China se encuentra en una encrucijada y de no tomar la decisión correcta, podría presentarse una crisis económica que causaría no solo un desplome en su bolsa de valores, sino también una profunda contracción en sus finanzas que a corto plazo podría generar un efecto que lleve a la quiebra a un grupo de empresas.
El caso es que Evergrande la compañía inmobiliaria más grande de ese pais, está pasando por graves problemas de liquidez, lo que podría producir el cierre de las 1.300 inmobiliarias pertenecientes a esa firma, las cuales se encuentran diseminadas por toda la República China.
Un peligro a nivel internacional para las economías
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Evergrande Gigante Inmobiliario
Esta empresa se inició en 1996 con la venta y compra de inmuebles, posteriormente incursiono en la construcción, llegando a edificar gigantescos rascacielos y con aproximadamente 200.000 empleados en toda china. En el año 2015, la revista Forbes la incluyo entre las 500 compañías mayores del mundo.
Posteriormente extendió sus operaciones hacia otros sectores de la economía, entre los que destacaban fábrica de automóviles eléctricos, incluso agua embotellada, por solo mencionar algunos. Esta empresa comenzó a cotizar en la bolsa de valores en el año 2009, logrando un mayor acceso a los mercados.
Evergrande logro acumular activos por 355 mil millones de dólares, convirtiéndose en una de las empresas favoritas por los inversores no solo por los altos niveles de rendimiento que otorgaba, sino tambien por los planes de incursionar en nuevos sectores lo que la convertía en la mejor opción para colocar capital.
Al parecer, algunas decisiones poco acertadas en el manejo de la empresa la llevaron a adquirir grandes deudas, a las que deberá hacer frente en los próximos días ya que, de no hacerlo podría causar en corto plazo un cierre de esta arrastrando en su desplome no solo a sus inversores, si no tambien a otras empresas.
El pago que debe hacer es de 84 millones de dólares y aunque pareciera que una empresa cuyo valor ronda los 305 mil millones de dólares no debería tener problemas en hacer frente a este compromiso, pareciera que la falta de liquidez llevara a Evergrande a incumplir dicho pago lo que ocasionaría pánico económico.
Esto afectaría todo el ecosistema financiero que depende de ella, alcanzando incluso a pequeños bancos que podrían cerrar sus puertas. Por otra parte se piensa que la empresa fue demasiado optimista con respecto al comportamiento del mercado y nunca se previó una caída en las ventas.
Crecimiento sin control
El gigante inmobiliario realizo importantes inversiones y para ello comenzó a pedir prestado a una gran cantidad de bancos, llegando a tener pasivos por más de 57.000 millones de dólares. Sin importar esta situación, la inmobiliaria implemento un mecanismo para recibir dinero por proyectos aun no ejecutados.
Este le permitía tener capital suficiente para pagar los intereses a los bancos, pero no contaban que en el año 2020 el presidente de China Xi Jinping establecería como una medida para evitar el sobreendeudamiento de las empresas, en este caso prohibía recibir dinero producto de obras que no se encuentren listas para entregar.
En vista que el gobierno chino los dejo sin su principal fuente de financiamiento se vieron en la obligación de comenzar a vender activos, estos consistían en grandes proyectos no culminados, primero eran ofrecidos a precio de mercado, pero después de la contracción económica era vendidos al 30 % de su valor.
Esto causaba otro problema y es que, si bien es cierto que se obtenía dinero para cancelar algunos intereses, no se podía cumplir con las entregas de inmuebles y de los cuales ya habrían recibido un anticipo, por lo que tenían que llegar acuerdos de pago que generan nuevas deudas y que eran cubiertas con más ventas de activos.
Desesperados optaron por liquidar empresas de otros sectores ajenos a la construcción con el fin de tratar de contrarrestar las perdidas. Sin embargo, eso no ha sido suficiente y ya no queda practicamente nada que vender y la deuda sigue creciendo sin control y con miles de posibles demandas pendientes.
Los directivos de la empresa nunca manejaron un plan alterno por si existía una caída del mercado pensando que este siempre estaría en alza y que podrían contar con los recursos suficientes para pagar sus deudas.
Catástrofe en todo el ecosistema financiero
Si la empresa se declara en quiebra todas las pequeñas compañías que de alguna manera depende de Evergrande cerrarían, por otra parte los inversores que tiene acciones de esta firma, perderían todo el dinero e incluso como muchos de esos papeles están en bonos offshore, economías foráneas tambien se verían afectadas.
Otro elemento importante, es que los bancos verían imposibilitado la recuperación de su dinero, lo que disminuiría su capacidad de préstamos afectando a medianas empresas que dependen los créditos para tener liquidez, de igual manera no debe olvidarse que la quiebra de Evergrande generaría una caída abrupta de la bolsa.
Dentro de los afectados en ese ecosistema financiero se encuentra el fundador de Evergrande Xu Jiayin, quien en la actualidad es el quinto hombre más rico de China y quien podría perder una parte importante de su fortuna, si el gobierno lo obliga a responder con sus activos las deudas del gigante inmobiliario chino.
En todo caso el gobierno chino deberá establecer medidas adecuadas para evitar este colapso, Xi Jingping se debate entre rescatarla, reestructurarla o liquidarla, pero cualquiera de las alternativas involucra un gran aporte de dinero por parte del estado o del fundador de la empresa.
Muchos hacen responsable al gobierno de esta situación, ya que estos permitieron que Evergrande financiara sus proyectos prácticamente con un esquema piramidal y aunque el declive de la empresa comenzó en el 2020, se piensa que los controles llegaron tarde cuando ya se habría creado una burbuja inmobiliaria.
Por supuesto que existieron otros elementos que contribuyeron a esta situación como por ejemplo, la desaceleración en la compra de viviendas escenario este creado por la pandemia del Covid-19 y que ni siquiera el más pesimista de los analistas pudo prever.