Se estima que en el planeta hay unos 32 millones de kilómetros de carreteras o caminos transitables y que, circulando a una media de cien kilómetros por hora, un humano tardaría en recorrerlos aproximadamente 36 años sin parar ni un segundo. Recorrer casi diez veces la distancia que separa la tierra de la luna no es tarea sencilla. “Para hacerse una idea, la Unión Europea contaba en 2008 con 5.454.446 kilómetros de carreteras, representando una de las redes de carreteras más extensa del mundo y con más tráfico rodado. Y en 10 años los kilómetros han aumentado considerablemente en nuevos proyectos”, indican desde Corinsa.
De entre todos los millones de carreteras transitables a lo largo del planeta, no cabe duda de que existen ciertas regiones que llaman la atención por sus peculiaridades y que suelen ser reclamo de rutas. Por ejemplo, las islas Malvinas cuentan solo con 88 kilómetros de carreteras asfaltadas, pero sus vías urbanas son de coral compactado (sin asfalto). El país más extenso del mundo, Rusia, ocupa el octavo lugar en el ranking por número de kilómetros de carreteras, mientras que Japón, un archipiélago de 4000 kilómetros de largo ocupa el quinto lugar. El Principado de Mónaco cuenta únicamente con 50 kilómetros de carreteras, entre los que se incluyen los de la mundialmente conocida carrera de F1 dentro de su trazado urbano.
“No debemos olvidar que los europeos, al igual que los estadounidenses, somos unos privilegiados en lo que a carreteras se refiere. Contamos con una red de carreteras muy amplia y que está en muy buenas condiciones, algo que dista mucho por ejemplo de lo que ocurre en continentes como África, zonas de Sudamérica o incluso de los países asiáticos, en donde la gran parte de sus carreteras están sin asfaltar y muchas de ellas son incluso intransitables con un vehículo a motor” indican desde Corinsa.