce o salada
Muchos hablan de la tradición pero pocos saben sacarle partido. Al igual que los vecinos franceses hicieron de este tipo de tortilla su carta de identidad, pocos establecimientos dedicados a las filloas hay en territorio gallego.
De ahí la importancia de que, año tras año, se celebre en Lestedo una fiesta que ponga en relieve la tradición que acompaña este manjar que, con nata, crema, azúcar o miel o bien en salado, sigue convenciendo a decenas de miles de personas que se acercan a conocer la forma de cocción tradición sobre la piedra.
Además, gracias a este homenaje a la gastronomía gallega, la zona vio cómo se facturaba cerca del millón de euros alrededor del evento, una excusa más para seguir apostando por la tradición y por platos que, con siglos de historia, siguen gustando y formando parte del adn del pueblo.