El gobierno chino siempre se ha caracterizado por tratar con mano dura a todas aquellas personas que disienten de las decisiones tomadas por el régimen de Xi Jinping.
Esto se hace presente una vez más cuando hace pocos días, fue condenado a 18 años de cárcel y a pagar 620.000 dólares al magnate inmobiliario Ren Zhiqiang por hechos de corrupción, aceptación de soborno y malversación de fondos. Pero, ¿qué hay detrás de esto?
Todo lo que hay detrás de esta condena
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Realidad del arresto de Ren Zhiqiang
En marzo de este año el magnate inmobiliario público en internet un artículo, que para muchos fue extremadamente duro y crítico, en el señalaba la incapacidad de Xi Jinping para manejar la pandemia del Covid-19.
Incluso dijo que el presidente de China había actuado como un payaso, ya que las decisiones adoptadas para frenar la epidemia, aparte de empeorar la situación, lo hicieron convertirse en el hazmerreír del mundo.
Para el gobierno chino y, específicamente para los miembros del Partido Comunista, es fundamental mantener ante la comunidad internacional la imagen de respetuosos ante las libertades individuales de las personas.
Es por ello que ante la afrenta expresada por Ren Zhiqiang en contra de Xi Jinping, estos necesitaban inventarse una excusa válida para poder apresar al magnate chino que se atrevió a ofender al presidente.
Es por ello que en el mes de abril inician una averiguación sumaria para establecer si Ren había violado de alguna forma las normas de disciplina del Partido Comunista Chino.
No fue difícil para las autoridades establecer una serie de delitos con la finalidad de castigar al ofensor, permitiendo incluso mejorar la percepción que puede tener el mundo hacia el Comunismo chino.
Delitos que se le imputan a Ren Zinqiang
Según el tribunal intermedio de Pekín, después de realizar una exhaustiva investigación se estableció que Ren Zinqiang había aprovechado su posición dentro de la estructura del Partido Comunista Chino para enriquecerse de manera ilícita utilizando para ello los fondos públicos.
Establecieron fuentes oficiales, que este ciudadano se apropió de manera ilegal de 2,9 millones de dólares y aceptó sobornos por un valor cercano a 180.000 dólares. Es por ello que por estos delitos cometidos, varias empresas estatales, presentaron pérdidas millonarias por lo que estuvieron a punto de ir al cierre definitivo.
Lo peor, según expresa el tribunal popular intermedio, es que abusó de la confianza depositada en él por los miembros del partido, no importándole el daño que le causaba al colectivo y realizando una acción inexcusable, anteponer los beneficios propios a los beneficios de los ciudadanos chinos.
Futuro de Ren Zinqiang
Cuando Xin Jinping llegó a la presidencia en el año 2013, mencionó que una de sus principales metas era lograr acabar con la corrupción en el país. Para muchos sectores de la oposición, esto no era más que una forma de acabar con sus enemigos políticos, valiéndose de las leyes chinas.
Si esto es así, el futuro de Ren Zinqiang es bastante incierto ya que con 69 años de edad, se estima que podría salir de prisión a los 87 años en caso de que sobreviviese a los rigores de las cárceles de China.
Parece ser que Ren es consciente de que apelar a la medida sería una pérdida de tiempo. Sin embargo, muchos estiman que tal vez la decisión de no apelar y de confesar todos sus crímenes se deba a que de alguna forma ha recibido presiones externas. Incluso sanciones para miembros de su familia.
Según la agencia oficial de noticias de China, el millonario inmobiliario habría confesado ya todos sus crímenes. Además, sentía real arrepentimiento por haber defraudado no solo al PCCh, sino a su nación.
Con esto, Xin Jinping logró quitar del medio un crítico poderoso, ya que sin lugar a dudas, Ren ha sido el único miembro del Partido Comunista Chino que lo ha criticado abiertamente por la manera en que ha manejado el Covid-19.
Quizás para el primer mandatario, lo que se hacía extremadamente peligroso, era que algunas personas por las redes sociales habían comenzado a hacerse eco de las palabras de Ren, que lo llamó literalmente payaso sin ropa que insistía en ser emperador.
Reincidencia de Ren Zinqiang
A pesar de que los padres de este millonario inmobiliario fueron altos funcionarios del Partido Comunista Chino, nadie ha querido defenderlo de las acusaciones realizadas por el tribunal intermedio.
Pero, según expresó el presidente de este tribunal, Ren había confesado voluntariamente sus crímenes. Así mismo, había admitido haber cometido hechos de corrupción.
Para muchos esto no es sino una venganza de parte de Xi Jinping. Esto se debe a que el magnate es reincidente en el delito, ya que en el año 2016 hizo comentarios en las redes sociales que criticaban directamente al presidente chino.
En estas críticas, mencionaba que las políticas del PCCh eran retrógradas y que iban en detrimento de la libertad de las personas. Siendo sometido a un tribunal disciplinario y separado del cargo que ostentaba dentro del partido. Además, en esa ocasión fue obligado a eliminar todas sus redes sociales.
Por otra parte, en el año 2018, este empresario comentó que el gobierno de Xi Jinping estaba creando las condiciones para ganar enemigos internacionales lo que podía llevar al país a una confrontación.
De igual manera criticó abiertamente la hegemonía del presidente con el Partido Comunista Chino y aunque en esa ocasión fue investigado, no fue dictada ninguna sanción.
Sin embargo, después del comentario emitido recientemente hacia el presidente Xin Jinping, Pekín endureció sus acciones y lo sancionó por lo que según ellos, son violaciones graves de la disciplina y la ley. De igual forma, fue expulsado de PCCh, lo que lo deja literalmente solo en las actuales circunstancias.
Para el grupo de Derechos Humanos, Chinese Human Rights Defenders, la verdadera razón de todo el entramado jurídico que se construyó alrededor de Ren, es su posición crítica frente a las acciones de Xi Jinping.
Además, estiman que el empresario es reincidente pero no de un delito. Su reincidencia consiste en expresar a viva voz lo que pensaba, olvidándose que para el gobierno chino este es quizás el peor de los crímenes.