Desde principios del siglo XX, en las montañas rusas, se encuentra lo que se conoce como las ciudades secretas, que no son otra cosa que enormes complejos militares diseñados con el fin de ganar a los Estados Unidos la carrera atómica. También se les conocía como ciudades nucleares y para principios de la Guerra Fría eran los centros industriales y estratégicos más importantes del país.
En la actualidad, estas ciudades se han puesto de moda, ya que recientemente con la aparición del Covid-19 se cree que está en riesgo la seguridad y estabilidad de estos centros secretos militares. Se dice que en estos lugares el coronavirus se ha convertido en una amenaza ya que se piensa que muchas personas que trabajan allí han sido contaminadas por el patógeno.
Situación del coronavirus en Rusia
Se debe comenzar por establecer la realidad del Covid-19 en este país. Como en todo régimen totalitario al principio se ocultaban las verdaderas cifras del avance de la enfermedad, incluso el presidente Vladimir Putin declaró a principios del mes de abril que la enfermedad se encontraba totalmente controlada y que el número de casos era muy reducido debido a la eficiencia del sistema de salud de Rusia.
Esta situación cambió drásticamente, y en las últimas dos semanas el país se ha visto afectado de tal manera que el gobierno ha tenido que reconocer que en un día se han llegado a producir 10.000 nuevos contagios. Así mismo, hasta el 17 de mayo existían más de 281.750 casos confirmados de Covid-19 y se han producido ya 2.631 muertes por esta enfermedad, lo que convierte a Rusia en el segundo país con más casos del patógeno en el mundo.
Moscú se ha convertido en el epicentro de la pandemia, ha sido tal el avance de la enfermedad que el primer ministro Mijail Mishustin ha sido contagiado por el Covid-19. Toda esta situación genera un nivel de inseguridad en las llamadas ciudades secretas ya que el personal especializado en el manejo de los materiales atómicos se encuentra contagiado o aislado del resto del personal.
Por otra parte, Putin que incluso envió un avión con ayuda sanitaria a Estados Unidos, confirmó que en la actualidad tenía escasez de equipos de protección individuales, siendo los más desprotegidos aquellos que se encontraban en las ciudades secretas. Así mismo, se cree que la peor parte de la pandemia no ha llegado aún, es decir, lo peor está por venir.
¿Qué sucederá en las ciudades secretas de Rusia?
Estas ciudades son llamadas centros para el desarrollo de armas atómicas y aunque hasta la fecha no se tiene a ciencia cierta una cantidad de ciudades, se estima que puedan existir alrededor de 40 y, aunque muchas de ellas se encuentran administradas por el Ministerio de Defensa, sus trabajadores son netamente civiles. Lo que agrava aún más la situación es que la mayoría de estas personas viven junto a sus familias en edificios cercanos a las ciudades secretas por lo que el contacto es permanente con vecinos y compañeros de trabajo.
Por otra parte, estos sitios se hicieron con la finalidad de convertirlos en comunidades donde el trabajador no tuviese que separarse del bunker atómico y ahora por un secreto estrictamente militar no pueden salir de esos lugares, por lo que están condenados a sufrir la enfermedad del Covid-19.
Putin justifica el aislar a estas ciudades del resto de Rusia diciendo que más que proteger un secreto militar, se trata de resguardar la vida de las personas. Eso sí, lo que el presidente ruso no menciona es que todos aquellos que trabajan allí debieron firmar un acuerdo de confidencialidad de por vida en el que nunca podrán hablar sobre información concerniente a estas ciudades.
Así mismo, tienen prohibido visitar ciudades cercanas por lo que al ser comunidades cerradas es casi un hecho que el 100% de la población termine contagiándose de coronavirus.
Los contagios se iniciaron por la llegada del personal militar desde Moscú que supervisa el funcionamiento del programa atómico así como el diseño y desarrollo de armas nucleares, estas personas venían contagiadas desde la ciudad, siendo totalmente asintomáticos, por lo que causaban grandes daños a la población sin siquiera saber que se encontraban enfermos de coronavirus.
El encierro en la actualidad es obligatorio pero se estima que en los edificios, por cada piso existen por lo menos 2 contagiados, por lo que es prácticamente un hecho que el resto de los habitantes sufra la enfermedad.
Hasta la fecha el gobierno ruso solo ha establecido como estrategia para hacer frente al patógeno el aislamiento y ha sido muy celoso en cuanto a las estadísticas de los fallecidos y enfermos de las ciudades secretas.
Estrategia del gobierno para hacer frente al Covid-19 en las ciudades secretas
En las ciudades nucleares se hace realmente difícil contener los focos de contaminación del coronavirus y Vladimir Putin apuesta a un contagio masivo para generar, de esta manera, inmunidad por parte de los habitantes de estas ciudades ante la enfermedad.
Esto por supuesto genera una situación alarmante, ya que los técnicos que procesan material nuclear y diseñan armas son por lo general personas mayores de 60 años, lo que los convierte en el segmento más vulnerable de los afectados por el Covid-19.
Por otro lado, no existen pruebas fehacientes que establezcan que pueda crearse una inmunidad ante la enfermedad después de haberla padecido, por lo que la apuesta de Putin es muy arriesgada, ya que podría ocasionar una gran cantidad de muertes en estas ciudades, dejando el manejo del material radioactivo en manos de personas con menos preparación que los científicos que pueden morir a causa del coronavirus.
Ha sido tal el nivel de desesperación de los habitantes de estas ciudades, que a principios de mayo se generaron protestas por parte de los trabajadores, por considerar que el gobierno ruso está encubriendo las cifras reales de los focos de contaminación.
En el contexto real el Kremlin es consciente que lo peor está por venir y que ellos no cuentan con la capacidad sanitaria para hacer frente al avance de esta enfermedad en las ciudades secretas.