A una semana del magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, no se había logrado establecer aún quienes fueron los verdaderos responsables de tan dantesco crimen.
Aunque inicialmente se mencionaron una serie de posibles personas, el pasado 13 de julio la investigación dio un giro sorprendente, cuando se mencionó a exmilitares colombianos que, al parecer, llevaron a cabo la operación.
Todo lo que hay que saber sobre los asesinos de Jovenel Moïse
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Contratistas colombianos
Según lo establecido por los organismos de seguridad de Haití, fue una empresa de mercenarios conformada en su mayoría por exmilitares colombianos quienes estuvieron a cargo del asesinato del presidente Jovenel Moïse.
El perfil de los indiciados era básicamente el mismo, militares miembros de las Fuerzas Especiales de Colombia con entrenamiento en guerrilla y contra guerrilla que se retiraron entre el año 20
18 y 2020, y cuyas edades oscilan entre los 40 y 45 años. Incluso tenían formación en Estados Unidos.
Sin embargo, la situación es un tanto confusa ya que los organismos de seguridad haitianos afirman que las personas apresadas eran contratistas o mercenarios que lograron infiltrarse en el primer anillo de resguardo del presidente, ganándose la confianza de estos para cometer el asesinato.
Los familiares de estos exmilitares colombianos han dicho que fueron contratados por una empresa de seguridad con el fin de entrenar a los escoltas del presidente Jovenel Moïse, así como diseñar el plan de seguridad para evitar cualquier atentado.
De igual manera, indicaron que la empresa contratante les había garantizado trabajo por dos años y que después de salir de Haití, los llevarían a realizar algunas acciones en Afganistán y Emiratos Árabes Unidos.
Como se sabe, los miembros de las Fuerzas Especiales de Colombia son soldados que se encuentran en constante entrenamiento. Esto se debe a que tienen que enfrentarse en combate real, casi permanentemente, con los grupos irregulares que controlan algunas zonas del país, así como con los cárteles de la droga.
Relación de los mercenarios con el crimen
Se dice que un grupo de ciudadanos haitianos viajó desde ese país hacia los Estados Unidos con el fin de contratar una empresa de seguridad privada que, supuestamente, se encargaría de resguardar la vida del presidente Jovenel Moïse. Quien hizo el contacto directo fue el ciudadano Emmanuel Sanon, quien, al parecer, es el autor intelectual del hecho.
Este llegó a Miami y se puso en contacto con Antonio Intriago, dueño de la empresa contratista, que es ciudadano venezolano y que, según ha expresado Nicolás Maduro, mantiene relaciones con los opositores Juan Guaido y Leopoldo López.
Después que Sanon firmó el contrato con la empresa, voló de vuelta a Haití acompañado por 6 ciudadanos colombianos que en primera instancia se encargarían de su seguridad, pero cuyo trabajo real era resguardar al presidente del país.
Posteriormente, volarían desde Florida hasta Haití 22 ciudadanos más para hacer un grupo de 28 personas, siendo 26 de ellos del país cafetalero y los otros dos estadounidenses.
Es en este punto donde el complot se hace difícil de explicar, ya que nadie puede precisar cómo fue que los mercenarios se ganaron la confianza de los escoltas del presidente para llegar hasta su habitación y dispararle.
Al parecer, hay altos funcionarios haitianos implicados, quienes habrían convencido a Jovenel Moïse de que estos contratistas eran los adecuados para mantenerlo bajo resguardo.
Relación de Colombia
Aunque no se ha establecido una participación directa del estado colombiano en el hecho, existen algunos indicios que hacen sospechar a los organismos de seguridad haitianos que algunos miembros del gobierno neogranadino estarían implicados.
Esto es debido a que, al parecer, el pago de los billetes, así como la manera como salieron tan intempestivamente hacia Miami esas personas y después hasta Haití, hace pensar que debieron contar con algún apoyo de alto nivel.
Los miembros de la empresa de seguridad que fueron arrestados en Haití expresaron que su intención no era asesinar al primer mandatario. Solo querían secuestrarlo para de esta manera forzar a una transición política, pero alegan que la situación se les fue de las manos por lo que debieron matar al presidente.
Ante estas declaraciones, el Ministro de la Defensa del gobierno de Iván Duque reconoció que los comandos pertenecían a las Fuerzas Armadas de ese país, pero que ya no tenían ninguna relación laboral con instituciones del estado.
Incluso dijo que si los mercenarios pertenecían a alguna empresa contratista, lo habían hecho por libre decisión, sin ningún tipo de coacción por parte del gobierno de Colombia.
De igual manera en un comunicado emitido desde la Casa de Nariño, Duque garantizó realizar una investigación sobre la presunta participación de militares activos o funcionarios de cualquier organismo colombiano en el asesinato del presidente.
Una situación que complica el panorama de la investigación, es que uno de los militares capturados en Haití, y que se presume participó directamente en el asesinato del primer mandatario, es familiar cercano del consejero para la seguridad nacional del gobierno colombiano, Rafael Guarín.
Posición de los Estados Unidos
La empresa contratista que ejecutó el asesinato del presidente Jovenel Moïse se encuentra asentada en Estados Unidos,concretamente en Florida. Aunque su socio mayoritario es venezolano, posee capital proveniente de dos socios estadounidenses.
Los mercenarios restantes viajaron desde Colombia hasta Florida y desde allí hasta Haití. Ante todo este escenario, muchos se preguntan si existe algún tipo de injerencia por parte de los Estados Unidos en la muerte del presidente haitiano.
Aunque el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional ofrecieron toda la ayuda posible para lograr establecer los hechos que llevaron al magnicidio, no queda claro el papel que pudieron haber jugado estos organismos de seguridad en la operación.
De igual manera, algunos funcionarios militares estadounidenses manifestaron que la administración de Joe Biden bajo ningún concepto intervendrá en la situación política del país caribeño, ya que esto es contrario a la desescalada militar que pretende llevar a cabo el presidente demócrata.
Lo más sórdido de este caso, es que el supuesto autor intelectual, Emmanuel Sanon, vive en el estado de Florida desde hace más de 20 años y que, según el director general de la policía nacional de Haití, Leon Charles, todo indica que el plan se gestó en territorio estadounidense.