La religión católica es, sin lugar a dudas, una de las más profesadas en el mundo y dentro de pocos días, según el calendario, se va a celebrar la Semana Santa donde se recuerda todo lo que vivió Cristo hasta morir en la cruz.
Lamentablemente el coronavirus ha obligado a tomar medidas restrictivas con respecto a la celebración litúrgica por lo que la iglesia con gran sentido de responsabilidad ha adoptado acciones extraordinarias con las cuales prevenir la propagación del COVID-19.
Acciones tomadas por el Vaticano
Una de las medidas inmediatas que el Concilio Vaticano tomó en cuenta, fue evitar las aglomeraciones de personas por lo que las tradicionales procesiones serán eliminadas esta Semana Santa.
Otra acción llevada a cabo, fue la suspensión de las misas con todo lo que esto conlleva, es decir, no se realizarán la bendición de ramos, confesiones, bendición del fuego, lavatorio de los pies,o la adoración al Santísimo por mencionar algunas.
El Santo Padre expresó su preocupación ante las funciones litúrgicas públicas y busca una alternativa para que los fieles no pierdan contacto con la iglesia, en tal sentido están evaluando la posibilidad de realizar confesiones vía online mediante los recursos que ofrece la tecnología.
En los actuales momentos, por lo menos en los países europeos el Papa Francisco dio la orden de suspender las misas hasta tanto pase la emergencia del coronavirus, es decir, se insta a los católicos del mundo a no reunirse físicamente.
Hay una situación especial y es la suspensión de los vuelos desde Italia al resto del mundo por lo que el Vaticano no ha podido enviar a sacerdotes para reforzar el trabajo que vienen realizando las iglesias en los diversos países del mundo.
Por su parte el Papa, piensa realizar la misa crismal y el domingo de ramos sin la presencia de ninguna persona en la Plaza San Pedro como se acostumbraba antes de la aparición del coronavirus.
De igual modo, la bendición del Urbi et Orbi que se realiza desde el balcón central de la Basílica de San Pedro se hará por televisión, Facebook, Instagram y otras redes sociales con la intención que pueda llegar a todos los fieles.
¿Pueden estas medidas hacer decaer la fe de los cristianos?
Inicialmente debemos decir que aunque el Vaticano es un país dentro de otro país y no está sujeto a las leyes italianas, en este caso las medidas de emergencias adoptadas con la finalidad de evitar la propagación del coronavirus deben ser respetadas.
En tal sentido, aproximadamente el 40% de las personas que asisten a los actos religiosos de Semana Santa son mayores de 60 años, por lo que sería una irresponsabilidad hacer a un lado la gravedad de la pandemia y exponer a estas personas a una posible muerte.
Es por todo esto que el Sumo Pontífice insta a la población católica a orar de manera permanente desde sus hogares y con toda la familia, para pedir a Dios el cese de la enfermedad y la pronta recuperación de los enfermos.
La ciencia no puede ser una amenaza a la fe, dijo un portavoz del Vaticano, por lo que los cristianos deben en estos momentos de tribulación fortalecer la fe y entender que los avances científicos con la ayuda de Dios lograrán obtener la cura para esta enfermedad.
El Vaticano cree que esta situación por la que está pasando el mundo será generadora de nuevos fieles, así como que fortalecerá la confianza de los católicos en la iglesia entendiendo que solo Dios puede iluminar la mente de los científicos y de quienes trabajan arduamente para controlar el COVID-19.
Sacramentos como la comunión, la confesión y el bautismo, pueden ser realizados posteriormente al control de la enfermedad y esto no significa que no se tenga fe en Dios, sencillamente según expresa el Vaticano, se trata de no retar la protección de Dios sobre sus fieles.
Así mismo, un buen cristiano debe ser cumplidor de las leyes y en este caso debe tomarse en cuenta las restricciones hechas por parte de la OMS y el gobierno italiano.
¿Puede en algún momento cambiar la decisión del Vaticano en cuanto a la Semana Santa?
La Semana Santa comienza el 5 de Abril con la misa concerniente al domingo de ramos y finaliza el domingo 12 con la misa de resurrección, a menos que la OMS exprese el control total de la pandemia, no está previsto que el Papa Francisco cambie la decisión adoptada por el Concilio Vaticano.
En todo caso mediante los medios televisivos y las redes sociales se transmitirá en vivo todo lo referente a las celebraciones de la Semana Mayor, y en el caso de algunos ancianos el Papa instó a las diócesis de cada ciudad a decidir la posibilidad de llevar la comunión hasta sus hogares.
Debe recordarse que cada país es un caso específico y característico por lo que a menos que las autoridades decidan lo contrario la suspensión de las actividades de la Semana Santa en la Plaza San Pedro continuarán.
En tal sentido el Papa piensa dar el ejemplo y tanto la misa del domingo de ramos, como la misa crismal que se realiza el jueves santo serán cumplidas sin congregación de fieles. De igual manera se hará con la pasión del señor y la vigilia pascual que se realizan el viernes y sábado respectivamente.
Incluso una medida sumida por el Vaticano y que no tiene que ver directamente con la semana mayor, ha sido el cierre de los museos vaticanos los cuales según el Santo Padre permanecerán cerrados hasta el 12 de abril a menos que las autoridades italianas emitan un comunicado solicitando la extensión de esta suspensión.
Sin lugar a dudas esta Semana Santa será totalmente atípica y tanto los cardenales como el Papa, apelan al sentido de responsabilidad de todos aquellos quienes hacen vida en la iglesia y según el Sumo Pontífice, la mejor manera de demostrarle amor a Dios es quedándose en casa y viviendo la liturgia directamente en el hogar.
El Papa Francisco dijo, ya vendrán otras Semanas Santas donde podremos expresar con fe y regocijo que Dios protegió a su pueblo.