El mundo ha cambiado y debemos asumir nuevos hábitos. Hay que cambiar el chip sin dilación. Acciones tan cotidianas como ir al restaurante y pedir la carta, ya no será igual. Estos utensilios pasan por muchas manos y, en las actuales circunstancias, los clientes necesitan otras fórmulas más idóneas para acceder a esa información esencial.
Conscientes de esta demanda social, desde la pequeña localidad de El Bosque surge una iniciativa emprendedora para desarrollar una aplicación que sustituye la tradicional carta de restaurantes por una digital, accesible desde el propio teléfono móvil del cliente.
Sin necesidad de tener ningún tipo de contacto, el comensal accede a un menú interactivo con imágenes, textos, videos, información nutricional, alérgenos, etcétera, desde su propio smartphone.
De este modo, es él mismo quien realiza directamente su pedido, siendo recepcionado al momento por el restaurante y creando de inmediato la comanda para cocina. Todo ello permite al cliente especificar deseos específicos, como carne poco hecha, con poca sal, con verduras, sin mostaza, etc.
Una vez finalizado el servicio de restauración, el cliente solicita también su cuenta correspondiente desde la misma aplicación, pudiendo realizar el pago en su propio dispositivo para no tener contacto físico con dinero o tarjetas.
“Nuestra aplicación permite también que varios comensales puedan realizar el pago fraccionado a partes iguales, o que cada uno pague su propia consumición”.
Ante tantos cambios, nuestra aplicación hace más sencillos los nuevos hábitos.