Centroamérica es víctima de profundas crisis, el aumento de la violencia, la inestabilidad que generan las migraciones masivas, así como la pandemia del Covid-19 que no encuentra resistencia debido a la precariedad de los sistemas de salud de estos países.
Como si esto fuese poco, la región ha sido víctima de grandes desastres debido a la tormenta tropical Iota. El escenario es aterrador, árboles caídos, casas cuyos techos fueron arrancados, postes eléctricos derrumbados y por lo menos 35 muertos.
Además, se estima que más de 100.000 personas han sido evacuadas y muchas de ellas no podrán regresar a su hogar ya que el huracán devastó sus viviendas.
Efectos del huracán lota
Contenido del artículo:
En Centroamérica
El lunes 16 de Noviembre, el huracán Iota llegó a Nicaragua con una categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson y con vientos que alcanzaban los 260Km/h. Jamás este país de Centroamérica había visto los efectos de un huracán de tal magnitud.
Lota arrasaba con todo a su paso y 4 horas después de tocar tierra se convirtió en una tormenta tropical cuyos vientos alcanzaron una velocidad aproximada de 100 Km/h.
Aun así, se generaron lluvias torrenciales que causaron grandes inundaciones y deslizamientos de tierra, por lo que el saldo de fallecidos en Nicaragua, fue de 18 personas.
En Honduras, el 17 de Noviembre, y aunque con menor fuerza y ya degradado como tormenta tropical, ocasionó grandes daños. En la región de Trapiche causó el deslizamiento de una montaña que tapió completamente una casa, causando la muerte de 5 personas.
En este país la gran cantidad de lluvias causó la ruptura de puentes y el desbordamiento de ríos, lo que dejó a varios sectores del país prácticamente incomunicados. Para prevenir una mayor tragedia, el gobierno hondureño ordenó el desalojo de 80.000 personas de sus casas.
En tanto, el gobierno de El Salvador, mediante Carolina Recino, jefa del gabinete, puso a disposición de la población 1000 albergues para recibir a todo aquel que lo necesitara.
Sin embargo, estas medidas resultaron ineficientes ya que muchas personas que viven en zonas de riesgo se vieron afectadas por el paso del huracán siendo desalojadas y llevadas a los refugios, que no lograron cubrir la demanda de todos los afectados.
Las calles de El Salvador se transformaron en ríos y el gobierno ha preparado un plan de contingencia para garantizar alimentos y agua potable para todos los afectados. Este país reportó un fallecido, sin embargo, es posible que el número de víctimas aumente debido a las lluvias sucesivas.
En Colombia
El archipiélago de San Andrés, perteneciente a la República de Colombia, fue severamente afectado por el paso del huracán Iota, hasta ahora el gobierno de Iván Duque ha expresado que en el archipiélago de Providencia, los fuertes vientos y lluvias incesantes causaron la destrucción del 98% de la infraestructura del lugar.
Lo que preocupa al presidente de Colombia, es que tanto San Andrés como Providencia, son lugares que viven del turismo y su infraestructura está diseñada precisamente para esto. Ahora, a raíz del paso del huracán, las personas no tendrán fuentes de ingreso por lo que la pobreza y la informalidad laboral aumentarán.
Otro hecho relevante, son las cifras de casos de Covid-19 en la región y que, al parecer, la ya precaria infraestructura hospitalaria fue prácticamente destruida por el paso de Iota.
Colombia no es un país tradicionalmente acostumbrado a este tipo de fenómenos y, para la oposición política de esa nación, el gobierno pudo haber impulsado medidas de evacuación ya que desde hacía aproximadamente 10 días los pronosticadores habían advertido del fenómeno natural.
Hasta la fecha, el gobierno colombiano no tiene una cifra exacta de fallecidos y heridos producto del paso del huracán, ya que las zonas afectadas se encuentran totalmente incomunicadas, sin electricidad, internet o señal telefónica. Además, las condiciones de fuertes lluvias han impedido recabar la información de manera correcta.
El gobierno se vio en la obligación de declarar emergencia por el desastre natural en la Isla de Providencia y se estima que haga lo propio con los archipiélagos de San Andrés y Santa Catalina.
Algunos países han ofrecido ayuda a Colombia, pero el gobierno ha expresado que evaluará la situación y en caso de necesitar dicha ayuda, la requerirán inmediatamente.
Los pobres los más afectados
El Centro Nacional de Huracanes predice que los remanentes de Iota pueden llegar a generar acumulaciones de lluvia que alcancen hasta los 20 centímetros. Es por ello que la cantidad de heridos, desaparecidos y muertos puede llegar a aumentar.
Si existe un denominador común en todos los países donde Iota ha tocado suelo, es que las personas más pobres han sido los más afectados. Esto se debe a que las mayores inundaciones y deslaves se produjeron en las llamadas zonas de alto riesgo que, en la gran mayoría de los casos, conforman los cinturones de miseria de esas naciones.
Un hecho que preocupa en alto grado es la destrucción de infraestructuras y sembradíos, lo que puede generar una emergencia sanitaria y alimentaria en estas regiones.
Centroamérica es considerada una región tradicionalmente frágil desde el punto de vista económico y la fuerza con que este huracán ataco países como Honduras, Nicaragua, El Salvador y una pequeña parte de Colombia, no ha hecho sino empeorar su situación.
Hace algunas semanas, dicha región se vio afectada por la tormenta Eta que causó 144 muertos, 120 desaparecidos y más de 3 millones de personas afectadas.
Tan solo en Honduras, estimaciones de organizaciones no gubernamentales calculan las pérdidas en las de 10.000 millones de dólares, lo que empeora la situación es que estos países centroamericanos han sido fuertemente golpeados por el coronavirus y lamentablemente sus sistemas sanitarios no permiten mantener un mayor control de la enfermedad por lo que la tasa de mortalidad es bastante alta.
Algunas ONG de Centroamérica han hecho llamamientos urgentes a los diversos gobiernos del mundo con el fin de que envíen ayuda inmediata a esta región tan golpeada. Por su parte, la Cruz Roja Internacional se ha abocado de manera directa a colaborar con todos los afectados por las destrucciones causadas por Eta y Iota.