Probablemente si se menciona Béjar, Plasencia o Navalmoral de la Mata, muchos serán los turistas que hablen maravillas de esa zona que, para el visitante, está a caballo entre Extremadura y la provincia de Ávila en Castilla León. De hecho, son destinos más que atractivos para quienes viven en la zona centro peninsular ya que sus accesos quedan fáciles para plantear escapadas de un día o de fin de semana.
Sin embargo, si se habla del Valle del Ambroz, no son demasiados los que lo conocen pese a que está, precisamente, en ese triángulo marcado, en el que sería el límite de las dos comunidades autónomas y que esconde una zona única para dejar con la boca abierta a quien disfrute de la gastronomía, naturaleza, arte y, sobre todo, belleza.
En pleno recorrido de la llamada Vía de la Plata, se encuentra este entorno del Valle Del Ambroz dispuesto a abrir su recorrido a todo el visitante que quiera adentrarse en su ruta.
Entre sus localidades, Abadía, La Garganta, Hervás o Aldeanueva del Camino suelen recoger al visitante para mostrarle todo su encanto.
Tres enclaves que no hay que perderse en Ambroz
Hervás puede que sea una de las paradas obligatorias para todo amante de la cultura. Su barrio judío es uno de los más interesantes que encontrarás por la zona, mostrando cómo la historia hizo que se conviviera en armonía pese al distinto culto. Desde el siglo XIII y hasta la expulsión dictada por los Reyes Católicos tras la toma de Granada fue uno de los enclaves más interesantes para hacer negocios de esta zona. También aquí, los amantes de la naturaleza, podrán disfrutar de la Chorrera de Hervás y la Presa del Horcajo, rodeadas ambas de una zona natural sin igual.
Abadía esconde en su espacio el Palacio de Sotofermoso, una fortaleza palacio donde se escribió la historia desde su fundación templaria, pasando por monasterio cisterciense y hasta la Casa de Alba que tuvo la propiedad hasta el siglo XX. Su patio mudéjar no deja indiferente precisamente por la originalidad de la arquitectura.
Esta zona es lobuna y buena muestra de ello está en La Garganta con el Corral de los Lobos y el Centro de Visitantes que pone al día a quien se acerque a la localidad en lo que se refiere a este mamífero.
Y como paseo, nada como hacerlo entre alcornoques en las inmediaciones de Aldeanueva del Camino, un enclave que comenzó siendo un campamento romano en plena Vía de la Plata y que hoy en día muestra los vestigios de lápidas, puentes y demás recuerdos de una época en la que quedó también asolada tras el ataque musulmán.
