El peor índice del mundo en cuanto a muertes y contagios por el Covid-19 lo presenta en la actualidad Portugal. Se cree que la rápida propagación de la enfermedad es debida a la gran cantidad de viajeros de Brasil que ingresaban libremente a este país.
Otro elemento a considerar, es que mientras algunas naciones de la Unión Europea limitaban el ingreso de viajeros de Reino Unido, Portugal lo hizo casi al final, lo que género que la nueva cepa se diseminara rápidamente.
Todo lo que hay que saber sobre la tercera ola de la Covid-19 en Portugal
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Portugal pide ayuda a otros países
El sistema sanitario portugués se encuentra funcionando al límite. Según la Dirección General de Salud, Lisboa concentra la mayor cantidad de nuevos contagios y muertes por Covid-19 de todo el territorio.
Especialistas estiman que aún no se ha alcanzado el pico máximo de contagios y que el hecho que el pasado uno de febrero se registraran 275 muertes, es sencillamente una antesala de lo que se cree que pueda suceder en los próximos días.
Las Unidades de Cuidados Intensivos están en el 90% de su capacidad, debido a esta situación, el gobierno decidió solicitar ayuda a sus socios europeos, este llamamiento logró que el gobierno alemán enviara el pasado 2 de febrero, 26 profesionales de la salud, así como una cantidad importante de material sanitario con el fin de hacer frente a la enfermedad.
Por otro lado, se está estableciendo la logística necesaria para trasladar a pacientes de extrema gravedad hasta Austria y España. Aunque el gobierno de Portugal se encuentra en la segunda semana de la fase de vacunación masiva, al parecer el plan ha sido ineficiente, ya que según algunas denuncias se está dando preferencia a políticos de altos cargos.
Ante esto la Ministra de Salud, Marta Temido, manifestó que no es cierto y que la vacunación se lleva a cabo con un cronograma, comenzando por los grupos más vulnerables.
Explicó que si se ha vacunado a algunos políticos, es precisamente por su edad, lo que les hace pertenecer al grupo de riesgo. También dijo que el gobierno portugués está haciendo todas las coordinaciones necesarias con sus amigos europeos con el fin de garantizar la mejor asistencia médica a los afectados con la enfermedad.
Aunque inicialmente Portugal había expresado que se encontraban en disposición de hacer frente al Covid-19, el rápido avance de esta enfermedad ha colapsado el sistema sanitario luso.
Razones del colapso del sistema sanitario
El crecimiento de la enfermedad ha sido francamente exponencial y, según expresó la Ministra de Salud, a pesar que el país contaba con suficientes camas disponibles, se presentó una situación inimaginable, ya que la velocidad de contagio entre las personas fue dos o tres veces mayor a la capacidad de recuperación de los pacientes.
Si se habla en términos numéricos, Portugal tiene 10 millones de habitantes y desde que se inició la pandemia han dado positivo 643.113 portugueses, falleciendo 10.721 personas.
Otro hecho que generó el colapso es que la nueva cepa del coronavirus ataca de una forma mucho más agresiva el sistema pulmonar, y los médicos tienen que concentrar todos sus esfuerzos en mantener a las personas conectadas a ventiladores y respiradores cuando la situación lo requiere.
Adicional a esto se precisa una cantidad mayor de bombonas de oxígeno que las que inicialmente se habían planificado para tratar el Covid-19. De igual manera, un gran número de médicos han enfermado con el virus, lo que ha diezmado el personal que pueda hacer frente a la pandemia.
Ante todo esto, los hospitales y centros de salud comenzaron a abarrotarse de personas contagiadas. Aunque inicialmente se intentó clasificar los casos para dejar bajo observación aquellos más graves, la nueva cepa ha obligado a que todos los ciudadanos en edad de riesgo o con enfermedades preexistentes tengan que ser internados y monitoreados constantemente, para evitar una insuficiencia respiratoria.
En tanto, Portugal debe tomar en consideración que desde el punto de vista geográfico, al encontrarse en el extremo más occidental de Europa, se generan mayores dificultades para recibir ayuda de otras naciones.
Tercera ola de Covid-19 en Portugal
Desde que se presentó la pandemia hace un año, Portugal ha presentado tres olas de contagio, siendo la de mayor fortaleza la tercera. Se han registrado 7.487 casos positivos por cada 100.000 habitantes y se piensa que la expansión del virus pueda comenzar un proceso de desaceleración en el mes de marzo.
El gobernó portugués pudo hacer frente a la primera y segunda ola, ya que las Unidades de Cuidados Intensivos no estaban al tope de su capacidad. Sin embargo, desde hace dos semanas, todos los hospitales se encuentran colapsados y se han tenido que habilitar áreas con camas y respiradores artificiales para hacer frente a los pacientes considerados más graves.
Según la Dirección General de Salud de Portugal, la tasa de infección no solo es la más alta de la Unión Europea, sino que también se encuentra entre los primeros países del mundo con mayor número de casos.
Aunque el gobierno luso no ha asumido propiamente sus responsabilidades con respecto al aumento en los contagios, algunos expertos en salud piensan que esto se debe a que las personas se relajaron y no acataron restricciones sanitarias durante la navidad, haciendo a un lado todas las recomendaciones dadas por el estado.
Fatiga pandémica
Cuando comenzó la pandemia, Portugal tenía la cifra más baja de contagiados de la Unión Europea. Sin embargo, al parecer sus ciudadanos y gobernantes están bajo lo que se conoce como fatiga pandémica.
Esto consiste en la sensación de creer que se puede convivir con el virus y que pueden flexibilizarse las medidas sanitarias, ya que se estima que las probabilidades de ser contagiados son pocas.
Esta fatiga pandémica es visible en naciones que en la primera oleada mantuvieron la enfermedad bajo control y, al parecer ese esfuerzo realizado durante todo el año 2020, generó un cansancio psicológico que lleva a romper algunas reglas.
Los portugueses pensaban que indistintamente de lo material que se podía perder, lo más importante era la vida, pero al parecer se cansaron del confinamiento y han establecido una forma diferente de hacer frente a la enfermedad.
Por lo pronto, Portugal debe prepararse en los próximos días para establecer un plan de acción que lo lleve a detener el avance del coronavirus y, para ello, necesariamente deberá recurrir a sus socios europeos.