La compañía CooperSurgical presenta en España el dispositivo RI Witness, que permite la identificación de las muestras del paciente con un código personal único durante el proceso de reproducción asistida. Este tipo de sistemas automatizados utilizan chips de identificación mediante radiofrecuencia (fijados a cada muestra) para evitar posibles confusiones que se pudieran producir durante la asignación de gametos y embriones a las pacientes. El objetivo de este nuevo método es ayudar a garantizar la excelencia en el proceso de reproducción asistida e intentar reducir al 0% los posibles fallos.
El sistema presenta una serie de ventajas para las clínicas de fertilidad que lo utilizan. El primero de ellos es un ahorro en el tiempo invertido durante el proceso, ya que, con la automatización de este proceso se podría evitar la doble comprobación de las muestras por parte de los embriólogos, lo que se conoce como “doble testigo”. En este sentido, se podría llegar a reducir hasta la mitad el tiempo necesario para el procedimiento de testificación (en comparación con el testimonio humano) y se conseguiría disminuir el tiempo en el que los gametos y embriones pasan fuera de la incubadora.1
El Dr. Gorka Barrenetxea, director de la Clínica Reproducción Bilbao y Profesor Titular de Ginecología y Obstetricia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), recomienda la implantación de este tipo de tecnologías. “Los controles que se realizan en los centros de reproducción asistida son muy estrictos. Sin embargo, el error humano es posible. Por ello, disponer de una tecnología que nos ayude a minimizar este tipo de errores, debería ser obligatorio para nuestras clínicas.” afirma.
Por otro lado, estos dispositivos presentan también ventajas en cuanto a la excelencia del trabajo y reputación del negocio. Al ayudar a evitar estos posibles errores humanos, se reducen las probabilidades de que las clínicas se vean implicadas en demandas millonarias de pacientes afectados, o salpicados en noticias que pueden provocar serios daños en su imagen. “Este tipo de tecnologías ofrecen el máximo nivel de seguridad tanto a pacientes, que saben que la trazabilidad de sus muestras está garantizada, como a los profesionales, que pueden ofertar el máximo nivel de excelencia evitando cualquier tipo de litigio” añade el doctor.
Respecto a las sanciones, ha habido casos en los que las clínicas de reproducción asistida han sido condenadas a pagar multas millonarias que superan los 300.000€. En este sentido, si se compara su coste (que se encuentra en torno a los 50-80€ por paciente según tamaño de clínica), la inversión puede ofrecer mayor seguridad tanto para el negocio (reputacional y económica) como para los pacientes (emocional).
Beneficios para los pacientes
Las ventajas de la implantación de estos dispositivos también se reflejan en los pacientes, ya que todavía se consigue una mayor certeza de que las muestras que han proporcionado a las clínicas son realmente aquellas que han sido implantadas en su cuerpo.
El Dr. Miguel Ángel Checa, ginecólogo y co-Fundador de clínica Fertty, también hace hincapié en la trascendía de estos errores en el paciente. El especialista apunta que realizar su trabajo con la máxima precisión, seguridad y excelencia es una tarea fundamental.
En sus palabras, el ginecólogo comenta que “es perfectamente consciente de un error de este tipo puede suponer un grave problema para el paciente, pudiendo afectar significativamente en su vida personal, tanto de pareja como individualmente.” A lo que añade “confundir dos muestras puede hacer que el embrión implantado no corresponda a los pacientes, produciéndose incluso en algunas ocasiones discordancia de razas entre hijos y progenitores.” el error humano podría suponer implantar un embrión en una pareja diferente de los padres biológicos.
D. Juan Jiménez, Director General de CooperSurgical España, señala que llevan muchos años trabajando en la investigación y creación de dispositivos que ayuden a cubrir necesidades de pacientes y especialistas. “Desempeñamos nuestra labor con un alto grado de complejidad en cuanto a tecnología y equipos para facilitar el trabajo de estos especialistas, acortando los tiempos y llevándoles a la excelencia”. A lo que apunta “el sistema RI Witness garantiza cada paso del ciclo de fertilidad dentro del laboratorio. Esto asegura la eficiencia de los profesionales y la tranquilidad de los pacientes, que son nuestro principal foco.”
España a la cabeza de los tratamientos de reproducción asistida
Se calcula que en España existen entre un 15% y un 20% de parejas en edad reproductiva (800.000 personas aproximadamente) que tienen dificultades para tener hijos.4 De hecho, se estima que el 15% de la población en edad fértil buscará en algún momento de su vida ayuda médica por una situación de esterilidad,5 y se espera que la cifra aumente entre el 18% y el 25% para el año 2020.4 Además, en los últimos años se ha producido un significativo aumento en el número de mujeres que se someten a procesos de RA en nuestro país. España se sitúa a la cabeza de Europa en cuanto a pacientes que recurren a la RA,2 y en tercera posición a nivel mundial.3
Según la última encuesta de fertilidad realizada por el Instituto Nacional de Estadística durante el 2018, el 5,5% de las mujeres de entre 18 y 55 años (643.797 mujeres) que han buscado quedarse embarazadas, han tenido que someterse a un tratamiento de fertilidad. El porcentaje aumenta a medida que la edad avanza, entre mujeres de 40 a 44 años, el porcentaje es de un 8,8%.6
En cuanto a los motivos de recurrencia a la RA, los especialistas apuntan que existen diferentes factores como el retraso de la edad de la maternidad, enfermedades como la endometriosis y hábitos de vida como el alcohol, el tabaco o la obesidad dificultan el embarazo natural. Esto ha derivado en una etapa de bajo potencial reproductivo con posibilidades mensuales de embarazo inferiores al 30% en parejas menores de 30 años.5