Hace aproximadamente 20 años, China tenía un incipiente programa espacial, pero, hace apenas un mes demostró lo avanzada que se encuentra en materia aeroespacial, al lanzar el primer módulo de lo que será, en el futuro, un laboratorio en el espacio.
Se estima que dicha construcción debería finalizar en diciembre de 2022 y, según el gobierno, serviría para acoger misiones tripuladas. La intención es colaborar con otras naciones que quieran mandar naves para hacer estudios.
Todo lo que hay que saber sobre las pretensiones espaciales de China
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Módulo Tianhe
El módulo Tianhe fue lanzado mediante un cohete del tipo Macha-5B y, se sabe, que tiene 16,6 metros de largo por 4,2 de ancho. Este vendrá a ser el centro de control de la Estación Espacial China o Palacio Celestial, como la ha bautizado Pekín.
Los ingenieros aeroespaciales chinos han manifestado que dicha estación pesará unas 90 toneladas y sus dimensiones serán muy similares a las que tenía el laboratorio ruso.
La construcción de este importante canal de estudio permitirá la permanencia de, por lo menos, 6 personas, aunque solo en estancias prolongadas podrán estar 3 astronautas.
La vida útil estimada de esta Estación Espacial se cree que será hasta el año 2036 y, el envío de Tianhe es tan solo la primera de las 10 misiones con las cuales se piensa finalizar la construcción del laboratorio espacial.
Se prevé enviar 4 módulos este mismo año y 6 en el 2022, con los que se podrían llevar todas las provisiones para completar el acondicionamiento de la infraestructura.
Aunque inicialmente se pensó que esto era un desafío de tipo logístico para el programa espacial chino, al parecer, ya tienen todo preparado para concluir su propia estación.
Como se sabe, China no participa en el Laboratorio Espacial Internacional debido a que sobre esta nación pesa una sanción impuesta por la NASA estadounidense. Es por ello que gobierno de Pekín ha desarrollado sus propias tecnologías.
Todo esto les ha permitido mejorar su capacidad de exploración del espacio, así como construir materiales que formarán parte de su laboratorio y que resistirán las inclemencias del tiempo en el exterior.
Nuevos retos
Debe tomarse en consideración que los astronautas chinos no han pasado más de 33 días en el espacio y que, para la construcción del llamado Palacio Celestial, los aeronautas deberán permanecer entre 3 y 6 meses.
Esta situación les obliga a mejorar el sistema de soporte de vida en el espacio, así como la tecnología que les pueda permitir el reciclaje de agua y la purificación del oxígeno.
Este ambicioso plan de reciclaje es necesario para el éxito de la misión, ya que, si el personal que construirá la Estación Espacial estará tanto tiempo fuera de la Tierra, requerirá mayores cantidades de agua y oxígeno.
Toda esta situación no solo hará que aumenten los costos de construcción del laboratorio, sino que el tiempo previsto para la inauguración podría llegar a duplicarse.
Se sabe que hasta la fecha la Academia China de Tecnología Espacial está trabajando en un sistema que permita reciclar la orina y aprovechar el dióxido de carbono del aire exhalado.
De igual manera, y según expresó el gobierno de Pekín, todos estos avances serán utilizados para el futuro establecimiento de una base en la Luna, proyecto más ambicioso de los científicos chinos y que estiman podría realizarse antes de terminar la década.
La intención no es rivalizar
Según expresó el jefe del programa de exploración espacial de China, Zhou Jianping, bajo ningún concepto se estima construir el Laboratorio Espacial con el fin de rivalizar con la Estación Espacial Internacional.
Lo que se desea es colaborar con todas aquellas naciones que están interesadas en explorar el espacio. De igual manera, se pusieron a la orden de la Organización de las Naciones Unidas para que una vez inaugurado su laboratorio, investigadores de cualquier nacionalidad puedan llevar a cabo experimentos en sus instalaciones.
El jefe del programa manifestó que China tiene una sana competencia con los Estados Unidos, y se cree que en un futuro ambas naciones podrían colaborar en una misión conjunta que los lleve a Marte.
Tanto Moscú como Pekín firmaron un documento de colaboración con la finalidad de establecer en la Luna una estación y enviar astronautas de ambas nacionalidades para que puedan estudiar una futura colonización de nuestro satélite natural.
En tanto, el presidente Xi Jimping ha dejado claro que el hecho de haber sido vetados de la Estación Espacial Internacional los ha obligado a ser autosuficientes e innovadores.
De esta forma, no solo contribuyen al desarrollo tecnológico de un país socialista, sino que, de alguna manera, se trabaja en función del bienestar de toda la humanidad sin ningún tipo de rivalidad.
Si la Estación Espacial Internacional es retirada en 2024, tal y como está previsto, Tiangong o Palacio Celestial será la única estación en la órbita de la Tierra, lo que indudablemente le daría supremacía a China sobre las otras naciones, en cuanto a los estudios aeroespaciales.
Ambiciones espaciales de China
China jamás ha ocultado su intención de ganar la nueva carrera espacial. Por ejemplo, se convirtió en el primer país en enviar una nave a la cara oscura de La Luna.
De igual manera, una sonda china fue enviada al planeta Marte exitosamente y, ahora, con la construcción de la Estación Espacial, garantizaran el éxito de la llegada de sus astronautas a la Luna.
Un hecho importante es su estrecha relación con científicos rusos, con quienes tienen planes muy audaces. No solo el envío de misiones tripuladas a la Luna y Marte, sino también el estudio de asteroides.
Todo esto, sin duda alguna, podría causar un renacimiento de la Guerra Fría aeroespacial vivida hace algún tiempo entre Moscú y Washington. Aunque el Partido Comunista Chino ha expresado que la intención de sus misiones es lograr un rejuvenecimiento nacional y darle un motivo más de orgullo al pueblo.
Sin embargo, la mayoría de los países creen que lo que se busca es lograr una hegemonía aeroespacial con el fin de beneficiar solo a China y no al resto de las naciones.
En tanto, para los Estados Unidos causa suspicacia la gran cantidad de dinero que está invirtiendo el gobierno chino, solo con el objetivo de conocer el espacio. Parece ser que, como en otras ocasiones, el gigante asiático tiene una carta bajo la manga con la que sorprenderá a la humanidad de un momento a otro.