Muchas han sido las catástrofes ocurridas en la última década. Estas incluyen los maremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, tormentas tropicales abrasivas y hasta terremotos de gran magnitud.
Sin embargo, ninguna de estas tragedias se ha comparado con la acontecida en Haití en el año 2010. Se debe recordar que la nación se encuentra en el mar caribe y es designada como una de las más pobres del mundo.
De hecho, por estas condiciones es que existe la interrogante de cómo se encuentra actualmente Haití, ya que las perspectivas dadas por el gobierno en su recuperación no fueron para nada prometedoras.
Contexto situacional
El pasado 12 de enero del año 2010 a las 16:53 (hora local), Haití sufrió de un terremoto que tuvo su epicentro en “Puerto príncipe” (Capital del país). La magnitud del mismo fue de 6.0 según fuentes locales.
Sin embargo, el “Servicio Geológico de Estados Unidos” reportó que la potencia de Magnitud de Momento fue de 7.0, lo que convierte al terremoto en uno de los más grandes a nivel histórico.
Lo peor del caso es que la profundidad del sismo fue de 10.4 Km, y terminó por provocar una gran cantidad de repercusiones a países cercanos, incluyendo Haití, República Dominicana, Cuba, Puerto Rico, Jamaica y las Vahas.
Asimismo, se reportaron 44 réplicas y según las fuentes nacionales, hubo alrededor de 316.000 muertos en total. Igualmente, el sismo provocó un total de 350.000 muertos y 1.500.000 damnificados.
Cabe destacar que entre las réplicas se reportaron sismos fuertes, incluyendo uno de 6.1 el 20 de enero. Igualmente, los servicios estadounidenses exponen que la causa del sismo se debe a la presión acontecida en la “Falla de Enriquillo”.
Esta se vio sumergida en un aumento de energía exponencial por 240 años, lo cual terminó por provocar la explosión y en consecuencia la gran cantidad de colapsos en el territorio.
Situación de Haití en la actualidad
A pesar de la pobreza del país americano, casi todas las naciones del mundo realizaron aportes a las víctimas del terremoto, incluyendo 12.000 ONG’s y organizaciones como las “Naciones Unidas”.
Sin embargo, el colapso de la sociedad fue inminente, debido a que las ayudas humanitarias terminaron en manos del poder gubernamental. Este último, es clasificado como uno de los más corruptos a nivel internacional.
De hecho, en el “Índice de Percepción de la Corrupción del Sector Público en Haití”, se determinó que el país tiene 20 puntos. Esto la clasifica como una de las peores naciones en términos de malversación gubernamental.
Dicho aspecto creó en consecuencia (tras diez años de lo acontecido), que una gran parte de los ciudadanos se encuentren durmiendo en carpas dentro de campamentos públicos controlados por el gobierno.
Asimismo, las cifras alcanzan los 4.6 millones de ciudadanos en Haití que requieren de ayuda humanitaria actualmente. Esto representa casi la mitad de la población, la cual es de casi 11 millones.
Igualmente, los campamentos se encuentran mal organizados a nivel medicinal. De hecho, se calculan que 10.000 personas han fallecido en ellos a causa de enfermedades como cólera y epidemias nacionales.
Lo peor de la situación es que la población sigue en decadencia delincuencial. De hecho, se cree que se ha duplicado el número de ciudadanos proliferantes de drogadicción y violaciones en el territorio.
A pesar de ello, muchos ciudadanos están peor de lo esperado. En este sentido la “Organización Internacional de las Migraciones” expuso que alrededor de 32.000 personas duermen en la calle a causa de la pérdida de su hogar en el terremoto.
Contraria a esta situación, el gobierno de Haití ha desviado el dinero de ayuda humanitaria a templos mormones y protestantes, así como a la reconstrucción del palacio presidencial.
Finalmente, miles de supermercados se encuentran en desabastecimiento, la capacidad laboral del país está en decadencia y cada vez son más las calles que se encuentran intransitables.
Situación económica de Haití
Como se mencionó anteriormente, decenas de países le otorgan una gran cantidad de dinero a Haití como forma de ayuda humanitaria. Por ejemplo, Estados unidos envió 4.400 millones de dólares.
Asimismo, las Naciones Unidas le anexó 10.000 millones de dólares, y la cantidad otorgada por el resto alcanzaba los 1.000 millones de dólares. Esto permite definir que Haití debería ser actualmente una potencia emergente.
Dicho aspecto se debe a que las pérdidas económicas que el país sufrió fueron de 7.900 millones de dólares y le anexaron más del doble. Sin embargo, nada está más lejos de la verdad.
Actualmente el PIB de Haití se encuentra en 8.178 millones de euros, lo que corresponde a 735 de PIB per cápita, posicionando a la nación como una de las peores en términos de Producto Interno Bruto a nivel mundial.
Asimismo, la deuda total corresponde a 2.719 millones de euros, es decir, el 33.26% de PIB. Sin embargo, el gobierno se encuentra imposibilitado de cubrir con la obligación en su totalidad.
Lo peor del caso es que el déficit del PIB es de -1.99%, mientras que los gastos nacionales no incurren en pagos masivos. Un ejemplo de esto es el gasto público que solo alcanza los 1.574 euros, el de educación 176.5 millones de euros y el de salud con 59.5 millones de euros.
El resto de dinero depara en los índices de corrupción, así como en las prácticas nepotistas de los gobernantes.
¿Puede salvarse Haití?
Ciertamente Haití se encuentra desmejorado actualmente, pero muchos ven a Haití como una mina de oro sin explorar. Esto no es gracias a las riquezas que posee, sino a la relación gasto-ingreso que presenta.
Como se mencionó anteriormente el PIB es de más de 8.000 millones de euros y el ingreso es de la mitad de ello. Asimismo, se cree que la ayuda humanitaria actualmente solo alcanza los 3.000 millones de euros.
En este sentido, si un gobernante con ideas no corruptas se posiciona en el poder, es posible que Haití se convierta en un bastión de la economía latinoamericana.
Sin embargo, mientras la decadencia social se encuentra imperante, las fuerzas de seguridad estatal estén siendo acusadas de corruptas y la incapacidad de emergencia económica este presente, el panorama no esclarecerá para Haití.