La República de Irán es una de las naciones del mundo poseedoras de tecnología nuclear. Durante muchos años organismos de control de producción de energía nuclear, han intentado supervisar todo lo concerniente a su explotación en ese país, siendo hasta la fecha una acción imposible ya que el gobierno de Teherán se ha negado a entregar información que tenga que ver con este ámbito.
Incluso, la Organización de Energía Atómica de Irán, ha manifestado públicamente que el control y administración de todo lo que tiene que ver con este tipo de energía, depende directamente de ellos. Sin embargo, no han podido explicar a que se deben los misteriosos accidentes o incendios que se han presentado en los últimos días en las centrales nucleares de ese país.
¿Accidentes o incendios provocados? La falta de información pone en jaque nuclear a esta zona
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Incidentes misteriosos en instalaciones nucleares iraníes
En el primer trimestre de este año, se ha presentado un aumento en el número de accidentes en instalaciones nucleares y plantas de energía de Irán. Por ejemplo, el 26 de junio se produjo una explosión en el Centro de Producción de Combustible Líquido en la región de Khojir, donde se fabrican misiles balísticos, incluso se cree que puede utilizarse tecnología nuclear para incorporar ojivas a estos. Esta explosión generó un incendio de grandes proporciones que causó gran dificultad para ser controlado.
Posteriormente, el 2 de julio en la provincia de Natanz se generó una explosión en la planta nuclear, esto causó gran conmoción en el mundo, ya que se pensaba que podía repetirse el fantasma de Chernóbil.
Afortunadamente se pudo controlar el incendio evitando males mayores. Pero tan solo 2 días después, es decir, el 4 de julio, se produjo un peligrosísimo escape de gas cloro en la planta petroquímica Karoun que estuvo a punto de llegar a una zona poblada, lo que hubiese causado una gran cantidad de fallecidos. Y este mismo día, pero en horas de la tarde, explotó y se incendió un área de la planta de energía nuclear de la región de Ahwaz.
Todos estos incidente se han producido sin que el gobierno de ese país haya dado ningún tipo de explicación y mucho menos haya permitido una supervisión por parte de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ente que se encarga de controlar el desarrollo nuclear en el mundo.
Posición de Irán ante los últimos incidentes
La agencia estatal iraní de noticias manifestó recientemente, que existen serios indicios que señalan que los incendios producidos recientemente pueden haber sido producto de un sabotaje llevado a cabo por países enemigos del islam entre los que destacan Israel y los Estados Unidos de Norteamérica.
En tanto el jefe de la defensa civil iraní prometió que debe responderse de manera contundente a cualquier nación que esté involucrada en un saboteo a las instalaciones de centrales nucleares del país.
Un hecho que agrava aún más esta situación, es que el New York Time publicó una noticia citando una fuente anónima donde destaca que Israel era el responsable de la explosión y posterior incendio de la instalación nuclear de Natanz y aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel no ha dado como cierta esta noticia, un funcionario de alto nivel expresó que es mejor no mencionar las acciones que son llevadas a cabo en Irán.
Por su parte el gobierno de la nación islámica, ha dicho que resulta demasiada coincidencia que hayan ocurrido dos accidentes en instalaciones estratégicas en menos de una semana y que por ello están casi seguros que se trata de un daño ocasionado por países enemigos para poner en tela de juicio ante el mundo la seguridad que existe en estas instalaciones de desarrollo de energía nuclear.
En tanto, el portavoz del Consejo de Seguridad de Irán, Keyvan Khosravi, informó a la prensa que un equipo multidisciplinario se habría abocado a investigar las causas del incidente pero que esperarían hasta tener todos los elementos que puedan señalar al responsable de estas acciones para emitir un comunicado oficial y, aunque pareciera que existe una contradicción de términos, por no ofrecer información por parte del gobierno, esto es parte del tradicional secreto de estado que rige este la República de Irán.
¿Fue realmente un sabotaje?
Indudablemente que el misterioso incendio generado el jueves pasado en la planta nuclear iraní, ha sido uno de los golpes más contundentes que han recibido las ambiciones de Irán para el desarrollo de la energía atómica.
El fuego que se produjo causó severos daños a un taller que se encuentra en proceso de construcción y aunque el gobierno no quiso aceptarlo, es casi un hecho que se produjo una interrupción en el trabajo de la centrífuga bajo tierra.
Debe recordarse que todos los equipos utilizados dentro de ese taller, son máquinas específicas y muy delicadas que poseen un alto grado de dificultad para su fabricación, por lo que sustituirlas será un hecho extremadamente difícil, lo que generará un retraso en la investigación nuclear del país.
El hecho que demuestra que pudo haber sido sabotaje, es que el proceso para el ensamblaje de componentes de centrífugas en ese taller, no requiere que se utilice gran cantidad de compuestos inflamables por lo que la posibilidad que de forma espontánea se genere un incendio es relativamente baja. En este caso sería necesario utilizar algún tipo de producto que pudiese generar la explosión y posteriormente el fuego.
La Organización de Energía Atómica de Irán comenzó de inmediato una investigación y dicen tener pruebas que demuestran que los accidentes ocurridos en los últimos meses, forman parte de un plan perpetrado por enemigos.
Irán mencionó como ejemplo que durante el mes de mayo recibieron una serie de ataques cibernéticos por parte de organismos israelíes y que pudieron hacer frente a esto, gracias a la defensa que ejerció el Ejército Cibernético de la Guardia Revolucionaria Iraní, por lo que no es de extrañar que los judíos se encuentren directamente involucrados junto a los Estados Unidos en todos los incidentes vividos recientemente en el país.
Lo que sí es cierto, es que la situación económica por la que atraviesa la región islámica, le hará un tanto difícil poner a corto plazo en un 100% de funcionamiento a las plantas que sufrieron daños.