Gran incertidumbre internacional es la que se ha generado tras la llegada de los talibanes al poder. Muchas personas consideran que el grupo irregular, que ha llegado mediante la fuerza, buscará apoyo en países como China y Rusia.
Según estiman analistas económicos, la fuerza laboral femenina de Afganistán que en la actualidad se encuentra en un 22%, será eliminada en su totalidad tal como han anunciado ya en las restricciones que sufrirán, en adelante, las mujeres. Esto traerá como consecuencia la pérdida de personal capacitado los que será un nuevo golpe a la economía del país al sumarse la huida masiva.
Un conflicto que parece no acabar nunca
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Presencia de China en Afganistán
El gobierno de Xi Jinping fue el primero en reconocer al grupo irregular afgano como un gobierno legítimo. Ha dejado ya claro que piensa mantener las mejores relaciones con el país, pero, lo que realmente está detrás de esto, es el deseo de controlar la explotación de minerales de esa nación.
Según un estudio realizado en el año 2010 por el periódico New York Times, los abundantes recursos naturales que existen en suelo afgano convierten a ese país en el mayor potencial minero de la zona, a lo que también hay que sumar las plantaciones de opiáceos.
Los chinos están interesados en el explotar las minas de cobre, cobalto, carbón, hierro y litio. Esta última es a la que mayor interés han demostrado los inversores asiáticos ya que, como se sabe, con el litio se fabrican baterías para dispositivos móviles y vehículos eléctricos.
La economía de Afganistán está basada en un 49% de la ayuda internacional y, se estima que, por lo menos a mediano plazo, deberá seguir subsistiendo mediante créditos emitidos por países como China.
En todo caso, Pekín utilizará su tradicional técnica de otorgar dinero a cambio de la explotación de los recursos naturales, por lo menos durante los próximos diez años, lo que les garantizaría un control sobre este país y la convertiría en otra colonia económica china tal como lo es Venezuela actualmente en lo que a recursos naturales se refiere.
Antes de la ruptura del hilo constitucional en Afganistán, la economía había presentado un crecimiento lento pero sostenido, sin embargo, se cree que eso puede revertirse y generarse una contracción que disminuya el PIB, así como las reservas internacionales.
En la actualidad, China es considerada como el mayor socio comercial de Afganistán y, hasta la fecha, han invertido 5.950 millones de dólares.
La empresa estatal Corporación Metalúrgica de China, invirtió tan solo en los yacimientos de cobre, 2.775 millones de dólares, pero el proyecto no ha avanzado al ritmo esperado y esto se debe a que los talibanes dinamitaban la zona y le disparaban a los trabajadores chinos.
Con el reconocimiento de parte del gobierno de Xi Jinping al grupo irregular, es casi un hecho que la explotación de los yacimientos de cobre se reactive, generando enormes ganancias para el gobierno de Pekín.
Economía afgana: del lento crecimiento a la huida de capitales
Antes de la llegada de los Estados Unidos a Afganistán en el año 2002, el PIB de ese país era de 4 mil millones de dólares y el promedio de crecimiento anual era de 6.2%.
Esto se debía a que la economía era centralizada, es decir, los modelos de producción se encontraban en manos del estado y esto impedía que se pudiesen cumplir las leyes de oferta y demanda, así como el reparto igualitario de los ingresos.
Cuando Estados Unidos intervienen militarmente, cambian el concepto hacia una tendencia más capitalista, lo que lleve a quintuplicar el PIB de Afganistán que alcanzo para el año 2020, unos 20 mil millones de dólares, en tanto el crecimiento económico se mantuvo en un promedio de 6.2% y según el Banco Mundial el PIB per cápita aumento 166%.
Todas estas cifras, demuestran que Afganistán se encaminaba a convertirse en una potencia regional. Sin embargo, ahora que los talibanes se han establecido en el poder, se piensa que todo este progreso pudiese revertirse.
Por su parte el gobierno de Xi Jinping, ha dejado clara su intención de apoyar a los afganos mediante la construcción de infraestructuras y, además estimularán a los inversores para que participen en el sector minero del país de Oriente Medio.
China no ha negado su interés en Afganistán y, ahora, sencillamente, ha demostrado que el dinero está por encima de la libertad, por lo que se prepara para cerrar filas con los talibanes, para convertirse en el mayor explotador de los recursos naturales.
Objetivo político de los talibanes
Como se sabe este grupo político religioso, tiene como fin la imposición de un pensamiento único en Afganistán. Así mismo, considera enemigos a las grandes potencias del mundo, especialmente a los Estados Unidos.
La llegada de este violento grupo al poder se convierte en un problema ya que es probable que den cobijo en esa nación a un gran número de terroristas, quienes planificarán atentados contra países occidentales en busca de su llamada yihad.
Pero para poder cumplir su proyecto político, los talibanes necesitan recursos financieros que trataran de obtener a toda costa firmando contratos de explotación minera desventajosos con países como China y Rusia, e incluso, se estima que podría cambiarse tambien la minería por la capacitación de personal, en tema de seguridad por operarios chinos.
Un mal que aqueja durante muchos años a Afganistán, es la corrupción y se cree que esta aumentara exponencialmente de manos del grupo talibán.
Otro detalle importante, es que hasta la fecha el gobierno derrocado dedicaba el 29% del PIB a los gastos de seguridad y defensa y según analistas internacionales, esta cifra podría alcanzar en los próximos dias el 40%, generando una situación de hambruna en el pais.
El sufrido pueblo afgano
Según datos del Banco Mundial, la inversión extranjera en Afganistán es 10 veces menor que la de los países vecinos y, aunque posee grandes yacimientos de minerales, el ingreso a los hogares depende de la producción agrícola la cual representa un 60%.
Tambien se maneja una economía de tipo encubierto y esto tiene que ver con actividades delictivas, tales como el contrabando, la producción de opio y la minería ilegal.
Todo esto genera altos niveles de pobreza y acceso limitado a los alimentos. Con la llegada de China a la nueva economía afgana, se cree que esto no varié mucho y aunque se proyecta que realizaran grandes obras de infraestructura para lograr la explotación minera, el pueblo afgano solo recibirá migajas.