Una de las promesas políticas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue la de regresar a los miembros de las fuerzas armadas que realizaban labores políticas, a los cuarteles y unidades militares.
Sin embargo, esto ha sido mucho más difícil de los que el presidente de México se imaginó. Hoy en día, tanto el ejército como la marina poseen mayor poder político del que llegaron a tener en gobiernos anteriores.
Todo lo que hay que saber sobre el poder adquirido por el ejército mexicano
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Beligerancia del ejército en labores civiles
El gobierno de López Obrador es uno de los más votados en la historia de México, podría decirse que, en los últimos 50 años, ningún mandatario había sido elegido con tal respaldo como lo fue AMLO.
Sin embargo, aún con este extraordinario respaldo civil, el presidente de México no ha podido lograr desincorporar el férreo poder militar que existe sobre algunas instituciones civiles y, por el contrario, en los últimos meses se les ha asignado la ejecución de obras millonarias sin ningún tipo de control.
Para muchos, el presidente se está amparando cada día más en los miembros militares.
Por ejemplo, la armada mexicana acaba de recibir la administración de todos los puertos del país. Esto, aunado a la seguridad y manejo de personal, da un control absoluto de este estratégico sector de la economía a la marina de guerra mexicana.
La corrupción política ha socavado durante muchos años las instituciones civiles del estado mexicano y el hecho de darle control al ejército y a la armada de algunas instituciones, es una manera de enviar un mensaje a la sociedad, haciéndoles ver que la lucha de la corrupción estará liderizada por los militares.
El presidente de México ha utilizado al personal castrense para ejecutar obras de gran magnitud, tal como la construcción de un aeropuerto internacional o la implementación de un sistema ferroviario.
Así mismo, y quizás sea lo que ha causado mayor disgusto en parte de la ciudadanía, es que les ha dado también el control absoluto sobre algunas entidades bancarias nacionales.
Este rol activo indudablemente que acrecienta el poder de los generales mexicanos, que no cuentan ahora solo con el poder de las armas, sino también con el poder político.
Rol militar en el gobierno de López Obrador
Para la aprobación del presupuesto de este año 2020, el ejército mexicano solicitó un incremento de casi un 20% en su presupuesto, ya que estimaban que debían realizar una férrea campaña para mejorar su imagen ante la población civil.
Un hecho que preocupa a los ciudadanos es que, muy a pesar que las fuerzas armadas se encuentran realizando tareas de seguridad social, los hechos delictivos se han incrementado de forma alarmante.
Lo que es peor aún, los generales del ejército expresaron la necesidad de no seguir cumpliendo la tarea de seguridad civil ya que consideran que esta debería ser llevada a cabo por otros organismo del estado.
Por su parte, algunos miembros de la oposición mexicana han estimado que la promesa que hizo el primer mandatario durante su campaña presidencial fue solo una estrategia con el fin de ganar votos ya que, contrariamene, cada día se ampara más en el ejercito.
Por esta razón, se estima muy probable que el regreso del general Cienfuegos, haya sido parte de una exigencia del alto mando del ejército y no de un pacto institucional como lo expresó López Obrador.
Pero parece que AMLO supone cierta desconfianza en algunos miembros de las fuerzas armadas. Es por ello que les ha asignado cargos de relevancia, con el fin que se mantengan ocupados y alejados de un posible golpe de estado o insurrección militar.
México imita a Venezuela
El gobierno mexicano está tomando un rumbo similar al del gobierno del dictador Nicolás Maduro, donde los miembros de las fuerzas armadas juegan un papel de vital importancia en el mantenimiento del régimen.
En Venezuela más de la mitad de las instituciones autónomas del estado se encuentran en manos de militares retirados. Así mismo, el 40% de las gobernaciones son manejadas por efectivos castrenses que, de una u otra manera, se han visto señalados por haber cometido presuntos hechos de corrupción.
En el caso de López Obrador, este ha manifestado que su intención al involucrar a la fuerzas armadas con labores civiles, pretende, única y exclusivamente, combatir la corrupción y que no se refiere solo a la capacidad o la profesionalidad que tienen los egresados de instituciones militares, sino a la honestidad con la que asumen las responsabilidades en la dirección de instituciones y ministerios.
Juan Ibarrola, experto en el tema militar mexicano, expresó que cuando se utiliza a las fuerzas armadas para ejecutar un proyecto de carácter civil y estos llegan a llevar a cabo actos de corrupción, se exponen a una doble sanción ya que son juzgados por las leyes militares y civiles.
Lo que López Obrador no ha tomado en consideración es que, por ejemplo, en Venezuela al darle poder político a los militares se creó una situación que se escapó de las manos, ya que estos cada día controlan más y más unidades estratégicas tales como la distribución de alimentos y medicinas.
Es por ello que si en Venezuela no se cumplen los caprichos militares, de manera inmediata estos dejan correr rumores de descontento para que el gobierno se vea obligado a darles más poder y más control.
Futuro de la Fuerza Armada Mexicana en la sociedad civil
En la actualidad, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) tiene a su cargo 1.600 sucursales del Banco del Bienestar del gobierno y muy pronto tendrán el control absoluto de puertos y aeropuertos.
Parece ser que, en los próximos meses, López Obrador ira militarizando de forma paulatina, pero sostenida, otras actividades que inicialmente fueron civiles.
El mandatario mexicano está tratando de aumentar la lealtad institucional de las fuerzas armadas hacia su gobierno y, la estrategia a emplear, es involucrar cada día más a los efectivos castrenses con el poder político.
En este sentido, se menciona que se otorgará la recaudación de los impuestos a los miembros militares. De ser así, López Obrador estaría jugando un peligroso juego en el que podría salir perdedor.
Hay una expresión que cita literalmente lo siguiente: “Es muy fácil sacar a los militares de los cuarteles, lo difícil es regresarlos”