Los nuevos y vertiginosos avances tecnológicos gracias en gran parte a las cadenas de bloques están suponiendo una descentralización que, aunque ha empezado en el mundo de las divisas con el claro ejemplo de las criptomonedas, se está extendiendo a otros sectores como es la propia web. De hecho, según algunos expertos, es lo que vendrá a ser pronto la web3.
Pero, ¿cómo sería este cambio? Según quienes siguen de cerca toda esta nueva tendencia, se trata de ir asumiendo que las redes sociales, los videojuegos con recompensas token o las plataformas de nft serán algo más habitual, quitando a los poderes tradicionales actuales la capacidad de control y permitiendo un internet más libre.
En realidad, es el paso natural que va desde la primera web del principio, de los años 90 con páginas estáticas que dio paso, ya entrado el siglo XXI a la web2 donde el usuario también podría crear contenido vía redes, blogs o foros de usuarios. Es ahora, en la web3 cuando la gestión de contenidos por parte de los usuarios – incluidas empresas – podría de verdad cobrar relevancia al uso de las cadenas de bloques o blockchain como forma de incorruptibilidad, pero, sobre todo, monetización de contenidos.
“Si ahora muchas plataformas ganan por los usuarios que tienen al vender publicidad, la web3 sería el paso que daría el control a los usuarios para poder ganar dinero al compartir contenidos interesantes o incluso amortizar los datos que ceden a las plataformas. Y solo sería un ejemplo porque, ¿qué será de las empresas que se preocupen por aportar información relevante vía notas de prensa o webs corporativas, entre otros?” apuntan algunos expertos.
El papel de las marcas en el metaverso
No existirá metaverso sin que las marcas estén dentro aportando no solo su reputación sino sus contenidos.
Así de rotundo se muestra el sector del marketing para afrontar esta nueva realidad paralela de la que todo el mundo habla.
La digitalización está viva y se prevé que, de aquí a 5 años, la gente, al igual que ahora pasa tiempo en redes sociales, las desocupe para pasar a vivir su alter ego virtual en el metaverso, lugar en el que además podrá comprar, formarse o acudir a eventos de ocio.
La comunicación corporativa va a pasar a ser 3D. Atrás quedará solo la parte audiovisual y el marketing y sus expertos tendrán que apostar por apoyar a las marcas en sus mensajes creando también experiencias virtuales y hologramas que aporten la información que hoy se transmite, por ejemplo, vía mail.
Las audiencias van a pasar de estar en la prensa o en los perfiles de terceros corporativos – la cuenta corporativa dentro de una plataforma ajena – a crearse desde cero en el metaverso y poner a disposición de la audiencia escenarios, experiencias inmersivas y una forma de comunicar que puede que lleve las notas de prensa de hoy a bandos en el metaverso. ¿Se está preparando el sector de la comunicación y marketing para lo que viene? Está claro que sí, porque se pasará a una realidad en la que, de nuevo, el mensaje será propio y no prestado.